Jennie Kim, una importante empresaria de Corea del Sur, casada con una joven de su misma clase social. Su vida parecía perfecta...pero para su desdicha, eso estaba muy lejos de la realidad.
Roseanne Park, una joven que después de la muerte de su pad...
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Un año después.
Un año, no puedo creer que todo haya pasado tan deprisa, el tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Mi madre decidió mudarse a vivir a Australia, pero no vive con nosotras, ella dice que el muerto al tercer día apesta, así que la señora vive en su propio apartamento, pero muy cerca de nosotros. Sehun también había planteado la idea de mudarse con Jisoo a un apartamento, pero Rosé no lo permitió. Jackson, por su parte, volvió a encontrarse con Joy, ya que resultó ser una amiga cercana de Irene, la administradora de La Dimora, después de salir por unos meses, finalmente se hicieron novios y están completamente felices, cosa que me alegra demasiado pues hacen una hermosa pareja.
Alice, sigue soltera, ella dice que no le interesa perder su tiempo en una relación y disfruta de ser un alma libre. A pesar de que comenzamos con el pie izquierdo, hoy en día nos llevamos muy bien, le he tomado un cariño enorme. Se ha convertido en otra hermana para mí.
A mi padre lo condenaron a 5 años más por otros delitos que se le implicaron. A veces me remuerde un poco la conciencia por haber sido yo la causante de que él esté preso. Sin embargo, cuando recuerdo que mandó a matar a mi esposa, automáticamente se me pasa.
Los negocios en la naviera van muy bien, tengo una asistente llamada Lia y la verdad es sumamente eficiente, se ha vuelto mi mano derecha y una muy buena amiga.
Rosé, cumplió su palabra y cedió su puesto a otro jefe de familia, Bruce Wayne. Ahora se dedica de lleno a la naviera y por muy sorprendente que sea, se asoció con Lisa en un nuevo proyecto.
Mi esposa y yo tocamos el tema de tener hijos poco después de la boda de Jisoo pues creímos que era el momento perfecto, estábamos muy feliz de dar ese paso. Llamamos a la clínica, fuimos al consultorio y comenzamos el proceso. Nos teníamos que preparar las dos, tuvimos que sincronizar nuestros períodos, tomar pastillas, etc. Rosé tuvo que inyectarse para estimular y madurar sus óvulos y yo para preparar mi útero. Lo intentamos dos veces, pero en ninguna tuvimos éxito. Nos informaron que se debía a que había un problema con mi útero, al escuchar eso me deprimí y solo dejamos de intentar. Esos meses fueron difíciles para ambas.
Pero hace poco más de un mes que decidí volverlo a intentar, bien dicen que la tercera es la vencida ¿no? Afortunadamente teníamos varios óvulos congelados, en caso de que fuera necesario hacer otras inseminaciones.
—Buenas tardes, Sra. Park.
—Buenas tardes Hanna. Tengo una cita con la doctora Hwang.
—Puede tomar asiento, la doctora Hwang la atenderá en un momento.
—Gracias. —camino hacia las sillas de la sala, sintiéndome algo nerviosa, mis manos están sudando.
