Mismos intereses (Aizen × OC)

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Seguí a mis dos superiores hasta el cuartel y allí se disculpó la muchacha, alegando que iba rellenar el papeleo dejándome a solas con el castaño. Caminamos hasta lo que serían las habitaciones y abrió una de las puertas.

Aizen: Aquí dormirás, Kaori-chan-fruncí el ceño por el apelativo- Espero que sea de tu gusto.-dijo con una sonrisa- Te buscaré más tarde para ver el potencial de tu zampakuto.-mi semblante serio cambió a una sonrisa y entonces le respondí-

Kaori: Lo siento pero, debo rechazar su oferta. No me gustaría estar a tu merced y bajo efecto de tus ilusiones, capitán- dije dándole la espalda colocando en una esquina las pocas cosas que había llevado al cuartel. Al estar el shinigami a mis espaldas, tomó la oportunidad de mi bajada de guardia para ponerme entre la pared y su cuerpo dejando nuestros rostros demasiado cerca- Por fin dejas la mascara esa de santo y muestras tu verdadero ser-sonreí retorcidamente y, esperando alguna amenaza, me sorprendió alejándose de nuestra cercanía con una sonrisa dibujada en sus carnosos labios.

Aizen: Nos vemos más tarde, Kaori , así que no faltes-y con todo dicho se fue.

Me quedé con una sonrisa en el rostro y luego me senté en el suelo extasiada por lo intenso que era pero una vez que ya sabia que era conocedora de su secreto lo tendría más controlado. Y no solo eso, si no que, al tener una meta semejante, podríamos cooperar para cambiar el sistema desde  0.

Miré la habitación, la cual era bastante acogedora, y me senté para poder a meditar un rato. Producto de ello, aparecí en un campo de amapolas y justo en frente mía había una chica muy parecida a mi mejor amigo Gintoki mirándome con una extraña sonrisa.

Kaori: ¿Eres la personificación de mi zanpakuto?-dije seria y curiosa a la vez. Ella solo se limitó a asentir e indicarme que podía sentarme en el pasto.

Tama: Puedes llamarme Tama. Te he traído aquí porque has logrado despertar tu shikai muy rápido y para decirte que te haré lograr todo lo que te propongas.-me dijo con una sonrisa-

Kaori: Encantada, Tama. Por cierto, ¿por qué tienes la apariencia de mi mejor amigo pero en mujer?-ella se encogió de hombros y contestó.-

Tama: No lo sé pero, esta es la imagen de tu alma, después de todo.-nos miramos y comenzamos a reír- Es un placer pero creo que te llaman.-y se desvaneció haciéndome volver en sí encontrándome con el rostro de Hinamori muy cerca del mío.

Hinamori: Creí que no despertarías-se alejó y yo le miré seria- Aizen-sama me hizo que la llamase para un entrenamiento, ya que quiere averiguar cuál es el poder de tu shikai-dijo con timidez. ¿A caso no se había dado cuenta que eso era mentira? O mi teniente es una gran estratega o es que es idiota- Y tienes que firmar esto- me dio un papel y yo lo firmé- Pues ve fuera, que el capitán te espera.

Salí sin dirigirle la palabra y fui al patio de entrenamiento donde me esperaba el castaño con rostro serio pero, al verme sonrió dulcemente. Era una sonrisa bonita pero no podía dejarme engañar por su papel de niño bueno.

Kaori: ¿Ahora mandas a tu títere a buscarme? Vas mal si me quieres atemorizar.-dije con una sonrisa-

Aizen: Me parece, jovencita, que voy a tener que enseñarle como tratar a sus superiores-todos sus subordinados, y ahora mis compañeros, se agruparon para ver nuestro enfrentamiento por lo que sonreí-

Kaori: Ansiosa estoy- y así es como cruzamos espadas.

Él acabó despertando a Kyoka Suigetsu pero, sorprendentemente, veía a través de la ilusión por lo que le ataqué de lleno, lo que le sorprendió pareciendo que los demás solo veían como chocábamos espadas. No sabia que se proponía pero no iba a darme por vencida pero después de unos 15 minutos me acabé cansando del juego, activando, como consecuencia, mi shikai dejándolo aturdido o eso parecía. Sonreí victoriosa y me acerqué para aturdirle con un golpe pero me tomó del brazo y me hizo una llave.

Aizen: Nunca te confíes-me susurró al oído recibiendo el aplauso de sus subordinados- Buen trabajo, Kaori-chan-me soltó y me ayudó a levantarme.

Kaori: Esto no se quedará así, Aizen-dije con una sonrisa fingida mientras llegaba la teniente preocupada- Teniente, me ensucié las vestimentas. ¿Me podrías decir dónde está el baño?-dije lo más elegante posible-

Hinamori: Claro, emm-nos miró a los dos- sígueme

Seguí a la chica mientras sentía la intensa mirada de Aizen sobre mí, por lo que giré mi cabeza ligeramente para sonreirle con leve superioridad.

Una vez que llegué a los baños, cerré la puerta sin agradecer a la pobre muchacha y me quité la ropa sin percatarme que ya tenia espectadores. Me di el lujo de salir de la bañera y tomarme el tiempo de secarme con la toalla y ponerme un kimono limpio llegando a la conclusión de que tenía que comprar ropa y vendas para mis outfits. Me dejé bien sujeto el kimono y salí de la habitación mientras me secaba el pelo, encontrándome con varios compañeros tirados en el suelo con un derrame nasal. Chasqueé la lengua con fastidio y fui a mi habitación encontrándome de nuevo con el castaño.

Aizen: Vaya que has dejado a todos impresionados con tu espectáculo.-dijo sirviendo té.

Kaori: Está muy mal espiar, capitán-dije con voz dulce pero con una sonrisa ladina- Además, no es muy adecuado recriminar a alguien que se haya secado como una persona normal, esperando que se respetase la privacidad -dije inocentemente sentándome en la mesa y tomar el vaso de té y beber- Qué rico.

Aizen: Primero, querida Kaori, debes tener en cuenta que alguien puede aprovecharse de tu inocencia-dijo con su típica sonrisa- Segundo, en ningún momento te he espiado-dijo con leve sonrojo poco perceptible- El tema en cuestión que me ha llevado a estar teniendo esta conversación contigo es: cómo es que puedes ver a través de mis ilusiones-dijo serio- ¿Y cómo es que pudiste controlar tu shikai nada más empezar?

Kaori: Buena pregunta. Mi teoría es que al ser los dos con un poder de ilusiones, puedo ver a través de tus ilusiones.-dije con una sonrisa sincera- pero tú eres el racional, capitán.-dije seria- Con respecto a tu segunda pregunta,- proseguí- de donde yo vengo tuve un intenso entrenamiento con katanas y otras armas,- terminé el contenido de mi vaso dejándo este encima de la mesita con elegancia- por lo que supongo que no tuve problema en dejar claro mi poder desde el principio.-recalqué eso por si le ocurría amenazarme en algún momento- Espero que la conversación le haya sido de ayuda pero creo es hora de que se vaya-dije seria haciendo un gesto para que se retirara y me dejara descansar. Este se levantó y me sonrió- Una última cosa, capitán Aizen. Con respecto al plan que está llevando a cabo,- su sonrisa se fue desvaneciendo y no pude sentirme mejor- no le entorpeceré. Tenemos los mismos intereses, por lo visto

Aizen: Es bueno saberlo.-volvió a sonreír como siempre y tomó mi mano-Eres todo un misterio, querida-dijo con una sonrisa- Pasa una linda noche-acercó su rostro al dorso de mi mano y lo besó en modo de despedida- Espero que podamos hacer un mundo mejor con nuestro propósito.