14. True😶

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Capítulo catorce.

Lea.

La saliva baja pesadamente por mi garganta. —S-Si, claro— respondo con una sonrisa nerviosa.

Empiezo a subir las escaleras lentamente, sin ganas de llegar hasta la habitación.

Pero las escaleras no son eternas, así que termino subiendo a la habitación tarde o temprano.

Dejo mi mochila encima del escritorio, y me siento en la cama, dejando que mis nervios crezcan con cada segundo que pasa.

Pasan algunos minutos cuando Iván entra a la habitación.

Se sienta a mi lado, y yo no puedo ni siquiera voltear a verlo. —¿Qué tienes?— me pregunta, mientras acaricia mi cabello con una lentitud desesperante.

—Nada— el hecho de saber que me está mirando de esa manera, no me deja ni siquiera hablar bien.

Estoy tan nerviosa que siento unas increíbles ganas de huir, sin embargo, mis piernas no reaccionan.

Es como si quisiera huir de esta situación, pero el destino no me deja, o... tal vez solo sea mi entrepierna.

—Mmm... ¿Segura?— asiento rápidamente, y el silencio empieza a habitar en la habitación.

Iván me mira detalladamente, y yo lo miro por el rabillo del ojo de vez en cuando.

Sin dudas, somos dos adolescentes en una situación un tanto incómoda.

Iván suspira, y pone una de sus manos en mis piernas, antes de voltear mi cara de manera delicada, y empezar a besarme con un ritmo lento.

El ritmo cada vez aumenta más, convirtiéndose en un ritmo rápido de un beso apasionado.

Sus manos suben lentamente hacia mis muslos, y es cuando siento que empiezo entrar en pánico.

Me va a doler.

Es lo único en lo que pienso antes de separarme de él, y disimular mi nerviosismo con una sonrisa de boca cerrada.

—Es mejor que nos pongamos a hacer la tarea— me levanto de la cama y camino hacia el escritorio.

Saco mi cuaderno, y se lo ofrezco a Iván, quien me mira con una sonrisa coqueta, mientras escanea mi cuerpo con su mirada.

—Iván— reprocho. —Deja de mirarme así y toma el cuaderno— le pido.

Este lo toma, pero aun así, me sigue viendo de esa manera, logrando que mi nerviosismo haga que una carcajada se escape de mi boca.

Toma el cuaderno, y empieza a hojearlo rápidamente. —Historia va a ser la tarea.

—¿Qué?— exclamo con los ojos bien abiertos.

No quiere hacer tarea, lo sé y eso solo me pone más nerviosa de lo que ya estoy.

—¿No escuchaste?— pregunta antes de sonreír de lado, y volver a verme de esa manera que hace que me sonroje.

***

Trato de concentrarme y leer, pero la mirada de Iván encima de mí, no me deja.

—¿Puedes parar de mirarme?— le pido.

Se acerca más a mí. —No, porque sé que tú tampoco quieres hacer tarea.

Ay.

—Ya deja de... de— me interrumpe.

—¿De seducirte?— asiento, y este ríe. —Esa es mi especialidad desde que estuvimos en la pequeña casa del jardín, ¿Te acuerdas?— pregunta, mientras resbala sus dedos entre mis senos, acariciándolos de una manera delicada, lenta y sensual.

𝐔𝐍 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐎 ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora