ᴥCapitulo 79ᴥ

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Wang Yibo camino enérgicamente, casi corriendo, hasta el estudio del rey donde le dijeron que había ido al pabellón Bingxin. Lo sostenía en sus manos sonaba un poco mientras se agitaban, pero Wang Yibo lo escuchaba claramente, su corazón latía como el de un conejo por la emoción

Wang Yibo no conocía bien el palacio, cuando finalmente encontró el pabellón Bingxin, estaba empapado en sudor. Jadeaba muy rápido y el aire helado entro en sus pulmones, le dolía y comenzó a sofocarse.

Xiao Zhan estaba en el pabellón concentrado en una mesa con arena, esa mesa simulaba un mapa.

Al escuchar los pasos apresurados d Wang Yibo, Xiao Zhan fruncio el entrecejo y soltó unas banderas que tenia en la mano.

"¿Song Qing esta cuidando bien de ti? ¿Cuando te permitió este rey andar corriendo por el palacio?"

Wang Yibo sabia que no debía correr alrededor en contra de los deseos del rey, pero como no quería verlo, solamente había podido encontrarlo de esa manera.

Wang Yibo se acerco a Xiao Zhan.

'Tengo algo para ti'.

Wang Yibo repitió sus gesticulaciones por que por el cansancio y los nervios estaba siendo incoherente.

Xiao Zhan no sabia que podía ser, levantó la ceja con elegancia, el era el único que le había dado regalos a Wang Yibo. ¿Que podría darle? ¿Que cosa merecía que el viera? ¿Su cuerpo? Ya era suyo y, después de que fue profanado por el emperador, ya no lo quería nunca más.

Wang Yibo tomo la mano de Xiao Zhan y coloco solemnemente un pequeño cubo en la palma, después lo empujo enfrente de los ojos de Xiao Zhan, tenia los ojos llenos de esperanza.

Era como si dijera, mira, este es mi corazón, no me gusta el emperador, tu nombre es el que esta grabado en el frijol rojo.

Wang Yibo no podía esperar a probar su valía con este modo infantil, así como los frijoles del dado eran de un rojo brillante, así era su corazón sincero.

Xiao Zhan sostuvo el exquisito dado y solo lo miro. El jade blanco del dado estaba esculpido en pequeños cubos, que estaban unidos con un hilo rojo, si no se observaban los frijoles con detalle no se podía ver las letras.

"¿Que quieres decir?"

La orilla de la boca de Xiao Zhan estaba llena de burla, le parecía ingenioso aventar el dado y jugar con el.

Wang Yibo se sintió desilusionado y entro en pánico. Si, esta es la tradición de mi tierra natal, Yunmeng. El territorio del norte estaba a miles de millas de Yunmeng y era lógico que Xiao Zhan no supiera de esta tradición.

'Mi madre me dijo que la gente en nuestro pueblo grababan el nombre de la persona que aman.....'

Wang Yibo gesticulaba enérgicamente, sin embargo, por un largo tiempo, su lenguaje de señas no era preciso. Entre mas ansioso se ponía, era  mas probable que fuera torpe y confuso, la mitad de lo que decía no se entendía.

'Mierda'

Xiao Zhan no tenia paciencia para verlo bailar.

"Este tipo de tonterías infantiles, a este rey no le gustan y no le sirven para nada".

Aventó el dado por la ventana, cayó en la nieve y desapareció.

La sonrisa forzada d Wang Yibo se quedo congelada en su cara y sus pupilas se encogieron. Mientras el dado caía, era como si también hubiera caído de un edificio alto.

De repente, se dio la vuelta y corrió por las escaleras que salían del pabellón. Se tropezó y su codo perdió un pedazo de piel, pero no le importó en lo absoluto, corrió hacia la nieve como un loco, ridículo y avergonzado.

La mente de Wang Yibo estaba en blanco, solo quería recuperar el dado, pero era casi del mismo color de la nieve y la pequeña parte roja del dado estaba cubierta,. Era imposible encontrarlo a primera vista.

Wang Yibo estaba ansioso, arrodillado y escarbando en el suelo buscándolo, sin pestañear, por el miedo a perderlo en una mirada. Sus manos delicadas abrían la nueva, pero era difícil buscar pulgada a pulgada.

●El Amante Mudo● ~ZhanYi~ Parte 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora