Irina Vasiliev, una joven campesina de veinticuatro años, es arrebatada de sus padres y su prometido para convertirse en esclava de Axel Weigel Magnus II rey de alemania, quien decide que como parte de su reinado, adoptará la vieja costumbre de ten...
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Al llegar al harén, no recibí más que burlas por parte de las demás criadas, para ellas era un triunfo que yo no hubiera pasado de la puerta del rey
-¿qué pasó Irina? - preguntó una de las concubinas- no que el rey iba a quedar atrapado con tus encantos
-Quién va a querer estar con alguien tan horrible como ella, por favor, no es más que una rata que quiere vestirse de princesa, pero aunque la mona se vista de seda, mona se queda- mencionó otra de las concubinas-
Sin pensarlo dos veces me arrojé sobre ella, nadie sabia exactamente las razones por las que el rey había decidido no recibirme, pero estaba segura que ocurriría en cualquier momento, yo no iba a permitir que nadie en ese palacio me tratara de la manera en la que esa concubina lo hacia, todas iban a tener que respetarme y cada una se aprendería mi nombre, y cualquiera que osara ponerme una mano encima, se arrepentiría.
-Yo por lo menos llegué hasta la puerta del rey -dije tomando a la concubina aquella por el cabello y obligándola a verme- pero tu, para lo único que serás llamada, será para acompañar a las ratas en el calabozo hasta el día de tu muerte, yo me voy a encargar de que te arrepientas de cada una de las palabras que acabas de decirme- y sin mas la arrojé con fuerza al suelo
-Escúchenme bien -dije dirigiéndome a todas las que en ese momento se encontraban en el patio presenciando aquella escena- mi nombre es Irina Vasiliev, y nadie podrá pisotearme, porque la que elija declararme la guerra, puede darla por perdida
-¡Irina! - gritó Nadine apareciendo por las puertas de harén- ve a tus aposentos de inmediato, y ustedes regresen a sus labores o serán castigadas todas, sin excepción alguna
La rabia me consumía, pero no podías hacer nada para evitarlo, debía respetar las decisiones del rey, pero me era imposible comprender por qué había ocurrido de esa manera, que había pasado para que no hubiese querido recibirme
-Irina con ese comportamiento no llegarás a ninguna parte - dijo Nadine entrando a la habitación y cerrando la puerta tras de ella- debes comportarte, hacer lo que te digan, obedecer siempre aunque no te guste y pretender como que nada ha pasado
-¿entonces debo parecer una tonta? -pregunté molesta
-En otras palabras sí, esa será la única manera de alcanzar el puesto que quieres, de otra forma, por mas bailes encantadores que hagas para el rey, jamás recibirás su favor. Si esto llegase a oídos de la reina madre, estarías en serios problemas, pero yo me encargaré de solucionarlo si llegase a pasar, tu debes prometerme que vas a comportarte de ahora en mas
-Está bien, prometo comportarte y pretender ser una tonta.
-¿Estás más calmada ahora?-preguntó la mujer-
-Realmente no, no comprendo que fue lo que ocurrió
-La madre reina envió a la princesa Daphne como sorpresa al rey esta noche, por eso no has podido pasar esas enormes puertas, pero tengo entendido que nuestro rey no estuvo al tanto de nada, tanto para él como para nosotras, esto fue una gran sorpresa
