Lago negro, Luna negra

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Todos se quedaron sorprendidos de que Lucius estuviera del lado de ellos.

Los cinco salieron de la casa y fueron directamente hacia el lago negro.

[***]

Cédric se encuentra en el lago negro con una túnica negra.

Te estira unas prendas y hace que te las coloques, luciendo de la siguiente manera:

Te estira unas prendas y hace que te las coloques, luciendo de la siguiente manera:

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Luego te pide que te metas al lago, hasta que el agua te llegue al cuello.

La luna se vuelve de color negro.

Cédric espera un poco más y al ser la media noche, saca un libro antiguo, lo abre y lo sostiene con una mano, con la otra agarra su barita.

Comienza a hablar en un idioma que no entiendes. sientes como tu piel comienza a arder, tu cabello se vuelve totalmente blanco. tu piel se vuelve pálida y fría.

Cédric sigue recitando palabras y de la nada hubo un silencio abrupto en todo el lago.

Te desplomas  en el agua, sumergiéndose tu cuerpo. Pasando cinco minutos sales bruscamente del agua y vas directo a Cédric. Quien sonríe de manera fría y triunfadora.

—Me siento diferente...

—Lo estás.

—¿Qué me has hecho?

—Solo libere tu potencial 

Se pone de rodillas y toma una de tus manos para besarla, luego se vuelve a poner de pie.

—Ahora estaremos juntos... Para siempre. —saca una barita diferente a la suya y te la da—. Es tuya, la he guardado desde que me entere. Me volví el líder de los mortifagos... pero ahora que has renacido, puedes tomar el mando.

Tomas el libro y comienzas a leerlo.

Estas furiosa por todo lo que Cédric te ha hecho pasar y decides no perdonarle la vida. Pero antes de que pudieras atentar contra él. Una voz conocida te detuvo.

—¡Alto. No lo hagas!

—Draco... —susurraste—. Usted —viste a Lucius.

—No lo hagas. Se que el poder que tienes ahorita es inmenso. Pero comenzara a consumirte —hablo Potter—. Eres una mujer buena, de buen corazón, no dejes que tu ira te controle... No querrás hacer algo que después te arrepentirás.

Por un momento Harry te convenció pero eran más tus deseos de venganza y apuñalas a Cédric, con un cuchillo que escondías en tu vestuario.

—¡Noooo! 

Draco sale corriendo en tu dirección para apartarte y quitarte el cuchillo

—¡Suéltame! —gritaste.

—Por favor tranquilízate.... —te abraza con más fuerza, trasmitiendo calor y consolación.

—Draco... —besas sus labios para luego desaparecer.

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