Jennie Kim, una importante empresaria de Corea del Sur, casada con una joven de su misma clase social. Su vida parecía perfecta...pero para su desdicha, eso estaba muy lejos de la realidad.
Roseanne Park, una joven que después de la muerte de su pad...
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Roseanne's POV
Su sabor es delicioso, incluso mejor de lo que imaginé. Jamás me cansaría de ella, y este es solo el principio de la larga noche que nos espera.
No pienso dejarla dormir.
Me detengo a observar su cuerpo. Es maravilloso verla sudada y con el cabello revuelto mirándome con una expresión atrevida y llena de deseo, me vuelve loca.
Me inclino hacia ella y uno nuestros labios en un beso feroz. La giro y teniéndola boca abajo empiezo a repartir besos por sus hombros seguidos de pequeñas mordidas. Voy bajando por su espalda repitiendo este proceso hasta llegar a su perfecto culo el cual aprieto, beso y muerdo a mi antojo.
—Ponte en cuatro. —le ordeno.
Ella inmediatamente hace caso a mi orden, y estando en cuatro en la cama inclinando su cuerpo sobre la almohada y teniendo su culo expuesto, comiezo a darle fuertes nalgadas provocando inevitables jadeos de su parte. Puedo ver como mis manos se marcan poco a poco en su piel.
—Dime que eres mía Jennie... —le susurro al oído inclinándome hacia ella halando de su cabello —Quiero escucharlo.
—S-soy tuya Rosé... —responde con la respiración acelerada.
—Así me gusta. Eres mía y de nadie más ¿Escuchaste? —le doy otra nalgada más fuerte provocando otro jadeo.
—Solo tuya.
Comienzo a lamer de nueva cuenta su centro, con mis dedos abro sus pliegues y sin pensarlo introduzco mi lengua dentro de ella, lo que hizo que soltara un gemido. Seguí haciéndolo jugando con mi lengua dentro de ella.
—Me encanta tu sabor, eres deliciosa, mi amor.
—Y-yo también quiero probarte.
Me separo para recostarme a su lado y ella se levanta sentándose encima de mí, desciendo con besos por mi cuello para después disponer de mis pechos. Donde chupa con devoción uno de estos y yo solo cierro los ojos mordiéndome el labio. Abro mis ojos al sentirla descender con besos húmedos por mi abdomen hasta llegar a mi centro dando un suave beso. No pude reprimir mi gemido al sentir su lengua moverse encima de mi clítoris.
—Así...sigue así amor.
Ella continúa haciendo movimientos con su lengua sin parar. Siento mi cuerpo estremecerse cuando Jennie aumenta la presión de su lengua. Poco después abre mis labios inferiores y me penetra con su lengua en un vaivén constante para luego regresar su lengua a mi clítoris.
—Tú también eres deliciosa, mi amor. —la escucho decir en un tono seductor.
Escuchar eso fue suficiente para mí, mientras un orgasmo destructivo se hace presente. Arqueo mi espalda, a la vez que ella siggue chupando con fuerza.
