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Samir había perdido a sus amigos pero a través de mensajes le dijeron que lo iban a esperar cerca de los casilleros. Estaba emocionado por lo del nuevo chico que chocó con alguien.
—Oh, lo siento—se disculpó Ellis mirando al rubio.
Cory y Akram dejaron de hablar y miraron a su nuevo amigo.
Samir lo queda mirando por unos segundos y luego pasa la mirada a los mejores amigos para luego volver al chico nuevo.
—¿Por qué alguien como tú está con ellos?—le preguntó con una sonrisa inocente. Ellis lo miró con sorpresa y ligeramente confundido.
—Eh...¿tú eres?—le preguntó mientras ladeaba su cabeza.
Akram y Cory se miraron con terror por el tono que usó el signo de agua.
Samir lo miró notablemente ofendido y se dio vuelta lo suficientemente cerca como para golpear a Ellis con su cabello; se fue de ahí y Ellis pasó sus manos por sus ojos.
—¿Y a ese que le pasaba? Casi me deja ciego—soltó mirando a Akram y a Cory.
—Ese era Samir, Elly—soltó Akram suspirando—, el tercero que te hablé.
—Ah...¿él que estaba en Jamaica?—Cory asintió.
—Sí. Él mismo—Ellis lo vio irse y suspiró.
—Espero que eso no lo vea como una ofensa—dijo Cory con miedo.
Ellis miró al más bajo con terror.
¿Qué era lo peor que podía hacer un niño rico?
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Los tres Reyes caminaban pero no vieron al nuevo por ningún lado en todo el día.
—Hola, lindo—saludó Leonard apoyado en el casillero de Teivel. Este lo miró de reojo con una sonrisa coqueta.
—Hola, guapo—respondió colgándose de su cuello y besando sus labios con pasión.
Leonard sonrió y apretó la cintura de Teivel sacándole un jadeo al menor.
Gisly los miró con asco y Samir simplemente miraba el menú de la cafetería con atención.
—Sinceramente debería cortar con ese idiota definitivamente—soltó Gisly bufando. Samir no le respondió ya que murmuraba las comidas que más le convenían—¡Oye, Samy! ¿Me estás escuchando?—le chasqueó al frente y ahí recién Samir lo miró.
—¿Ah? ¿Dijiste algo?—parpadeó lentamente y Gisly suspiró.
—Dije que esos dos deberían terminar—respondió apuntando a Leonard y Teivel. Samir los miró.
