Sexyback

Todo cambio...

Al día siguiente...

Mandas mensaje a Cédric...

(T/N): Como es posible que lo odies. Draco de hecho es un buen tipo. O al menos mucho más agardable de lo que tu me hiciste creer.

C.D: JA, JA, JA. Menuda estupides. Draco es un capullo manipulador. Pasare por ti, ya que John no se adonde se ha metido.

Poco después, tu antiguo teléfono también sonó:

N: Hermana, la vez pasada que nos vimos. Lucias algo preocupada... Aparte siento que te has vuelto otra persona...

(T/N): Estoy bien. Solo me viste en el momento equivocado en el lugar equivocado. Nicolás, ¿sigues ahí?.

N: mañana volveré devuelta a Francia.

(T/N): Ok. Viaja con cuidado.

Dejas el celular en la mesita de café.

—En este momento quisiera dejar de pensar que no sea Draco y Cédric... Sera que... estoy comenzando a enamorarme de uno de ellos dos ¿Y si me llego a enamorar de Draco? La actitud ruda de él hace que me pregunte qué se oculta debajo, y a demostrando ser irresistible y un sueño hecho realidad... Necesito mantener la calma delante de Cédric para que no sospeche...

Comienzas a prepararte antes de que Cédric pase a recogerte. Poniéndote un vestido sexy de tirantes escote drapeado bajo tulipán de espalda abierta con tira cruzada de satén color rosa vieja y zapatillas de tirantes hasta el tobillo.

Cédric pasa por ti y te lleva al Gryffindor. La luz del día te permite ver como han vuelto a pintar las paredes. 

Ya dentro del Gryffindor, encuentras a la camarera de la otra noche preparando la barra para el turno de noche, dirigiéndote una sonrisa amistosa e igualmente devolviéndosela.

En la oficina de Cédric...

Te hace un gesto para que te sientes en un sillón mientras que se apoya contra su escritorio, irguiéndose sobre ti.

—Tenemos que hablar sobre nuestra misión. A juzgar por cómo hablabas sobre Draco, parece que te estás enamorando de él.

—¡¿Qué?! ¡No me estoy enamorando?!

—Sí, lo estas haciendo 

Sientes como su mirada fría te mira fijamente.

—Estas dejando que te seduzca.

Cédric sospecha de tus ya sentimientos por Draco... y tratas de convencerlo de que no es así.

—Has malinterpretado mi mensaje. Solo intentaba decirte que quizás no hiciese falta toda esta rivalidad.

—Vaya, ¿ahora estas de su lado?

—Bueno... ¡no!

—Me parece que sí.

—Basta. Cédric. ¿Qué te esta sucediendo? Me has puesto en una situación horrible. Por lo que yo sé, quizás acabe sintiendo algo por los dos

Cédric arquea las cejas al oírlo.

—Eso... eso sí que no me lo esperaba. Aun así, me disculpo si nuestro trato acaba rompiéndote el corazón.

—Eso no me hace sentir mejor. Llegados a este punto, una simple disculpa no puede hacerme sentir mejor.

—Entonces supongo que debería encontrar otra manera de lograrlo.

Se acerca al sillón y, para tu sorpresa,  se arrodilla para quedar a la misma altura.