TERRIFYING

Parte 6

Porsche

💟

Me metí a bañar y mi mente no dejo de pensar en las miles de historias que podría contar ese cuarto, cuando conocí a Vegas supe que él tenía algo diferente, algo aterrador, pero nunca creí que sería algo como esto. A pesar de que sentí que finalmente podría dejar de lado a Vegas, lo que vi hoy solo me deja con más curiosidad sobre él.

¿Qué más tienes que ofrecer?

Salí de la regadera y enrede una toalla alrededor de mi cintura, tomé mi pantalón y accidentalmente cayó el lubricante al suelo. Me agache y lo tomé, en primer lugar no se porqué lo tomé. Lo abrí y lo presione para que saliera un poco de lubricante en mi dedo, lo acerqué a mi nariz e inmediatamente olí el olor a cereza...me encanta.

-Porsche -se escuchó la voz de Vegas afuera.

Me apresuré a guardar el lubricante de nuevo en el pantalón y al no saber donde esconderlo lo arrojé dentro de la bañera. Salí del baño tratando de actuar normal. Afuera esta Vegas con expresión seria, vestido con un pantalón negro y una camisa azulada holgada.

-¿Qué pasa? -dije amablemente, aunque sé que en evidente mi falsa sonrisa.

Él no dijo nada y simplemente dio dos pasos hacia mí, está vez no retrocedí, no quiero mostrarme sospechoso.

-¿No sabes pedir las cosas? -jamás había escuchado ese tono de voz en él.

-¿De qué hablas? -dije sonriendo, aunque en realidad estoy aterrado por dentro.

Él caminó hasta quedar a milímetros de mi, tomó mi mano y la dirigió hacia su rostro. Cerró los ojos e inhalo profundo.

-¿Sabias qué me encanta la cereza? -seguido de eso abrió la boca y metió uno de mis dedos adentro.

Me quedé perplejo, helado... aterrado.

-Y el sabor... -dijo mientras yo puedo sentir su saliva, su lengua y toda su boca saboreando mi dedo como si de un manjar se tratara.

-Y-yo no sé de qué hablas -dije alejando mi mano la cual escondí detrás mío.

-¿Enserio? Entonces no hay problema si reviso, supongo.

-No -dije inmediatamente, solo evidenciando mis actos.

-Dímelo entonces.

Bajé la mirada avergonzado.

-Lo tomé porque me gusta el olor, no hay nada más, es todo.

¿Cuando me volví tan obediente?

Se quedó en silencio, mirándome fijamente y por alguna razón no puedo verlo de la misma forma que antes, ¿que ha cambiado?

-Me enojan esas actitudes -dijo colocando su mano en mi cuello.

Lo siento...

-¿No vas a decir nada? -dijo apretandome con más fuerza.

¿Que le pasa?

-Siempre has sido rebelde Porsche, me gusta, pero hay veces en las que no puedo tolerar todo.

¿Qué hago?

-Y-yo lo siento... perdón -dije finalmente.

Aflojó su agarre y acarició el lugar en donde me estaba apretando.

-Así me gusta, perdón si te lastimé -se alejó -. Solo recuerda que si quieres algo solo lo tienes que pedir.

Me siento... raro

Metió sus manos en los bolsillo de su pantalón y me miró de arriba hacia abajo, pero se detuvo justo en mi cintura.

¿Porqué me mira así?

Baje la mirada y hasta ese momento no me di cuenta de la erección que se asoma por debajo de la toalla, coloque inmediatamente mis manos tratando de ocultarlo ¿Qué me pasa?

-¿Necesitas ayuda con eso?