06. El bosque 🌳

4.1K 195 9
                                    

Capítulo seis.

—Luz, yo...— el nerviosismo no me deja articular palabra alguna, tener a mi hermana frente a mí, mirándome con una ceja arqueada, y sin tener ninguna explicación lógica para lo que estaba haciendo.

—¿Qué hacías?— me preguntaba con un tono muy calmado, algo demasiado diferente a lo que me esperaba de Luz, la enojona, pero sobreprotectora hermana mayor que siempre está ahí para apoyarte o para atormentarte.

—Y-Yo... nada... no hacía nada— cierro las puertas de mi balcón, y paso rápidamente por su lado para ir a mi cama.

—¿Ah, sí...?— me pregunta con una ceja arqueada. —Dime... ¿Desde cuándo hablas sola, Lea?— ¡Diablos...! Ya sabia que su tono calmado escondía algo.

—A... H-Hablar sola es muy sano para... tu salud mental... ¡Si! Hablar contigo mismo puede hacer que reduzcas... que... meditar es bueno para... para llevar los problemas con más calma— me interrumpe.

—Ni siquiera sabes lo que estás hablando, Lea, lo puedo notar en tu tono de voz— siento como el colchón se hunde cerca de mí, y como empieza a acariciar mi cabello con delicadeza.

Suspiro. —No estoy enamorada de él, ¿Ok?— me volteo y me quedo viendo el techo. —No me gusta, ni siquiera lo veo como tú ves a su hermano, ¿Ok?— lágrimas empiezan a acumularse en mis ojos, y sé que ya estoy empezando a desesperarme, ya estoy empezando a sentir que me estoy mintiendo.

—Yo...— se queda callada algunos segundos. —Lo conocí en la fiesta de Steve, cuando estábamos jugando todos, no sé cómo diablos, pero terminé cayendo en su mirada, nos estábamos observando, simplemente lo hacíamos, pero se sintió, se sintió como si estuviese tocando mi corazón y aventándolo hacia un vacío para que latiera rápido.

—Guau... eso es profundo.

—Es lo mismo que qué pensé, es demasiado profundo para alguien que acabas de conocer, pero no sé cómo, a pesar de mis pensamientos, terminé entregando la virginidad de mis labios en aquella habitación oscura.

—¿Qué...?— me quedo algunos segundos asimilando. —¡Ahhh! ¡Por fin!— grito emocionada.

—Cállate, despertarás a mamá— le hago caso, y ella vuelve a hablar. —Le pregunté a Casandra si lo conocía... me dijo que era todo un playboy de telenovela.

—Yo... oye— trato de decir algo, pero mi falta de experiencia no me deja articular ninguna frase.

—Salí con él hoy, estuvimos a punto de besarnos, pero grabé las palabras de Casandra, y terminé huyendo— se acuesta y pone su cabeza en mi pecho. —Tengo tanto miedo de enamorarme, Lea— confiesa, mientras acaricio su cabello.

—¿Te digo lo que pienso aunque suene frío?— le pregunto.

—Me gustaría conocer su lado frío, consejera Lea— río ante su comentario.

—Entrégate, no importa si te rompe el corazón en dos, debes disfrutarlo hasta que acabe, debes arriesgarte a romperte y reconstruirte, a que tu plena felicidad depende de la soledad, a temerle al amor, a llorar, y también debes arriesgarte a lo que podría ser el amor de tu vida, tu futuro esposo, el amor que cuidará tu corazón, debes arriesgarte, Luz.

¡Guau...! Me autosorbí.

—Qué frío...— se burla con una carcajada. —Nunca creí que en algún momento de tu vida fueras a sonar poética, pero me sorprendiste. Lo tendré presente siempre, Lea—dice con un tono serio.

--De nada.

—Qué egocéntrica— ríe. -Pasto.

--¿Si?.

𝐔𝐍 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐎 ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora