Dos ojos azules como las aguas de safarios de las islas de Tarth donde había crecido, era lo único que sentía que era verdaderamente de ella al no contar con un nombre familiar que la respaldara o un origen del cual tuviera claridad de donde venia s...
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Al llegar a Dragon stone no se sorprendió cuando lo primero en recibirlos fue un grupo de Dothorakis esperando a su llegada, dejando claro que el ejército con el que contaba la que queria ser reina era verdadero, pero sin sentir miedo de este sabiendo por su tiempo en el norte, que el invierno era capaz de acabar incluso con el guerrero mas fuerte. La balza en la que estaban llego rapidamente a la costa y con ayuda de Jon logro bajar de el pequeño bote, hizo su mayor intento de que el bello vestido que llevaba no se llenara de agua y arena, pero sin lograrlo, sabia que debia estar presentable si era que representaba a el norte y la consejera de el Rey, tratando de cuidar su apriencia mas de lo que ya hacía normalmente, que era muy poco, pero habiendo que dejara su cabello ondulado suelto a diferencia de su comun moño alto, haciendo que esté enmarcara su rostro y mostrara los bellos tomos dorados que el sol de el lugar dejaba aparecer en este, mientras que su vestido era de un color oscuro pero con la luz dejando ver el color borgoña que este contaba, diferentes a sus habitantuales prendas que contaban con un tono mas azulado o grisaseo o con un gran abrigo oscuro cubriendo cual fuera su vestimenta protegiendola de el frio, pero en el sur el abrigo no era necesario dejandola mover sus extremidades con mas confianza y libertad y mostrando el bello vestido que fue un regalo directo de el rey, siendo en sus propias palabras, el vestido que una mujer tan bella e inteligente necesitaba para mostrar el poder que tenia, eso y que ademas queria darle un regalo a la chica que le daba sonrisas bobas como ninguna otra.
Empezaron a caminar a el grupo de guerreros extranjeros y ver entre estos una mujer de piel canela y gran cabello alborotado, y un hombre de baja estatura con barba y cabello alborotado, el hombre por su tamaño delataba su identidad a donde quiera que fuera, el enano mas famoso de los 7 reinos, el menor y posible heredero de la casa Lannister, Ray habia escuchado historias de el a lo largo de su vida, pero ninguna la preparo para el raro sentimiento de incomodidad que tuvo al verlo, en cuanto centro su vista en el mencionado vio como su expresión era una de sorpresa pura, como si despues de muchos años hubiera visto a un fantasma de su pasado, incomodando a la sureña por la fuerza de su mirada sobre ella haciendo que quisiera esconderse detras de Jon para cortar su mirada, viendo como no era la unica persona que habia notado esto. Por lo que en cuanto llegaron a estar frente a el y este no dijo ni una sola palabra, solo tenia su vista perdida en el rostro de Ray, la mujer junto a el tuvo que limpiar su garganta para que el bajo hombre regresara a sus sentidos y empezara a hablar, ahora tratando de ignorar a la chica con la mirada.
—El bastardo de Winterfell— le dijo tratando de ignorar la mirada de la campesina
—El enano de Castely Rock— le contesto Jon haciendo que se ganara una mirada por parte de la chica junto a el esperando lo peor, pero sus miedos se disiparon cuando vio al pequeño de los Lannister sonreir asi como Jon esbozo una sonrisa para acercarse a estrechar su mano
—La ultima vez que nos vimos fue sobre el muro— le recordo el enano mientras soltaba su mano
—Estabas orinando en la orilla de este si no recuerdo mal— Ray tuvo que apretar sus labios con fuerza para no reir, era una idea graciosa, un pequeño hombre orinando en la orilla de el muro —Obtuviste unas cicatrices en el camino
