Los Omegas NO son Héroes [Nomin]

Capítulo Diez

❝ 𝙸𝚗𝚏𝚎𝚛𝚒𝚘𝚛❞

¿Quién diría que detrás de esa fachada arrogante Chenle ocultaba un pequeño niño interior?

Además de haber demostrado tener buenas habilidades de lucha, ya que contó que como el único Omega de su familia le enseñaron algunos trucos para protegerse, resultó ser alguien más soportable de lo que pensaban.

Sabiendo que tiene miles de guardias reales y Guerreros que pueden protegerlo a cualquier hora y en cualquier momento, Chenle aun así se comprometió y empezó a entrenar junto a los "plebeyos".

Debido a la tristeza por sus problemas pensó que viviría un infierno luego lo de Jeno, pensó que no soportaría la culpa y la agonía y se ahogaría de lágrimas pero no es así. Si, está muy triste pero gracias a las prácticas junto a sus sirvientes su mente empezó a distraerse encontrando un pasatiempo a gusto que compartir con personas que no parecen odiarlo ni juzgarlo a pesar de todo el mal que ha hecho.

Si ellos le pueden perdonar. ¿Jeno también? Se preguntó con ilusión.

Renjun usualmente no es de los que juzga pero realmente pensó por un momento que no había nada dentro del hueco y superficial Chenle pero en estos últimos días, se dio cuenta de lo equivocado que estaba. Aquel pequeño Príncipe es mucho más humano de lo que creyó que sería, sus obligaciones, su círculo social y el como fue educado, todo tenía que ver con su comportamiento narcisista que recientemente fue desapareciendo. Sólo le hacía falta hacer la cosa más sencilla y sin sólo un billete, conseguir buenos amigos.

Pero a pesar de toda la alegría que sienten el uno con el otro, Huang se dio cuenta de algo extraño del menor, a pesar de entrenar para luchar por si mismo, lo siente cohibido de alguna manera, como si aún estuviese encerrado en la torre más alta y lejana, como si no conociese lo que es la vida y el disfrute.

Por primera vez, se sintió mal por alguien que no le falta comida ni un techo, pero si amor.

Fue pensando en aquello mientras se cepillaba los dientes en el baño en esa mañana. Salió luego de dar las últimas gárgaras y escupir. Haechan había salido más temprano para visitar a su destinado en la panadería antes de iniciar con el trabajo por lo que solo quedaban Jaemin y él en la habitación.

Buscó al peli azul con la mirada para decirle que es hora de irse, pero las palabras quedaron estancadas en su boca cuando lo vio de espaldas justo en frente de su cama sosteniendo algo brillantemente afilado.

Frunció el ceño confundido, dio un paso hacia adelante buscando ver exactamente qué es eso, a su percepción parece un arma filosa pero no está seguro de nada.

Antes de que pudiera descifrar el objeto, Jaemin se dio cuenta de su presencia y rápidamente lo cubrió con una vieja tela para guardarlo en su único bolso. Fingiendo calma lo deja debajo de su cama y se levantó con normalidad para dirigirse hacia el pelirosa.