Los secretos de Cédric Diggory

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Al eyacular dentro de ti, Draco te lleva hasta el sofá, y se sienta a tu lado para reposar sus ojos por un rato.

[***]

John camina por el pasillo hasta llegar a tu departamento, notando la puerta entre abierta, y con la luz del pasillo ve a una pareja desnuda cuando abre la puerta. Tapa sus ojos y mira hacia otro lado, esperando a que se le pasara la vergüenza, pero suspira pesadamente y termina por entrar.

Afina su garganta para llamar la atención de los presentes.

Draco abre sus ojos y levanta la mirada y lo atraviesa con los ojos. Rápidamente tapa su miembro con su ropa que esta en el suelo, mientras que a ti te cubre con su camisa y chaleco.

—Estoy aquí por la señorita (T/N).

—Podría darnos un momento de privacidad.

—No, tengo que cuidarla.

Draco fulmina con la mirada a John haciendo que el joven chófer se diera la vuelta.

—Ponte mi camisa, te cubrirá hasta arriba de las rodillas —susurro a tu oído, luego se pone el bóxer seguido con el pantalón quedando con el torso descubierto.

Draco agarra un jarrón que esta a su lado derecho.

—Corres —susurro.

—¿Qué?

—Solo corre a mi lado —lanza el jarrón directo a la cabeza de John para luego echarse a correr jalando de tu mano.

John cae al suelo por el dolor que le ocasiono el golpe.

—¿Qué sucede? —preguntas con el aliento entre cortado.

—Sigue corriendo, ya casi llegamos a mi auto.

Por suerte llegan al auto y de inmediato Draco pisa el acelerador, dejando a tras a John.

[***]

—Eso dolió... —toca su cabeza mientras se levanta del suelo—. Cédric se enojara aun más...

John corre deprisa tratando de alcanzarlos, pero fue en vano, ustedes ya estaban lejos huyendo en el auto.

—Tendré que regresar y contarle lo sucedido a Cédric.

John vuelve al departamento de Cédric, pero nota que los pasillos lucen opacos, fríos y silenciosos, como si escondieran secretos espeluznantes... al principio se negó a pasar por los pasillos sombríos que le generaban un temor inusitado. 

—Eres un idiota —una voz masculina y fría hablo desde el departamento de Cédric.

John cruza por los pasillo a pesar de tener un mal presentimiento, mientras más se acerca a la puerta sus pasos se vuelven sigilosos, hasta poder escabullirse y lograr esconderse para que no notaran su presencia.

«Casi no veo desde aquí, tendré que acercarme un poco más» pensó John.

—No puedes seguir cometiendo errores como estos. Las escrituras dicen que debemos hacerlo en Luna Negra a la media noche, dentro del lago negro.

—Lo se. No se te olvide que fui yo quien encontró el libro y soy el único que puede hacer el hechizo. Por lo tanto... ten más cuidado en la forma que te sigues dirigiendo a mí, no querrás que lo deje huérfano.

—¿Eso fue una amenaza? Niño mocoso, juegas con poderes que podrán resultar en tu contra.

—Todo iba bien hasta que Malfoy apareció frente a (T/N).

—Es tu culpa por no poder ponerle limites, tenías que seducirla dentro de "tus lecciones". Y así mantenerla cerca de ti.

—¡Cállate! —exclamo de ira.

—Aun eres débil y aun así quieres suplantarlo. ¿Ahora que haces?

—Lo que debí de hacer desde el inicio

Cédric saca una caja, que contiene velas de cera color negro y rojo, cerillos, un frasco pequeño con agua y un pedazo de tela.

Pone las cosas encima de una mesa que esta a su lado derecho, el hombre a su lado se queda viendo sin decir nada.

Cédric enciende las tres velas negras, acomodándolas haciendo un triangulo. Y en medio pone el trozo de tela desgastado y encima la vela de cera color rojo.

Se queda observando lo que acaba de construir, toca su pecho, mete su mano entre su camisa y saca un hermoso y elegante cuarzo cristal arcoíris, entrelazándolo en la cera roja para luego dejarlo encima del trozo de tela.

Saca su barita y destapa el pequeño frasco, bebiendo su contenido liquido. Susurras una palabras para luego tomar con más firmeza su barita y pegar su punta a su pecho, sacando una luz vibrante.

Con dolor agarra la vela con el cuarzo y lo introduce a este, haciendo que la vela se derritiera y se uniera al cuarzo, tomando un color negro rojizo. Luego vuelve a pegar su barita en su pecho y saca otra luz pero esta vez quemo la tela con esa luz, dejando en cenizas el trozo de tela viejo. Para luego introducir las cenizas en el mismo frasco que antes contenía liquido, así sellándolo.

Antes de que pudiera tomar el cuarzo, el dolor en su pecho se intensifica, dejando salir un quejido de agonía y dolor.

Agarro un pequeño cristal y en este introdujo el cuarzo, perdiéndose en su interior.

—Los guardare en algún lado, luego borrare mis recuerdos... así no iré a buscarlos. Ahora lo hecho esta... mis sentimientos dejaran de interponerse. 

—Eso espero.

—Soy un hombre de palabra. Si tengo que volver asesinar un familiar de ella, lo haré. 

—Entonces... Siempre si asesinaste a su madre.

Sin decir nada, fue a la silla más cercana a sentarse.

—Si —alzo su mirada sin vida—. Y volvería hacerlo.

El hombre miro a Cédric de arriba abajo con sutileza y dijo:— Eso espero —con la luz de la luna John reconió el rostro del hombre—, ya no falles.

«¡No puede ser! Tengo que salir de aquí» pensó John.

Con cuidado y suma cautela logra salir del departamento, justo a tiempo cuando su transformación comenzaba a terminar.

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El capítulo fue algo corto, pero sentí que debió de ser así.





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