En la ciudad Eclafield existen dos club bar, el Slytherin y el Gryffindor, siendo ambos los más prestigiosos. (T/N) se encuentra con un viejo amigo en el bar Gryffindor. Y por azaraes del destino es contratada por él para ayudarle en su misión de se...
Habías decidido acercarte pero un guardia te impedía seguir avanzando. Cuando de pronto escuchaste una voz masculina y supiste de quien se trataba, era nada más y nada menos que, Cédric Digory, el ceo del bar Gryffindor.
—(T/N), por favor pasa. Deberíamos ir a mi despacho que queda más arriaba. Ahí podremos platicar a gusto.
Accediste subir hasta su despacho y al entrar, el lugar es muy elegante
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—Toma asiento —te dirigió la palabra.
Te sentaste cerca de la venta para poder apreciar las hermosas luces de la ciudad que iluminan la noche.
—Quisieras un poco de vino? —pregunto.
Asentaste a su pregunta mientras veías como tomaba dos copas con vino que ya había servido en ellas, así, trayendo las hasta donde te encontrabas.
Te extiende la copa, esperando a que la tomes y así fue, una vez que la agarraste, Cédric se sienta a lado tuyo.
—¿Cuánto tiempo (T/N)? Haz cambiado demasiado —te comenzó a escanear con su mirada—, la última vez que te vi fue en la preparatoria.
—Si, demasiado tiempo diría yo. Por lo que veo, a ti te ha estado yendo muy bien.
—ja ja ja eso parece. He sido constante con mis metas hasta por fin llegar a obtener todo lo que tengo hoy en día. Por cierto ¿Desde cuando llegaste a la ciudad?
—Apenas ayer —diste un trago a tu copa.
—Eso quiere decir que aun no tienes trabajo ¿o si?
—No, aun no. Tuve que venir lo más pronto posible. Si me quedaba más tiempo nunca podría llegar a salir de aquel lugar. Aparte la paga que te ofrecen haya no es muy buena, comparada con la de la ciudad. Y aquí podre conseguir lo suficiente para ir pagando las deudas y la universidad de mi hermano menor... no quiero que el deje sus estudios por ponerse a trabajar como yo lo hice.
—Ya veo. Pero si buscas trabajo en el bar, siento mucho decírtelo, pero por el momento no tenemos vacantes. Pero, hay otro tipo de trabajo que te puedo ofrecer.
—¿Qué clase de trabajo? —diste un ultimo sorbo a tu copa.
—Necesito a una chica como tú —te vuelve a escanear con la mirada, pero esta vez había algo en sus ojos que te hizo sentir un ligero escalofrió.
No sabías con exactitud como sentirte ante tal mirada, por un lado eso te excitaba y por el otro te sentías algo vulnerable ante él.
—A... ¿a qué te refieres?
—Desde que te vi en la pista de baile, me di cuenta en como los hombres no dejaban de mirarte. (T/N) tu sola presencia cautiva a los hombres.
Cédric se inclina hacia ti, dejando al descubierto sus húmedos labios y llevando su mano derecha a tu mandíbula y con su pulgar jugando entre tus labios dice:
