El manual de lo prohibido › Lee Heeseung ✔︎

Capítulo 41

Sunoo: —Eso suena interesante. —Rio.

El timbre apagó la risa de los dos, el reloj marca las seis con quince minutos apenas. ¿Quién puede ser? Ambos nos miramos extrañados.

Sunoo: —¿Esperas a alguien? —Me preguntó.

Hanna: —No que yo sepa. —Negué con la cabeza y luego salí de mi habitación para abrir la puerta.

Sunoo fue detrás de mí y cuando abrí la armazón de madera me llevé una gran sorpresa al ver a Heeseung allí, los ojos casi se me salen de las órbitas.

Hanna: —¿Lee? —Articulé, claramente sorprendida.

Heeseung: —Ay, yo pensé que ya habíamos dejado las formalidades. —Bromeó y luego miró por encima de mi hombro a Sunoo, quien lo mira embobado.

Se abrió paso sin que yo le dijera que lo haga y le sonrió a Sunoo.

Heeseung: —Hola. —Le dijo.

Heeseung: —Soy Heeseung. —Le extendió la mano.

Hanna: —El novio de Minchae. —Dije, cerrando la puerta de mala gana. ¿Por qué nunca deja bien en claro quién es?

Sunoo: —Hola. —Musitó, tendiéndole la mano también.

Sunoo: —Sunwoo.

Heeseung: —No, yo soy Heeseung. —Dijo este.

Sunoo rio.

Sunoo: —No, no, digo que yo soy Sunwoo, pero dime Sunoo.

Heeseung: —¡Oh! ¡Sunoo, claro! He oído hablar tanto de ti. —Dijo.

Heeseung: —Me da gusto conocerte al fin.

Me aclaré la garganta, haciéndome notar.

Hanna: —Sunoo, amm... el manual de mi habitación, ammm... podrías guardarlo. ¿Por favor? —Farfullé, recordando que dejamos las fotografías al descubierto y regadas en la cama.

Sunoo: —Claro. —Captó rápidamente el hilo de mis palabras y salió disparado hacia mi habitación.

Miré a Heeseung, aunque no quiero admitir que estoy encantada de que esté aquí, estoy tratando de permanecer seria.

Hanna: —¿No es muy temprano para que vengas? —Traté de sonar lo más normal posible, pero el pánico no se puede ocultar muy bien detrás de mi voz.

Heeseung: —Sí, pero ya que mañana será la fiesta del señor Rinaldi, quiero saber qué vamos a hacer mañana o a qué hora nos iremos. —Su mirada gacha bailó fugaz.

Hanna: —Pero...

Sunoo: —¡Listo! —Me interrumpió, saliendo de mi habitación con una sonrisa brillante adornando su bello rostro.

En ese momento agradecí al cielo que él se encuentre aquí; así al menos no me veré tan obvia, no seré tan torpe al hablar con Heeseung, y mi razón mantendrá calmado a mi corazón.

Sunoo y Heeseung conectaron enseguida, ambos son muy sociables y la plática entre ellos fluyó de manera rápida, eso me alegró.

Cuando Minchae llegó junto con Jake sonreí de manera significativa, aunque me duela en lo más profundo de mi alma ver juntos a Heeseung y Minchae, sé que eso me sirve para ponerle freno a mis absurdos sentimientos.

Luego de que Jake y Sunoo se fueran, me encerré en mi habitación como de costumbre, pero no pasó mucho tiempo cuando oí que llamaron a mi puerta, el murmullo de voces desapareció del exterior y solo los golpeteos en la puerta, algo apagados, se oyeron en el silencio sepulcral.