ᴥCapitulo 37ᴥ

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Wang Yibo se levantó para bañarse y cambiarse d ropas muy temprano, estaba rodeado por más de una docena de sirvientas. Se puso un vestido tipo kimono, peino su pelo en un chongo y colocó los adornos de Jade y oro en su cabello capa por capa.

Cuando se había casado con el rey, había sido una ocasión alegre y festiva. Esta vez, el ambiente era serie y solemne, el Rey de Zhen Beibi había rechazado la ceremonia ostentosa y llamativa, había ordenado que todo fuera más simple.

Song Qing se había mantenido al margen d las cosas, con una actitud indiferente, no hablaba mucho. La mayor parte del tiempo Wang Yibo no sabía que estaba pensando y, solamente cuando le preguntaba algo, el contestaba honestamente, sin embargo, en ese momento, tomó la iniciativa de hablar.

"No debería haber esto"

Wang Yibo lo escucho. Se había pintado los párpados con maquillaje rojo, que lo hacía ver más femenino y suave de lo habitual. Song Qing suspiro, con razón el rey estaba obstinadamente aferrándose a el.

"Su Alteza la escogió como su segunda concubina para proteger la, incluso si su Alteza ordenó que me hiciera cargo de su vida diaria, me es imposible cuidarla todo el tiempo.

Wang Yibo no entendía del todo.

"Nunca había visto que a su Alteza le gustar tanto una persona, ¿ya lo hará escuchado? Las nueve hermosas concubinas antes de usted, de hecho eran más de nueve, todas ellas vivieron miserablemente. Al rey le gusta lo nuevo y le desagrada lo viejo, una vez que el rey perdía el interés por esas bellezas, ellas morían en las manos de la princesa y al rey no le importaba. La belleza es como la ropa, la nueva siempre es más atractiva y hermosa que la vieja, pero es usted es diferente.... "

Wang Yibo comenzó a sentirse adolorido.

Resultaba que al rey le había dado más que simples juguetes, quería estar con el día y noche, y que lo acompañara siempre.

Wang Yibo era un esclavo indispendable, pero había crecido en una casita destartalada de un vieja mansión. Era un esclavo que le pertenecía a alguien más, no tenía nombre, ni casa, ni familia, pero el Rey de Zhen Bei le había dado todo.

Pero todo eso, el no lo merecía.

El dedal de uno de sus dedos se había enterrado en su palma.

"Este sirviente ha habido de más, me retiro. "

Una vez que song Qing se retiro, Wang Yibo se limpio las lágrimas en el espejo de bronce y vio a un hombre que se radicaba la cabeza. Nadie se atrevía a tontear en el Palacio del rey excepto por Bian XIV.

"Pequeña belleza.... "

La voz de Bian XIV era frívola y Wang Yibo no tenía ganas de tratar con ese lunático, por lo que le dio la espalda.

"Oh, ¿estas llorando?"

Bian XIV se sentó en el tocador y tomó una naranja, comenzó a pelarla.

"Mira tus lágrimas conmovedoras, ya no serás una concubina, es lamentable que no pases un buen rato. " El médico sonrió. "Pero no había esperado que en tu Estado enfermo pudieras hacer que el rey de Zhen Bei quedará tan prendado de ti. "

Wang Yibo no tenia ganas ni de ignorarlo, la actitud de este loco era tan diferente de la fría personalidad de Song Qing. Donde había emoción y reuniones, estaba bien aprovechar las cosas.

"¿Quieres comer?"

Bian XIV preguntó, mientras ya estaba metiendo un gajo en la boca de Wang Yibo.

Wang Yibo estaba molesto y lo escupió en un recipiente.

"No comas y escuelas. " Bian XIV le dio un puntapié a Wang Yibo. "Pero no crees que todos estos hombres son unos cerdos que solo les gustan las cosas nuevas y desprecian lo viejo. Eres tan hermosa y ¿te vas a condenar consagrandote como segunda concubina? ¿Que hay de lo que tu quieres? Si fuera yo, ¡para que quiero un palacio! "

Wang Yibo lo miro de reojo, ¿como era posible que un simple loco pudiera ser también un médico que se dedicaba a salvar vidas?

●El Amante Mudo● ~ZhanYi~ Parte 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora