Mismos intereses (Aizen × OC)

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Los días iban pasando de lo más lento por querer prestar atención a cada momento que estaba cerca del castaño, aguardando que , en uno de ellos, se dispusiera a decirme cuál era ese castigo por el que tanto insistió, hasta que el día llegó.

Estaba realizando las tareas diarias en el cuartel junto a mi grupo asignado, cuando Hinamori se acercó a mí de la forma más inocente y me ordenó que detuviera mi labor para poder informarme de algo.

Hinamori: Aizen-sama me ha dicho que ya encontró un castigo para ti- la miré mientras me secaba el sudor con una toalla que tenía enrollada en el cuello- Quiere que limpies su biblioteca personal, creo que dijo libro por libro-dijo lentamente- Deberías hacer más caso al capitán, me preocupas Kaori-san. Él pidió expresamente que formaras parte de nuestra división y parece que no estás agradecida por ello-negó con la cabeza decepcionada-

Kaori: No es que sea desagradecida, sino que se malentendió lo que sucedió. Yo no escapé, me sacaron de allí, entendiendo que habían cometido un error- mentí- Sé que obré mal pero gracias a ello ahora podré aportar algo bueno a la ciencia. Me hace muy feliz que alguien en este edificio vela por mi seguridad, Hinamori-san. Eres muy buena persona- apoyé mi mano en su hombro- Ahora con su permiso, debo cumplir con mi castigo pero, espero que no hayas olvidado la conversación que tuvimos.-ella abrió los ojos como platos por mis palabras-

Hinamori: El capitán me dijo que no debía temer de nada, que me protegería si algo me pasaba-dijo enfadada y yo le miré por encima del hombro tras detener mis pasos-

Kaori: No deberías depender tanto de los demás. Eres más fuerte de lo que piensas- fui directa hacia la biblioteca tras despedirme.

Limpiar cada estantería y quitar el polvo a decenas de miles de libros era un trabajo bastante duro. Me fastidiaba eso pero lo hacía aún más que ni siquiera se había dignado a comunicármelo por sí mismo, sabiendo que me molestaría más que su subordinada me lo notificara dejándome ver que podía hacer lo que fuera cuando quisiera.

Tras dos horas limpiando, me coloqué mejor sobre la escalera donde estaba subida haciendo que esta se resbalara, de este modo, haciéndome caer golpeando mi cabeza contra el suelo. El mareo que sentía no me dejaba ver con claridad ya que se me abrió una brecha en el lateral derecho de mi cabeza, empezando a sangrar. No sé si fue por el golpe o por la poca coherencia de la situación, comencé a reír mientras observaba mi mano con la sangre que emanaba de la herida recién hecha.

Después calmar mi carcajada, me quité las vendas que estaban enrolladas alrededor de mi pecho y me dispuse a enrollarlas en mi cabeza para tapar la hemorragia. En el momento que termine de atender la lesión, la puerta de la sala se abrió dejándome ver una silueta masculina que podría identificar en cualquier lugar ya que convivía diariamente con él. Aizen me miraba como si estuviera viendo a un cervatillo herido mientras colocaba correctamente mi kimono.

Aizen: ¿Cómo es que siendo tan hábil en los entrenamientos y eres tan torpe a la hora de limpiar una simple estantería?-dijo con una sonrisa provocando irritación en mí- ¿Necesitas ayuda?- se acercó a mí con intención de ayudarme a levantar del suelo pero no le dio tiempo, ya que lo hice por mí misma, a pesar de que acabé en sus brazos debido a que el mareo que tenía me produjo una pérdida de equilibrio - Deberías darte por vencida. Reconoce que no puedes más-me sujetó de la cintura- Debes de estar agotada- expresó con tono de superioridad- hasta te has hecho daño-intentó tocar mi cabeza pero le aparté la mano de un golpe-

Kaori: Estoy bien-dije fríamente soltándome de su agarre y apoyándome de una estantería para no volver a perder la estabilidad- Te demostraré una vez más que no soy débil, que soy más fuerte que tú- susurré subiéndome de nuevo a la escalera, esta vez, con cuidado.