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Fueron pasando los meses y la "relación" que teníamos Aizen y yo iba mejor de lo que pensaba. Seguía yendo al laboratorio de Mayuri pero me alejaba de este porque, tras su rechazo, no quería tener más allá de una relación de amistad, si es que se podría llamar así a lo nuestro, cosa que agradecí, porque o si no sería incómodo, pasando a frecuentar más la compañía de Kenpachi, entrenando diariamente durante un periodo de dos horas semanales para luego ir a tomarnos algo en la misma cantina donde fui a cenar con el shinigami maquillado, resumiéndose nuestras conversaciones en cómo nos hacíamos fuertes día tras día y cómo acabaría siendo la capitana del onceavo escuadrón si algún día llegaba a superarlo, cosa que dudaba.

Kenpachi: No puedes contra mi, niña-dijo mirándome desde arriba mientras yo me intentaba levantar tras una dura pelea con el mayor.- Pero estás mejorando, la próxima vez intenta sacar tu shikai o nunca podrás avanzar.-me ayudó tomándome de la mano.

Kaori: Podría hacerlo pero no sería divertido tenerte a mi merced-me sacudí el polvo de mis vestimentas- Aunque ahora que lo pienso, estaría bien-sonreí maliciosamente.

Kenpachi: No deberías de juntarte con los locos de Aizen y Kurotsuchi.-chasqueó la lengua-

Kaori: No puedo evitarlo, me parecen interesantes-este me miró sorprendido haciendo que fuera la única que haya conseguido que pusiera esa cara- Es broma, Zaraki. Sé que te van las mujeres fuertes y yo no llego ni a eso.-reí divertida-

Kenpachi: Eres más fuerte de lo que crees pero no potencias totalmente tu poder.-dijo serio y se removió al notar como alguien subía a su espalda.

Yachiru: Ka-chan lo ha hecho muy bien.-dijo asomándose en el hombro del shinigami-

Kaori: Yo siempre lo hago bien.-levanté mi pulgar y estos sonrieron- Debo irme pero vendré a por más cuando menos te lo esperes.

Kenpachi: Aquí te espero, amiga- yo me volteé para verle sorprendida y este soltó una carcajada- Que cara has puesto.

Kaori: Me vengaré.-salí corriendo porque llegaba tarde.

Por el camino me choqué de nuevo con Byakuya, tirándole al suelo provocando que no mirásemos por un rato y luego tomamos caminos separados, por lo que caí en la cuenta de que no era la primera vez, dándome la impresión que era una especie de señal. El resto de la travesía estuve pensando en ello hasta que llegué a mi destino, entrando en el cuartel, dirigiéndome al despacho del hombre que ocupaba mis sentimientos el cual parecía saber que entraría en ese mismo momento haciéndome sentir bastante incómoda por la creencia de sentir que sabía leer mis movimientos y adivinando mis pensamientos.

Aizen: Has tardado mucho en llegar- dijo nada más yo entrar en la estancia- Deberías ser más puntual- se puso de pie tras dejar su pluma en el tintero.

Kaori: ¿Me vas a castigar o algo?-me acerqué a él lentamente y este dibujó una pequeña sonrisa en su cara-

Aizen: Primero dúchate-me susurró estando sus labios rozando con los míos- Hueles a tierra y sudor.

Kaori: Eres incorregible- me quejé alejándome de su alcance para ir a ducharme pero este me acercó a la fuerza.

Aizen: Y tú una rebelde.-me besó los labios lentamente, acción la cual correspondí.- Ahora sí te puedes ir.

Kaori: Hay que hacer un master para entenderte, Sosuke, porque no hay quien te entienda.

Aizen: Solo tú sabes hacerlo, querida-volvió a tomar su té.

Cuando me quité todo el sudor y tierra de mi cuerpo, me puse ropa limpia mandando a lavar la otra porque sólo disponía de un par de cambios de repuesto lo cual debía de cambiar y exigir que se nos proporcionase más atuendos para la semana, pero eso no era lo más importante en aquel momento. Una vez hecho todo, salí al pasillo y me encontré con una escena que me pareció bastante interesante. Rukia y Hinamori estaban hablando así que me escondí lo más cerca de ellas para quedarme escuchando y que nadie reparara en mi presencia.

Mismos intereses (Aizen × OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora