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Los meses pasaron de forma rápida para la poca fortuna de los signos mayores y las parejas de estos.
—Ah...no puedo creer que quede menos de dos meses para el baile de graduación—Aaron lloriquea mientras se pasaba sus manos por su cabello desordenandolo.
—No creí que el tiempo pasara tan rápido—masculló el signo del león.
—¿Hoy te llega la carta de si quedaste en la escuela, verdad?—le preguntó el signo de agua a Lino.
—Sí, estoy muy nervioso, esa escuela es una de las más famosas que hay en todo el mundo...—apretó sus manos nervioso.
—Te irá bien, quedarás—Leonard le palmeó el brazo con una gran sonrisa.
Lino lo miró fijamente contagiándose con la sonrisa del mayor.
—Espero que tengas razón—sonrió de forma tímida.
—Hombre, debes confiar más en ti—Aaron le palmeó la espalda con fuerza.
—Ya...—se tapó su rostro.
Los otros tres chicos se rieron.
Lino estuvo toda la jornada completamente nervioso, ni siquiera los besos de Teivel lo tranquilizaba por completo.
—Te irá bien, LinLin—le acarició con cuidado las mejillas y Lino cerró sus ojos ante el tacto suave de su omega.
—Pero, ¿y si no quedo? Mi sueño se irá a la borda y mi fut...—los labios esponjosos de Teivel lo interrumpieron.
—No pienses en negativo, Lin...te lo prohibo—le pegó con suavidad en la cabeza—. Quedaras, hazle caso a Leonard y Aaron. Ten más confianza en ti mismo.
Lino dió un largo suspiro y asintió con una pequeña sonrisa más tranquila.
Decidió confiar en el juicio de sus amigos y pareja...empezando a confiar más en sí mismo.
Cuando llegó a la casa sus padres lo estaban esperando.
—Tu carta llegó, te estábamos esperando para que la abras—sonrió su padre omega.
Lino apretó sus labios sintiendo como sus nervios volvían a surgir.
—Anda...—su padre alfa le extendió la carta y el menor la tomó con sus manos temblorosas.
Miró a sus progenitores que le sonreían con suavidad y confianza; respiró profundamente antes de posar sus ojos en la carta, la abrió con torpeza y los nervios a flor de piel; leyó el contenido de la carta de forma rápida, cuando concluyó se tapo su boca mientras pequeñas lagrimas caían.
—Por Dios, hijo. ¿Eso qué significa?—su padre omega Younghee apretaba la mano de su esposo Ryung con fuerza.
Los ojos de Lino pasaron por ambos hombres y sonrió de forma temblorosa.
