XI

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12 de Septiembre


Ya me sentía un poco mejor desde la pelea que tuve con la maldición.

Itadori no podía descuidar su entrenamiento por lo que siguió yendo a éstos en lo que yo terminaba de recuperarme.

Hoy, Gojo nos había mandado en una misión súper fácil y simple. Debíamos exorcizar unas maldiciones de grado cuatro, era lo más bajo que existía. Éstas estaban en una primaria cerca de la ciudad, por lo que Ijichi no nos llevaría hasta allí. Seguramente estaba ocupado llevando a Gojo de acá para allá, cuando sabíamos de sobra que el peliblanco podía teletransportarse sin problema.

—Será divertido— dijo Itadori a mi lado colocándose una mochila.

—¿Qué parte de exorcizar una maldición es divertida?— me estaba colocando mis zapatillas como podía porque mi torso seguía muy lastimado. Cualquier flexión o movimiento brusco que hiciera me hacía doler muchísimo.

Parecía mentira que me estaba recuperando, tal vez deseaba estar bien, así no tenía que preocupar a nadie.

—Será divertido hacer una misión contigo— se corrigió el pelirosa—. Nunca tuvimos una misión solos, siempre fue con Ijichi, Nanami o Gojo.

—Por suerte esta misión es fácil, hasta un niño podría hacerlo— me incorporé y una punzada atacó mi costado, mi cara se contorsiono por el dolor.

—Si no estás bien será mejor que vaya yo solo— tocó con cuidado el lugar donde tenía la herida, su tacto suave y la cercanía me producían que el corazón se me acelerara. Si no moría por una hemorragia, seguro lo haría por un ataque cardíaco.

—Ni hablar, seguro te distraerás con la primer cosa que se cruce por tu camino.

—No soy tan distraído.

Lo miré sarcásticamente, era claro que el chico podía distraerse hasta con una mosca.

Salimos del escondite y emprendimos rumbo a la escuela primaria.



[...]


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Ya había pasado una hora y todavía no llegábamos.

No porque yo no encontrara el lugar, sino que Itadori se distraía con cualquier cosa.

—Admite que nos perdimos— dijo el pelirosa a mi lado.

—Jamás— bueno, sí nos habíamos perdido, pero Itadori también nos había retrasado—. Esto no pasaría si me hubieras dado el GPS desde el comienzo.

—Pero si ni siquiera sabes usar un celular— lo miré mal y me controle para no golpearle la cara.

—Da igual, ya estamos cerca.

Te Quiero || Itadori x Tú || EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora