XXIV

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—...Itadori— me zafé del agarre de Ryo y corrí hasta mi novio, el pelirosa me abrió los brazos y me contuvo en su pecho, era cálido, como siempre. 

—Sen, estas temblando, ¿Qué te hicieron?— hablaba bajo contra mi cabeza, se inclinó un poco y me levanto en brazos, yo envolví mis piernas en su torso—. ¿Ésta es la casa del señor Tadaki?

—"Tadashi"— le corrigió Ryo, entramos otra vez a la casa, Itadori me dejó en mi futón, donde hace unos segundos había estado la niña, quién sabía donde podía estar ahora. Me sentía perdida, no sabía que pasaba a mi alrededor, como si estuviera en shock. 

—... Sen... Sen, ¿me oyes?

Itadori me sacó de mi ensimismamiento, me extendió una taza de café que bebí de a sorbos, mi estómago se negaba a cooperar. Me pidió que descansara y le dije que tenía que contarle lo que había pasado, pero se negó. 

—Sen, son casi las cinco de la mañana, tienes que dormir un poco— quitó la taza de las manos y me ayudó a recostarme, en un segundo ya estaba conmigo abrazándome para que pudiera dormir. 




[...]



23 de Octubre 


La mañana llegó más rápido de lo que me hubiera gustado, Itadori y el señor Tadashi prepararon el desayuno, comimos afuera, el día era cálido, comparado con la noche fría y aterradora que había pasado hace unas horas. 

Esos sucesos parecían tan lejanos. 

El dueño de casa traía unas tazas de té, lo observé con detenimiento, era muy leve, pero pude notar que cojeaba de una pierna.

—¿Se encuentra bien?— le pregunté ayudándolo con la bandeja de tazas. 

—Si, si, no te preocupes, son los años que se me vienen encima. 

—¿Ryo no va a desayunar con nosotros?, no lo vi esta mañana. 

—Salió temprano, tenía que trabajar unos campos de un vecino que le pidió ayuda, sospecho que para la tarde ya estará aquí.

—¿Quién es Ryo?— preguntó Itadori desorientado. 

—El chico que viste anoche cuando llegaste— le respondí, el rostro de Itadori cambió completamente—. ¿Te ocurre algo?

—No.

—¡Ja, ja, ja, ja!— se rio el señor Tadashi—. Chico, no tienes nada de que preocuparte, estoy seguro de que tu novia te ama mucho.

—¿Estás celoso?— pregunté aguantándome la risa. 

—¡No, no, no, no estoy celoso!— dijo negando graciosamente a lo que reímos. Sabía que podría haber sido confuso ver a su novia siendo abrazada por otra persona que no conocía.  

Dejé de lado ese tema y lo puse al tanto de todo a Itadori; primero las víctimas y lo que había averiguado de estas, mi encuentro con la maldición y el daño que le había infringido. No me olvidé de la niña, quería llegar a ese tema lo mas rápido posible, necesitaba toda la ayuda necesaria para poder encontrarla.

—Creo que se la llevó alguien de este pueblo— dije tomando un sorbo de té. 

—Por como me cuentas que son las personas de aquí, no tengo dudas, no te preocupes Sen, la vamos a encontrar— me tomó la mano dándole un apretón para que me sintiera mas segura. Le regalé una sonrisa. 

Te Quiero || Itadori x Tú || EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora