Capitulo 11

35 6 0
                                    

Juro que mi corazón palpitó tan rápido en ese momento que llegué a pensar que saldría de mi en cualquier momento, nunca hubiera imaginado que a mi vida llegaría una persona capaz de causarme tanta felicidad y tanto dolor al mismo tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Juro que mi corazón palpitó tan rápido en ese momento que llegué a pensar que saldría de mi en cualquier momento, nunca hubiera imaginado que a mi vida llegaría una persona capaz de causarme tanta felicidad y tanto dolor al mismo tiempo

- ¿Desea algo más su majestad? -pregunté de espaldas sin voltear a verlo, sabía que si lo hacía ese sería mi final

-Sí, deseo que te quedes -dijo con la voz más dulce jamás escuchada

-Lo lamento su majestad pero no estoy preparada para la ocasión, puede pedirle a Nadine que prepare a cualquiera de las concubinas, hay muchas muy hermosas y deseosas por pasar una noche con usted- dije aún sin darme la vuelta-

-Yo te quiero a ti -dijo tomándome del brazo obligándome a verlo-

No pude evitar que mis ojos se cristalizaran al verlo de nuevo frente a mi diciéndome aquellas palabras, nada de lo que yo sentía por él había muerto, pero el dolor seguía latente, él era el rey y ahora estaba esperando un heredero con otra mujer. Desde el  primer instante supe que nunca podría ocupar ese lugar, pero jamás estuve con él por el titulo, mi corazón lo eligió sin importar que fuera rey, soldado o un pescador, en mi corazón solo estaba él.

-Necesito que entiendas que siempre serás tu Irina -dijo tomando mi mano- sin importar lo que pase siempre serás tu

-siempre seré yo, eso lo comprendo, siempre seré la esclava que sirva a su majestad y a su familia, eso no cambiará nunca -respondí con los ojos llenos de lágrimas-

-No digas eso Irina, sabes que mi corazón te pertenece pase lo que pase, que siempre tendrás mi amor

-Se equivoca su majestad, su corazón jamás me perteneció y su amor jamás fue para mi, que yo haya pasado con usted unas cuantas noches no lo obliga a darme amor, si así fuera...- dije, pero luego guardé silencio-

-¿si así fuera que, por qué dices esas cosas? Irina mi amor, sabes lo que siento por ti - dijo con desespero en su voz-

-si así fuera no esperaría un hijo con otra mujer después de haberme jurado amor a mi, después de haberme repetido cada noche que a quien amaba era a mi

-Sabes muy bien que todo fue una mentira de la princesa, estoy seguro que todo es una farsa- decía el rey tomando mi mano fuertemente suplicándome creerle

-Lo lamento mucho su majestad pero...-dije, pero no pude terminar

-¡SOY AXEL IRINA, SOY AXEL, SOY TU AXEL, TU AMOR,NO SU MAJESTAD, SOY TU AMOR-gritó desesperado y sin verlo venir tomó mi rostro entre sus brazos y me besó

Por un segundo creí que caería al suelo, sentir de nuevo sus labios en los míos era un milagro, como si todo a nuestro alrededor desapareciera, sus brazos rodeándome me hacían sentir tan segura, tan protegida, en otra vida juraría que mi lugar siempre sería en sus brazos, pero en esta, mi lugar era en el harén junto a las demás, no aquí. Mis ojos no pudieron contener más las lágrimas y comencé a llorar aun mientras nos besábamos, quería parar, pero hacerlo era inyectarme el veneno más letal

LA ÚLTIMA REINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora