Once

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Jimin cerro lentamente la puerta sin hacer ruido, suspiro en bajo llendo hacia la sala, dónde reposaba un alfa castaño.

Camino hacia el sentándose a su lado, miro la pantalla donde se transmitía un programa infantil. El alfa a su derecha estaba con la mirada perdida.

- hablé con yoongi - jimin tomo unos cuantos tragos de la botella destapada en la mesa de noche. Respiro profundamente, pensando con tranquilidad en sus palabras. - el celo lo hace ser un poco dócil, parece un gatito mimoso. Dan ganas de apachurrarlo - los ojos del Omega rubio se hicieron unas líneas mientras reía. - se acaba de dormir, tenía una prenda tuya, supongo que la tomo prestada por un momento. - soltó una risa nasal.

- jimin... - susurró el alfa. El nombrado volteó su rostro, miro con duda el semblante del alto, quien seguía mirando un punto fijo. - no puedo mas... - murmuró nuevamente él.

Jimin frunció el ceño, abrió la boca para hablar, pero no sé espero que algo impactará con el. Abrió sus ojos espantosamente, mientras empujaba rápidamente el cuerpo ajeno, en un movimiento inconsciente le soltó una gran cachetada al alfa.

- ¿Que carajos te pasa Jeon?! - jimin estuvo apunto de reclamarle a viva voz, de no ser por qué estaba conciente del Omega pálido no alzó demás la voz. - que intentas hacer? ¡Tienes a tu Omega en tu habitación!

Jungkook mantenía la cabeza gacha, sosteniendo la mejilla con una gran marca roja, su respiración era tranquila.

- lo siento... - Jeon chasqueó la lengua mientras hacia una mueca - no se que me pasa...

- por dios jungkook, no puedes seguir así! ¿Sabes que me dijo yoongi? - el alfa volteó a ver al rubio, quien aun seguia de pie - tiene miedo. Miedo de que no lo aceptes, tienes miedo de no ser suficiente como Omega... ¿Sabes la tristeza que sentí cuando me lo dijo? - jimin soltó un pequeño sollozo - sentí su tristeza, sentí todas sus inseguridades. ¿Cómo se supone que lo veré a la cara después de que hiciste está estupidez?! - jungkook suspiró nuevamente mientras se levantaba de forma lenta.

- ¿Lo quieres siquiera? - la pregunta lo hizo parar en seco - jungkook, ¿Sientes algo por yoongi? - no respondió.

- yo no puedo seguir con esto... - murmuró el rubio. Poso sus manos en sus caderas mientras suspiraba. Alzo su cabeza hacia tras, viendo hacia el techo. - encontré a mi alfa... - dijo.

Tenía que decirlo, si ese alfa frente a el seguía en su burbuja, no solo lastimaria a yoongi, lastimaria a hoseok, y se ocasionaría todo un desastre. Era mejor que lo supiera, y al menos pensaba que así jungkook, sentaría cabeza.

- ¿Que?

Suspiró viéndolo nuevamente, observando cómo sus ojos estaban rojos, no supo si por llanto, ardor o coraje. Asintió a lo que había dicho, se sentó de nuevo observando a chico de pie.

- ayer, en la empresa. Pase por la sala de oficina del nuevo grupo, y me lo tope. - dijo. Miro detenidamente a jungkook, quien al parecer seguía en trance.  - pero no estoy aquí para hablar de mi Jeon. Arregla tus malditos pensamientos, ¿Que crees que hará yoongi si no lo aceptas?

El alfa viro los ojos mientras volteaba de reojo hacia la habitación donde dormía el pálido - si lo rechazas, no solo dañarás a su lobo, te dañarás a ti. Yoongi es fuerte, puede salir a delante, y encontrará a alguien que si lo quiera.

Jungkook retuvo el gruñido en su garganta - tu no estás poniendo de tu parte cuando dijo que le dieras una oportunidad, pero tú solo lo evitas, lo evades y repelas contra el.

- yo no sé la pedí, el solito se hace ilusiones - hablo en seco el alto.

- tristemente... Espero que yoongi encuentre a alguien mejor que tú - el rubio abrió la puerta y la cerro de un portazo, dejando a un castaño con el enojo hasta el cuello. Suspiró pesadamente mientras entraba a su habitación y la cerraba.

Gruñó de rabia al imaginar a alguien más con el pálido, imaginando que el le sonría a alguien más, gruñó nuevamente por no entender la razon de su enojo hacia jimin.

Si con la única persona que podía enojarse, era con el mismo.

El estruendoso relámpago se iluminó en toda la habitación, mientras un gran cuerpo seguia de pie, mientras procesaba lo que había ocurrido

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El estruendoso relámpago se iluminó en toda la habitación, mientras un gran cuerpo seguia de pie, mientras procesaba lo que había ocurrido.

Suspiró pesadamente mientras llevaba su mano a la boca, callando un jadeo de horror, al darse cuenta de su error.

Nego con la cabeza repetidas veces mientras soltaba leves balbuceos negando. Tomo apresuradamente sus llaves, importandole poco que alguien lo reconociera, corrió escaleras abajo hacia la puerta principal.

Salió corriendo de las puertas corredizas, observando a ambos lados, viendo que ni un individuo transitaba a esas horas por el clima.

La lluvia rápidamente lo empapó, corrió hacia su izquierda, confiando ciegamente en sus instintos. Sus pisadas resonaban en la banqueta resbaladiza.

Su corazón estaba acelerado, latiendo a mil por hora mientras sentía la angustia y el pánico crecer en su interior.

Las calles estaban desoladas, la niebla impedía ver de buena forma, las hojas de los árboles se movían bruscamente, causandole un poco de pavor. Volvió a correr, observando a todos lados, esperando encontrarlo.

Le preocupaba, estaba conciente de que el Omega aun seguía en celo, y cualquier imbécil podría aprovecharse. Gruñó de impotencia, llevaba 20 minutos corriendo, por dónde suponía el Omega pudo pasar.

- yoongi - murmuró aún con la respiración entrecortada - ¡Yoongi! - grito a los cuatro vientos. Sus ojos ardieron, tal vez por la lluvia, o tal vez por las lágrimas que estaba reteniendo.

- ¡Yoongi! - volvió a llamar - por favor... - giro cuantas veces le fue posible su cuerpo, si saber hacia donde ir, no estando seguro en dónde estaría el pálido

- Omega... - sollozó con fuerza, su palma tapo su boca, callando los lamentos que quería soltar. - por favor... - murmuró nuevamente mientras retomaba su camino - Luna... - rogó. Por primera vez en su vida rogó hacia la luna, rogó por encontrar al Omega, rogó por su bienestar y del que estuviera bien.


Muy a lo lejos lo oyó. Oyó un débil sollozo.

Corrió cuánto pudo, corrió lo más que sus piernas podía. Y olió su miedo.
El callejón no estaba tan lejos. Sus ojos se volvieron rojos al ver la horrorosa escena frente a sus ojos.

Y de lo único que fue capaz de notar, es como su lobo tomaba el control.

~•~•~•~•~

Según yo, fin del drama.
xD, no soy fan del drama, So.

Dirty MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora