●El Amante Mudo● ~ZhanYi~ Parte 1.

°Capitulo 102°

"Yibo"

El emperador se sonrió alagado y sostuvo la mano de Wang Yibo en su palma, solo el sabía que tan íntimos eran y si corazón latía desbocadamente. Este era el momento que había esperando por mucho tiempo.

El entendía por que Wang Yibo había temido que hacer eso. Sin embargo, incluso aunque era falso, el se sentía completamente feliz.

"Xiao Zhan parece que te sentías demasiado confiado, pero Yibo ya se ha olvidado de ti".

Xiao Zhan miraba fijamente a Wang Yibo sin desviar la mirada a sus ojos, que eran como un abismo, no mostraban ninguna sorpresa. Parecía que podía ver a través de Wang Yibo.

Ciertamente había cambiado, ya no lucía como un esclavo sirviente con una mirada de reverencia y entusiasmo, y tampoco tenia que depender de nadie. Parecía que había encontrado su propia alma y lucia glorioso.

Sentía que Wang Yibo era un poema que quería regresar para el mismo y se Enria enojado. Wang Yibo tenia originalmente un temperamento que era como el jade, ahora había añadido un espíritu educado y lucia mas confiado, lo que lo hacia aun mas atractivo.

Xiao Zhan se Enria poco preparado para enfrentar a este Wang Yibo, antes era capaz de controlarlo firmemente pero ahora sentía que emanaba un tipo de opresión y que se había alejado completamente de el.

"¿De verdad?" Xiao Zhan sonrió burlonamente, con el corazón lleno de malicia. "¿Para que querías venir aquí si no te atreves a mirarme?"

Wang Yibo se paralizó por un momento, ciertamente no se atrevía a verlo directamente, tenia miedo de que el rey lo examinara con sus ojos agudos de águila y expusiera su falsedad.

"¡Tienes opiniones muy fuerte!" el emperador le grito enojado. "La razón por la que Yibo vino no tiene nada que ver con que no pudiera olvidarse de ti. Esta aquí para preguntarte, ¡¿a donde has llevado a su madre?!"

Xiao Zhan lo miro con ojos profundos y comenzó a reírse sonoramente.

"Resulta que tienes !muchos trucos que solo prueban tu conciencia culpable". Xiao Zhan se dio la vuelta y admitió. "Te refieres a la anciana de la residencia del magistrado, hace unos meses este rey ordeno que la sacaran de esa residencia. En cuanto a donde la tengo escondida, no quiero decirlo en este momento".

Lleno de enojo, el emperador levantó el látigo que tenia a su lado y lo lanzó violentamente, una marca profunda llena de sangre apareció en el pecho de Xiao Zhan. Las púas del látigo habían cortado su piel y la sangre había comenzado a desbordarse inmediatamente.

"¡Ja, ja! Te atreves a probar las diez torturas de la prisión, ¡¿quieres ver si este rey se relaja?! Ja, ja, ja"

Xiao Zhan se reía violentamente, como si el fuera el verdugo, se lamió los labios con su lengua, sediento de sangre y arrogante, y miro directamente a Wang Yibo. Wang Yibo se sonrojo bajo esos ojos feroces.

Aunque el látigo había golpeado al rey de Zhen Bei, Wang Yibo sintió dolor. Bajo el rostro y no se atrevió a ver la herida, la sangre parecía una lengua de fuego y el corazón de Wang Yibo estaba quemándose y sentía escozor.

El emperador lo abrazo y le dejo recostarse en su pecho, consolándolo suavemente.

"Yibo no tienes que temer miedo".

Wang Yibo tenia miedo, pero no porque lo castigaran sino que temía no poder controlarse y empezar a rogar en defensa del rey de Zhen Bei.

"Yibo".

Al verlo apoyado en el emperador, Xiao Zhan grito de repente.

"¡Ven aquí! Te diré donde esta tu madre".

Wang Yibo giro la cabeza incrédulo y Xiao Zhan le sonrió enigmáticamente, ¿realmente le diría tan fácilmente donde estaba su madre?

Wang Yibo no podía evitar creerle, si hubiera cualquier rato de esperanza, tenia que aferrarse a el.

Camino hasta quedar enfrente de Xiao Zhan, demasiado cerca, de repente sintió que había regresado al pasado y su amor por ese hombre no se había reducido en lo mas mínimo.

"Acercare mas, sólo te lo diré a ti, no quiero que el lo escuche".

La voz de Xiao Zhan lo hechizaba e, inconscientemente, Wang Yibo obedeció sus órdenes.

"¡¿Que es lo que tratas de hacer?!" el emperador preguntó helado.

Xiao Zhan era demasiado perezoso para responderle y solamente hablo con Wang Yibo. "¿No quieres saberlo? Ven, este rey te lo dirá".

Wang Yibo no pudo evitar acercarse más, estaban prácticamente pegados. Podían ver a detalle las gruesas cejas del rey que eran como espada de tinta, los ojos obscuros e impredecibles, y su nariz recta. Rodó esto aparecía en los sueños de Wang Yibo, lo hacían en enamorarse, y eran la causa de que perdiera el suelo todas las noches.

Xiao Zhan bajo la cabeza y la acercó al cuello de Wang Yibo, cerro los ojos y lo olfateo.

"Yibo eres tan dulce".

Xiao Zhan levantó las comisuras de su boca y sonrió lleno se encanto malicioso. El aroma del cuerpo de Wang Yibo no era como él olor a maquillaje de una mujer, era un perfume único y suave. Y como ahora se pasaba todo el día leyendo y escribiendo en el pabellón Qilin su cuerpo estaba contaminado con el olor de la tinta.

La voz de Xiao Zhan era melosa y baja, ligeramente ronca, era como el veneno de una serpiente venenosa que hacia que Wang Yibo se sintiera mareado. Tuvo que pellizcarse en secreto solamente para poder mantener la razón.

Justo cuando iba a intentar gesticular para cuestionarlo, su mejilla fue embarrada con una cosa caliente, había sido sólo un toque, pero la fuerza fue muy intensa. Xiao Zhan extendió mas la lengua, lleno de travesura, y recorrió los labios de Wang Yibo.

Wang Yibo dio un paso atrás lleno de terror. Xiao Zhan estaba en una situación tan precaria, pero aun así pensaba en juguetear con el y ¡¿besarlo de esa manera?!

"Fragante, ¡todavía tan fragante como antes! Ja, ja, ja"

Xiao Zhan se lamió los labios, como un niño que acababa de probar azúcar, satisfecho.

'Tu, ¡¿por que?!'

Los pensamientos de Wang Yibo eran caóticos, ¿no estaba harto de el? ¿Por que lo besaría? ¡¿Solo para hacer enojar al emperador?!

Lo que más asustaba a Wang Yibo era que su corazón estaba latiendo rápidamente y ¡¿sentía un poco de alegría?! Incluso aunque el rey de Zhen Bei solo lo utilizaba para burlarse del emperador, el estaba dispuesto.

"¡¡ Xiao Zhan!!"

El emperador estaba realmente enojado, levanto el látigo y lo descargo varias veces, sólo para que Xiao Zhan se riera más descaradamente.

"Yibo, no le hagas caso a este loco, sólo esta jugando con nosotros. Ve regresa primero".

El emperador agarro a Wang Yibo del brazo preocupado, lo que Xiao Zhan acababa de hacer lo ponía completamente celoso. El la pasaba mal cuando tenia que contenerse, pero se había aguantado porque quería actuar como un caballero para que Wang Yibo se entregara a el voluntariamente. Pero Xiao Zhan era muy cruel, haciendo lo que se le diera la gana sin siquiera pensar en los sentimientos de Wang Yibo.

"Yibo" Xiao Zhan le grito de repente. "Si vienes de nuevo mañana, este rey tal vez te lo diga de verdad".

El emperador estaba enojado y desesperado. Xiao Zhan estaba buscando la incertidumbre sobre su madre pata retener a Wang Yibo y hacerlo venir cada día a verlo, ¡¿para que pudiera seguir insultándolo?!