Todos creían que Min Yoongi era un sasseang de JK. Siempre llendo a todos los lugares que esté. Siempre colándose entre el staff cuando el cantante llegaba a la ciudad. Siempre llamándole a su teléfono mientras hacia Vlive. Siempre queriendo estar c...
¿sabes por qué empeze a venir cuando lo descubrí? - preguntó, haciendo referencia a sus vidas enlazadas como destinados. El alfa no respondió, ya que aún veía con enojo esos moretones, mientras trataba de contener a su animal.
- yo creía desde cachorro... Que el alfa siempre protegería al Omega, sin importar que. Cuando te conocí, llore en mi cuarto de alegría, pensé que al fin tendría algún hombro del cual sostenerme...
- de que hablas? - preguntó en tono bajo.
- crei que al fin no seguiría en ese lugar, estando con el...
- ¿de que hablas yoongi? - preguntó con enojo.
El pálido sonrío al oír su nombre de sus labios - se oye bonito mi nombre cuando lo pronuncias...
Jungkook gruñó, mientras se encaminaba hacia el pálido y lo tomaba por los hombros. - dime... - algo dentro de él se removió al ver los ojos gatunos llorosos, viéndolo con un puchero para retener los sollozos, y un sonrojo prominente al sentir el toque del alfa en su piel.
- de quién hablas? A qué te refieres con el? - preguntó desesperado. Yoongi bajo la mirada, mientras sus labios temblaban para no llorar.
- n-no es nadie... N-no es impo... -
- habla! - salto en su lugar al oír la voz del animal. Escucho una leve queja del pelinegro.
- m-me golpea... - susurró. Sollozo mientras apartaba la mirada del alfa. Quien seguia viéndolo embobado - yo no quería estar ahí, por eso venia aquí... Me siento protegido contigo, me sienta en paz cuánto te veía. Esa es la razón del por qué siempre estaba pegado a ti, aparte de querer estarlo - soltó una pequeña risa mientras las lágrimas seguían cayendo. - no soy un obsesionado... Tampoco estoy loco.
- lo siento... - murmuró el cantante.
- No te tienes que disculpar... Yo soy quien tiene que hacerlo - dijo yoongi - no me voy a rendir... - sonrío hacia el.
Jungkook suspiró frustrado. Pero muy dentro de él su corazón latió con frenesí. - ya te dije que y...-
- ya se lo que dijiste koo... Pero lamentablemente soy terco, y no pienso dejarte ir como si nada. - lo miro con un brillo en sus ojos - y si al final... No quieres, te dejare ir - murmuró con pesar. Una lágrima cayó por su ojos izquierdo, se acercó lentamente hacia su rostro.
- solo te lastimaras...
El Omega soltó un risa nasal - correré el riesgo... - susurró - Así tenga que hacer lo que sea para que me ames...
Finalmente se acercó lo suficiente para juntar de manera tímida sus labios con lo del alto. Quien, por primera vez, no se aparto, pero tampoco correspondió.
Solo contempló el tierno y bello rostro del pálido, quien mantenía sus ojitos cerrados y en sus mofletes un rojo suave.
Yoongi se sintió en el cielo por primera vez, sintiendo el dulce tacto de sus belfos con los contrarios.
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Yoongi ronroneo al sentir el aroma de su alfa junto a el. Abrió lentamente sus ojos y visualizo su cuarto, un poco mojado por las goteras del techo, asumió que había llovido durante la noche.
Puchereó al perder el aroma de vista, se dió cuenta que era el suéter que le había quitado al cantante. Sonrío y abrazo la prenda contra el, queriendo que se impregnara de el lo que quedaba.
Una ráfaga de viento se colo por la ventana azotando en su piel pálida y desnuda, soltó un pequeño chillido al sentirlo, ya que, el tiempo de clima era frío.
Se colocó el gran suéter y camino hasta fuera de su habitación. Lentamente se encamino hasta la cocina y preparo con total cautela su café, chasqueó la lengua al notar que la cafetera hacia mucho ruido.
Y su tío estaba a unos cuantos pasos, acostado en en sillón de la sala en boxer, con una mano dentro de él, yoongi hizo una mueca de desagrado.
El pálido con mucha lentitud preparo su preciado café negro, con un poco de galletas, y dos sandwich como comida.
Eso iba a comer por ahora, no quería que el despertara e hiciera un escándalo.
Se crispó y sintió como todo su bello corporal se erizaba al detectar sus movimientos. Rápidamente tomó su almuerzo y se encerró con cautela en su alcoba, lentamente dejo todo en su mesa de noche y pego levemente su oreja a la puerta, queriendo detectar algún ruido del mayor.
Suspiró aliviado al oír claramente como salia por la puerta principal y bajaba las escaleras. Su cuerpo se relajo y nuevamente abrió la puerta, quería darse un baño para poder visitar a su alfa.
Camino con normalidad hacia el baño, miro la sala, que tenía toda la ropa del otro hombre regada por doquier. Algunos cuantos pañuelos y pastillas para la estimulación sexual, frunció su nariz ante el desagradable aroma.
Suspiró rendido mientras empezaba a acomodar todo el lugar, sabía que se ganaría una reprimenda si no hacia su "deber como Omega".
Dejo todo en el ropero mientras volvía a retomar sus prendas para dirigirse ahora sí al baño.
- hola bebe - sus pasos se detuvieron y sintió como si pulso se aceleraba, nunca entendía por qué actuaba de esa forma con el, pues todo su ser se paralizaba.
Lentamente se dió la vuelta y evito mirarlo a la cara - te he hablado, contesta - yoongi cerro los ojos tratando de tranquilizarse.
- ho-hola... - murmuró con temor. Apretaba contra si su ropa mientras trataba de esconder las pastillas de supresor. Tenía muy en claro que a él le enojaba que las tomara, ya que ocultaba su aroma y a el otro no le agradaba mucho que digamos.
- Oh, mi Yoonie... - susurró mientas se posaba frente a el. El alfa sonrío al ver un leve morado en el pómulo del pálido - que hermoso detalle tienes - hablo mientras acariciaba su mejilla.
Yoongi tenía ganas de llorar. Le repugnaba que lo tocara - tenemos que hablar cariño... - dijo tomando el delgado brazo del pálido. Yoongi se trago sus sollozos, resignado y con dolor de su alma lo siguió, al no tener opción.
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