La directora Mills 𝚁𝚎𝚐𝚒𝚗𝚊 𝚢 𝚝𝚞́

Su sonrisa bella

Raven:

Me encanta todo de ella, es tan perfecta.

-Bueno dejo que te vistas.-me dice apartándose, noo, pongo cara de puchero. -No Raven, debes vestirte.-me dice y se va.

Ooh, bueno a vestirse, me cago en todo está mujer es tan guapa y perfecta, joe.
Me pongo la ropa, salgo.

-Me duele la cabeza, ya no quiero beber más.-digo cansada.

-Has tomado mucho, seguro no te acuerdas de nada.-me dice Regina mirándome.

-¿He hecho algo malo además de besarte que para nada es malo claro?-le pregunto.

-No, solo decir cosas.-me responde.

-¿Qué cosas?-le pregunto mirándola.

-Ya te acordarás, ¿es tú primera vez bebiendo?-me pregunta.

-Sí, nunca he bebido.-le respondo con una sonrisa.

-Es normal, vamos te vas a tomar una pastilla.-me dice, va caminando y la sigo.

-Vale, pero es mi casa.-le digo, me mira.

-Ah es verdad.-me dice, me rio.

Voy a la cocina cojo la pastilla, un vaso con agua y me la tomo.

-Pues ya está.-le digo.

-Bien, no vuelvas a tomar.-me dice mirándome frunciendo el ceño.

-Vale reina.-le digo con una sonrisa.

-Perdón por haber desconfiado de ti.-se disculpa.

-Está bien, no te preocupes.-le digo. -Pero que sea la última vez.-le digo frunciendo el ceño, sonríe.

Se acerca a mí, la miro de arriba a bajo, es que es tan guapa.
La miro a los ojos y me acorde de todo, uii vaya.

-No sabía que decía tantas cosas borracha.-digo mirándola.

-Vaya al fin te acordaste.-me dice cerca mía.

-Es que te mire a los ojos esos tan bellos y me acorde.-le digo mirándola a los ojos, sonríe. -Pero sigo sin acordarme del beso.-le digo mirándola haciéndome la que no se acuerda.

-Tranquila yo te ayudo.-me dice con voz seductora, me a rincona en la encimera de la cocina, pone sus manos sobre la mía y me besa con muchas ganas y con poder, me encanta.

Me subo en la encimera, se acerca y me agarra por la cintura, me besa, la agarro por el cuello con mis brazos por su alrededor, profundizando el beso.

-Creo que ya no puedo dejar de besarte.-me dice con mirada seductora, le sonrió avergonzada.

-Yo creo que me encantas y no lo creo lo sé, me encantas.-le digo mirándola, me sonrió y me besa, muerde un poco mi labio inferior, me quejo un poco.

-Ahora sí son míos.-dice sonriendo sastifecha.

-¿Lo qué?-le pregunto confusa.

-Tus labios.-me responde.
-Ah, pero esos son tuyos desde que te vi.-le digo mirándola.

-Siempre vas a decirme cosas bonitas, ¿cómo haces?-me pregunta mirándome.

-No sé me sale sólo, es que te veo y me sale, es que eres una Reina majestad.-le digo, la agarro con mis piernas, la acerco y dejo mis pernas enredadas por su cintura.

-Me encanta que me digas majestad.-me dice sonriendo, y veo en sus ojos como le gusta, sonrio al saber que le gusta y que le pone.

-Majestad.-le digo con tono seductor, me besa apasionadamente, me agarra por la cintura y me atrae a ella, besandome más.

Mi móvil suena, pero no lo cojo.

-¿No lo vas a coger?-me pregunta.

-No.-le respondo y la beso.

Suena de nuevo, lo coge Regina.

-Contesta.-me lo da, ruedo mis ojos.

Llamanda de Deif:

¿Qué pasa?-le pregunto.

Al fin contestas, ¿qué haces?-me pregunta.

Pues sí no te contesto es porque no puedo.-le digo como respuesta.

¿Sigues con Regina?-me pregunta, me quedo extrañada con esa pregunta.

Sí.-le respondo preguntándole.

Es que te llame para saber donde estabas y me lo cogió ella, ¿qué hacen?-me pregunta.

Cosas.-le respondo.

Ah perdón por molestar.-se disculpa.

No pasa nada, aaah.-grito quejándome miro a Regina frunciendo el ceño, me había
mordido el hombro.

¿Qué pasó?-me pregunta.

Nada que me ha mordida.-le respondo mirando a Regina " ", se pone a reír. Ahora hablamos.-le
digo.

Vale.-me dice.

Fin de la llamada.

Miro a Regina frunciendo el ceño.

-Me ha dolido.-le digo mirándola con tono triste.

-Oí la niña chica, umm.-dice con tono burlón, la miro con mirada furiosa.

Salto de la encimera, voy para ella y empieza a correr, corro.

-¿A dónde vas?-le pregunto riendo prosiguiendo la. -No sabe a donde vas.-me rio.

-Sí al salón.-me dice buscando el salón, me rio más, ay que loca.

-Bueno mientras tú buscas donde esta yo me quedo mirando.-le digo me paro y la miro buscando.

-Lo encontre.-me dice.

-Bien.-la felicito.

Entra al salón y voy para allá.

-A ver Reina mía.-le digo, la veo parada en el sofá mirándome.

Voy para ella corriendo y me tiro, nos caemos al sofá, la miro sonriéndole y me sonríe.

-Me gusta mucho cuando sonríes.-le digo mirándola.

-A mí me gusta mucho tus ojos.-me dice mirándome a los ojos.

-Sí son muy lindos.-le digo, se mueve para quitarse, la beso. -No te vas a ir, eres mía.-le digo mirándola.

-¿Cómo?-me pregunta mirándome.

-Nada.-le respondo mirando a un lado, se pone encima mía.

-Ea, ahora sí.-me dice, me agarra las manos y me besa por el cuello delicadamente, suelto un gemido.

Regina empieza a darme besos en el cuello y chupetones.

-Me vas hacer un chupetón.-le digo.

Me besa por la mejilla, me besa la nariz, me besa por la boca y la beso.
Enreda sus manos con las mías, mientras nos besamos apasionadamente.

El móvil de Regina suena, se queja.

-Vaya al parecer nuestros móviles están conectados.-le digo bromeando, se levanta.

Me siento en el sofá, coge el móvil.