Dos ojos azules como las aguas de safarios de las islas de Tarth donde había crecido, era lo único que sentía que era verdaderamente de ella al no contar con un nombre familiar que la respaldara o un origen del cual tuviera claridad de donde venia s...
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En cuanto salio al frio de el invierno su correr se vio interrumpido por el fuerte sonido de cuernos de guerra resonando por todo el castillo, vio a Tyrion y Jamie salir de el lugar junto a ella seguidos por el resto de personas, Tyrion y ella caminaron rápidamente hasta llegar a la gran muralla de el lugar viendo en el horizonte la oscuridad total, pero sabiendo que era la hora de la batalla, Jon y Daenerys llegaron junto a ellos poco tiempo despues, viendo lo mismo que ellos, ambos compartieron una mirada sabiendo que era hora de irse, Jon estaba a punto de seguir a la reina cuando regreso sobre sus pasos para tomar a Ray de el rostro con fuerza juntando sus labios con desesperación el uno con el otro
—Recuerda tu promesa— le murmuro cerca de sus labios sintiendo su respiración caliente y acelerada contra el —Bajaras a la cripta con Sansa y Arya...
—Y tu recuerda la tuya— Ray tomo con fuerza el rostro de el chico haciendo que la mirara a los ojos —Tienes que volver a mi, a nosotros.— volvieron a juntar sus labios en un fuerte beso no queriendo separarse pero sabiendo que la hora habia llegado —Nos volveremos a encontrar
—Nos volveremos a encontrar— repitio esas mismas palabras el chico antes de soltar a Ray y salir corriendo de el lugar, sabiendo que la batalla final habia llegado
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Aunque el silencio fuera penetrante en el ambiente, dentro de la mente de Ray no hacian mas que pasar a mil por hora plegarias a todos los dioses que conocia para lograr sentir que hacia algo que no fuera estar de pie junto a Sansa y Arya esperando lo inevitable, parecieron que sus plegarias de escucharon cuando entre el grupo de Dothoraki al frente salia una gran llamarada de fuego, miro con atención reconociendo el rostro de una persona que se dirigia al castillo, reconociendola como la sacerdotisa que le habia dicho su propio propósito en esa vida, sabiendo que estaba ahi por una razon, pada pelear se el lado de los vivos. Escucho la voz de Sir Davos indicando que abrieran las puertas para dejarla pasar, y asi fue, pero Ray no se movio en ningun momento de el costado de las hermana Stark, cumpliendo su palabra.
El sonido de gritos de guerra se escucho en el ambiente mientras veia a la gran masa de guerreros avanzar hacia el horizonte mientras carapultas eran lanzadas con bolas de fuego en su dirección, pero solo viendo como mientras estos mas avanzaban, el fuego que los iluminaba se iba apagando, como si fueran llevados por la marea de muerte que se les aproximaba, haciendo que Ray soltara un fuerte suspiro al ver esto, girando su mirada a Sansa y Arya junto a ellas, sabiendo que lo peor estaba por llegar.
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—Vayan a las criptas— les dijo Arya a ambas chica viendo como el baño de sangre ya habia comenzado afuera de los muros de el castillo
—No abandonare a mi gente...— dijo Sansa claramente molesta por la insinuación de Arya, la mirada de la joven Stark viajo a Ray junto a Sansa
—Cuidense, por el bebe— Ray abrio los ojos con sorpresa no habiendole contado nunca a ninguna de las dos chicas su estado —Toma esto y vete— le dio a Sansa una daga de Dragonglass para su propia protección.
