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Salí como alma llevaba el diablo de aquel lugar. No sé si el hombre me estaba siguiendo o no pero poco me importaba. Con una sola acción o movimiento me había hecho flaquear, recordándome algo que jamás querría volver a vivir. Me alejé del cuartel sin saber exactamente a dónde me dirigía. Aterricé, tras estar saltando de edificio en edificio por unos minutos, en un patio de una de las divisiones. Comprobando que no hubiera nadie y decidida, comencé a pegarle puñetazos a un árbol para desahogarme, mientras los recuerdos venían a mi mente.

FLASHBACK

El bando enemigo había atacado mi región. Mis padres, hermano pequeño y yo nos quisimos refugiar en el bosque a las afueras junto a otras familias pero no fue posible debido a que unos bandidos de dicha facción nos interceptaron a medio camino de nuestro objetivo.

X: Coged a los niños y a sus madres- ordenó el que parecía el jefe del grupo.

Sus secuaces se acercaron a nosotros provocando que los hombres de familia intentaran proteger a sus seres queridos, pero no les dió resultado, acabando los malditos con ellos. Tomé a mi hermano para protegerlo con todas fuerzas mientras uno de ellos intentaba separarnos. Mi madre gritaba pidiendo que nos dejaran libres a cambio de su vida y, el presunto jefe se negó alegando que, para ella, tenía reservado algo mejor mientras acariciaba su mejilla.

Tras reducirnos a todos y atarnos en árboles, tomaron a las mujeres, entre ellas a mi madre, y se las llevaron a un lugar apartado. Se escuchaban ruidos raros de aquel sitio por lo que intenté deshacerme de las ataduras, consiguiéndolo. Me acerqué con el mayor de los sigilos y eché un vistazo a lo que estaba sucediendo, llevándome la peor experiencia de mi vida. Esos hombres estaban abusando de nuestras madres. Sin apenas saber qué hacer, me lancé encima del que deshonraba a mi madre, atacándole por la espalda

Mi intento de defenderla no dió resultado, causando que aquellos animales que se consideraban humanos, me tiraran al suelo tomándose a broma mi acción y me hicieran unirme a esa bestialidad.

FIN DEL FLASHBACK

Cuando volví en mí, comencé a sentir un dolor intenso en mis nudillos. Estos estaban sangrando por haber desahogado mi rabia contra un ser vivo que solo se podía defender de una forma: con su dura corteza. Miré mis manos hipnotizada y, entonces, alguien se acercó por la retaguardia

Kenpachi: ¿Un mal día?-dijo a mis espaldas y yo le ignoré- Oye, niña. Te estoy hablando-tras percibir que seguía ignorándole, me tomó del brazo y me hizo darme la vuelta- Préstame atención, maldita sea-al ver mis pintas se sorprendió y luego resopló- No sé que te ha pasado pero si no te curas esto,-me tomó de las manos y yo empecé a sentir de nuevo el dolor- no podrás entrenar en mucho tiempo y serás inútil. -dijo con seriedad-

Sin que me dejara responder, me arrastró hasta lo que parecía una pequeña enfermería donde tendrían lo suficiente para atender cosas que no fueran de gran gravedad. Me hizo sentarme en una silla y luego,revolvió todos los cajones buscando algo para cubrir mis heridas. Al encontrar lo que necesitaba, se acercó a mí para curar el daño que me había causado. Aplicó un ungüento sobre ellas y luego vendó con cuidado.

Kaori: No sabía que eras experto en esto. Espero no haberte causado mucha molestia-él me interrumpió alzando una mano para que callase y luego la puso en mi cabeza-

Kenpachi: No eres molestia, niña. Solo no vengas a destrozar mi campo de batalla sin permiso-me sonrió sin mostrar los dientes y yo hice lo mismo- Solo cuando nos vayamos a enfrentar en una pelea. Aunque yo sea más fuerte-rió escandalosamente y yo hice lo mismo- Ahora ve y vuelve con el imbécil de tu capitán. Y vuelve pronto porque Yachiru parece que te aprecia.

Con las manos vendadas, salí del edificio bajo la atenta mirada de unos cuantos subordinados del monstruoso capitán de la undécima división. Saludé con una sonrisa mientras hacía una reverencia, salí del recinto llegando, por ende,llegando a mi cuartel estaba por atardecer. ¿Tanto tiempo había estado fuera? Al acceder a mi habitación, me la encontré completamente ordenada y sin nadie dentro. Respiré hondo despejando mi mente y me dormí.

Mismos intereses (Aizen × OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora