Capítulo Cuatro

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𝙻𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚘𝚗 𝙷é𝚛𝚘𝚎𝚜 𝚢 𝚕𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘












❝𝙻𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚘𝚗 𝙷é𝚛𝚘𝚎𝚜 𝚢 𝚕𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘❞

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Con un nuevo día llegando, nuevas responsabilidades se van asomando. Jaemin al despertar desayunó animadamente con sus compañeros. Luego se prepararon y partieron al palacio. Una vez dentro, Jaemin ve el pequeño manantial con una estatua en el centro, se apenó cuando notó el arco de violín del pelirosa.


—Chicos, adelantense. Voy a hacer algo —les avisó.

Los dos asintieron algo extrañados y lo dejaron.

Jaemin se quedó mirando la estatua pensativo hasta que se le ocurrió una idea.

Mientras tanto, Haechan y Renjun van tomando los utensilios de limpieza se encuentran con el mayordomo Zhang.

—Buenos días, Mayordomo Zhang —saludaron ambos al mayor, el cual al mirarlos sonrió amable dejando a la vista su hermoso hoyuelo derecho.

—Chicos, no los vi ayer —exclamó. Desordenó los cabellos de los menores con cariño. Él también es un Omega de cabellera pelinegra, no mucho más alto que los jóvenes pero si mayor, teniendo unos treinta años aún estando soltero. Al igual que Renjun, es extranjero.

—Si, estuvimos algo ocupados por culpa de la bruja —contestó Haechan refiriéndose a Madame Choi.

—Cuidado que después nos escucha —le reclamó Renjun con enojo, mirando a los costados con miedo.

De pronto, Jaemin se apareció con su arco y se la extiende al dueño, dejándolo perplejo.

—¡Jaemin! ¿Cómo lo agarraste? No debiste, estás todo mojado —exclamó entre sorprendido, preocupado y conmocionado.

—No es nada, se secará —le restó importancia a su ropa —Lo bueno es que recuperé algo que te quite sin querer.

—No debiste —se sintió honrado por aquel gesto y tomó su arco. Estaba pensando en comprar uno nuevo o pedirle a los desvergonzados Guerreros de la Élite que rondan por la Ciudad "protegiendo" los Omegas. Muchos si que lo hacen pero hay otros que no le agradan para nada.

Ahí, Jae notó la presencia del Mayordomo y se inclinó por respeto.

—Na Jaemin —se presentó.

—¿Hijo de Na Leeteuk? —cuestionó sorprendido. Nuestro protagonista se quedó perplejo al haber sido rápidamente reconocido y asintió.

—Si, ¿cómo lo sabe?

—Soy Zhang Yixing. Él daba clases de lucha a niños, entre ellos estaba yo —reveló con una sonrisa de nostalgia. —Él es un héroe...

—Lo sé, gracias.

Los Omegas NO son Héroes [Nomin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora