°Capitulo 94°

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"Sin embargo, en este mundo, la muerte no llegara fácil. ¿Como podría esta princesa ser tan tacaña contigo?"

La princesa se inclino y lo miro débilmente.

"No tienes que culparme a mi, culpa a su alteza por gustarle tanto. Mira, para lograr que el rey se aburriera de ti, ¿que tanto tuve que hacer? Al rey le gustaba tu piel suave, entonces te di un poco de veneno, mira, tu cuerpo no es tan atractivo como lo eras antes. Además, el rey no se ha compadecido de este lamentable jade fragante, de hecho, no has tenido una buena vida en años. Pero no puedo esperar más, cada día que pasaste en el palacio yo tuve que soportar dolor y odio".

Wang Yibo respiro hondo, tal vez el tambien era un egoísta, nunca pensó en nadie más que el y le había causado tanta miseria a la princesa, ella se odiaba a si misma por sentado.

"¡No podía esperar más! Así que tome la iniciativa de convencer a su Alteza de que te llevara a la cacería de invierno. Mi hermano mayor, a escondidas de mi, uso a sus guardias para que pretendieran que eran hunos y así obtuvo la oportunidad de estar a solas contigo. También me dijo que no tenia permitido poner tu vida en riesgo. ¡Realmente no lo entiendo! ¡¿Por que mi hermano mayor te protege?! Nunca me había golpeado, pero por ti, ¡esclavo barato!, me golpeó por primera vez. Yo se ¡fue lo correcto aventarte del acantilado! Tu eres un demonio, ¡el azote de los hombres!"

¿Los hunos eran guardias del emperador fingiendo?

Wang Yibo abrió la boca. Y la vez que el emperador había ido a la residencia Shaohua, podía ser que, ¿tampoco fuera un accidente sido intencional?

Sin embargo, por que el emperador había querido separarlo del rey? Era justo por todo lo que el emperador había hecho y dicho que el rey había malentendido todo una y otra vez.

"Desafortunadamente, la gente no es tan confiable como una esperaba". La princesa sonrió. "Hubiera sido maravilloso que murieras, pero eres tan importante para ellos incluso cuando habías caído del acantilado, tanto como su alteza como mi hermano mayor, ¡te estuvieron buscando como locos! ¡¿Que es tan bueno de ti?! Nunca había visto a mi señor tratar a una persona de esa manera, ¡paso todo la noche en el fondo del acantilado buscándote!"

El corazón adormecido de Wang Yibo sintió una violenta puñalada.

¿El rey realmente lo había buscado toda la noche? En ese momento, Wang Yibo y el emperador habían estado escondidos en una cueva durante la noche. Cuando salieron y se encontraron con el rey, el estaba helado y había pensado que tenia una relación privada con el emperador.

Wang Yibo siempre sintió que el rey lo había malentendido y era injusto, pero nunca se le ocurrió que lo buscara a la mitad de la tormenta de nieve, solamente había visto lo decepcionado que estaba porque había pasado la noche con el emperador.

Se sentía amargamente herido. Si no fuera por estos errores, ¿el y el rey seguirían siendo cariñosos uno con el otro? ¿En lugar de llegar al final del día de hoy?

"¿Por que estas derramando lágrimas? ¿A quien quieres enternecer con esa mirada miserable?" le dijo la princesa lastimosamente. "Gracias a la ayuda de mi hermano, paso a paso, ¡pude hacer que el rey se decepcionara de ti! No has pensado, ¿por que el pendiente de jade que te había dado su alteza estaba en las manos de Sun Lao?"

No hacia falta decirlo, cuando Sun Lao había mostrado el pendiente de jade, el lo había pensado. En la noche que paso al fondo del acantilado, el emperador se lo quitó y luego prepararon todo, así la princesa siguió el plan a la perfección.

Wang Yibo no podía decidirse, ¿el emperador era bueno o malo?

"Hoy, finalmente, ¡esta princesa puede respirar en paz!"

La princesa estaba llena de odio y le piso la cara.

Su cara estaba contra el suelo, su piel se desgarro y se lleno de sangre y polvo, que lo hacia ver bastante humillado y sucio.

"¿Estas muy orgulloso de tu cara y tu cuerpo? ¿Te gusta que un hombre te penetre? La princesa concederé tu deseo hoy y ¡te hará feliz! ¡Entren!"

Fuera de la puerta del cuarto pequeño, había cinco o seis hombres enormes con el pecho desnudo, todos con la cara limpia y solo llevaban sus pantalones.

Wang Yibo abrió los ojos lleno de terror y la princesa se río al ver su miedo.

"Este es el pabellón secreto del establecimiento Qin Huai, no me digas que eres un mudo incapaz de pedir ayuda, una persona con una lengua como la tuya. ¡No puede hacer ningún sonido! Estos caballeros entrenan a las prostitutas del establecimiento, especialmente a las novatas desobedientes, ¡solo cierra los ojos y disfrutalo!"

Wang Yibo temblaba descontroladamente, forcejeando contra la cuerda que se encajaba en su piel, sin embargo, entre más luchaba más estrangulaba su piel más sangraba.

Los hombres gigantes se quitaron los pantalones y lo rodearon.

'No, dejenme ir'. Wang Yibo forcejeaba con todas sus fuerzas y no podía pedir ayuda, sentía un calambre en su estómago y nausea ácida.

Quería vivir, vivo y sin manchas. Su madre todavía lo estaba esperando.

"Hermanos hemos estado en este establecimiento por muchos años y nunca habíamos visto a alguien tan fabuloso, que bendición".

La princesa les habló con frialdad. "No se apresuren, uno por uno, ¡turnense para servirle a la concubina imperial!"

Wang Yibo había sido levantado y acomodado en la mesa, varias manos lo tocaban y desgarraban su ropa.

'Ayu.... Ayundenme'.

Sus manos y pies fueron agarrados y dos lineas de lágrimas caían por su rostro. Deseaba poder desmayarse y no tener que sufrir este tormento que era siete veces peor que la muerte.

Varios hombre lo lamían y mordían, el olor de uno de esos hombres lo hacia sentir enfermo.

¿Por que no venia el rey a salvarlo?

'Les ruego que me maten'.

Los ojos de Wang Yibo se llenaron de rojo y comenzó a llorar sangre.

●El Amante Mudo● ~ZhanYi~ Parte 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora