Capitulo 6

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No es mentira decir que mi corazón estaba a un latido de estallar, ese hombre me gustaba en verdad, su mirada me había capturado desde el primer instante y estar ahora a centímetros de sus manos me generaba una ansiedad y un nerviosismo que jamás ...

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No es mentira decir que mi corazón estaba a un latido de estallar, ese hombre me gustaba en verdad, su mirada me había capturado desde el primer instante y estar ahora a centímetros de sus manos me generaba una ansiedad y un nerviosismo que jamás había sentido. Las enormes puertas detrás de mi se cerraron y yo caminaba con agitación hacia el rey.

Tal como Nadine me había indicado, mi rostro no dejó de ver un solo minuto el suelo, besé su mano, y continué con la mirada baja hasta que sentí su delicado tacto en mi rostro obligándome a verlo. Realmente era un sueño, verlo me llenaba el alma y no había forma alguna de explicar lo que el rey Axel me hacia sentir

-Por fin estás aquí -dijo el rey mientras pasaba su mano delicadamente por mi mejilla haciéndome sonrojar- 

todo era tan encantador que sin pensarlo mi cuerpo empezó a tambalearse, creí que iba a desmayar hasta que sentí sus fuertes brazos sosteniéndome

-Irina ¿estás bien? llamaré a un medico de inmediato- dijo mientras me acompañaba hasta su cama y me recostaba

-¡No! -dije reaccionando- se lo pido su majestad, no me deje, todo esto que ha pasado ha ocurrido por la emoción, no se alcanza a imaginar cuantas noche soñé con este momento. Le pido por favor que no me deje rey Axel

Él solo mie miró y sin decir una sola palabra se acercó a mi  y me besó, me besó como nadie jamás en la vida lo había hecho. Parecía que estábamos hechos el uno para el otro, mi corazón estallaría en cualquier momento de la felicidad, pues no había nada que deseara más que tenerlo a él justo en ese momento junto a mi.

Era delicado y varonil, sabia perfectamente como hacerme sentir amada. Poco a poco nuestra ropa desapareció y la noche culminó con nosotros haciendo el amor, haciendo magia, haciéndonos el uno del otro. Mi corazón definitivamente sentía algo fuerte por él y ahora solo quería descubrir si lo que yo sentía, era correspondido. No quería ser una más, quería ser la única a la que amara, la única a la que eligiera para hacerlo feliz durante toda su vida.

Mientras Axel y yo disfrutábamos del gozo de tenernos, Daphne en su cuarto se retorcía de la ira.

-Esa concubina no va a quitarme todo lo que he logrado conseguir hasta ahora- decía para si misma mientras caminaba de un lado al otro en su cuarto - ¡Adeline! tráeme algo para la cabeza, siento que se explotará en cualquier momento

-Princesa trate de calmarse, no puede solo dedicarse a enfermar mientras hay otra mujer en la habitación del rey- respondió la doncella con pesar al ver a la princesa con tal malestar

-¿Quien crees que eres tu para darme un consejo? - reprendió fuertemente Daphne  a su criada- no te tomes atribuciones que no te corresponden, tu solo estás aquí para servirme, así qué haz tu trabajo y trae lo que te he ordenado

La joven doncella salió rápidamente del cuarto ofendida y asustada, pues sabia que no era para nada favorable ver a su princesa molesta

Mientras Adeline buscaba en la cocina algo para llevarle a la princesa, esta salía con la intención de interrumpir la placentera noche del rey

LA ÚLTIMA REINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora