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Alia pov:

Había pasado casi un mes desde el nacimiento de Halcón. No había pasado mucho. O al menos no nada taaan importante.

En las últimas semanas, Eli me había estado acompañando a la escuela, y también volvía conmigo de esta. Se llevaba mejor con Derek, Derek había amado el cambio de look de eli.

Robby había conocido una vez a Eli, cuando Robby iba saliendo de mi casa y Eli iba entrando.

Si una gran forma de conocerse.

Aunque no se dijeron mucho porque Robby tenía prisa.

Demetri estaba asombrado por el cambio de Eli, porque ahora él tenía mucha confianza. Mucha. Cosa que a mi me gustaba porque ya no le daba miedo o pánico pasar por pasillos donde anduviera mucha gente. A pesar de que le pedimos muchas veces a Demetri que volviera, no quiso en ninguna de ellas. Dijo que ya nos tenía a Miguel, Eli y a mi para defenderlo.

Habían pasado dos semanas desde año nuevo. No había sido mi mejor momento el 25 de diciembre, pero Eli estaba ahí para mí.

Con los demás, era Halcón, ese chico rudo que no le importaba romper reglas. Le gustaba tener confianza y le gustaba molestar.

Pero conmigo...conmigo seguía siendo Eli, ese amable chico que conocí hace casi un año. Trataba de apoyarme aunque no supiera hacerlo, siempre trataba de que yo no me sintiera incómoda cuando me abrazaba por la cintura o ponía una mano en mi rodilla.

Eli era aquella persona que no estaba buscando pero encontré.

Bueno. Es hora de hablar de otra casi pareja.

Sam y Miguel.

Últimamente, había muchas miradas entre ellos dos. MUCHAS.

Pero ninguno de los dos tomaba la iniciativa.

Me recuerdan a ti y a Eli hace unos meses.

Pero no estamos hablando de mi, querida conciencia.

En fin, Miguel no se había animado a pedirle una cita.Cuando el sensei se enteró de eso, casi lo mata.

—¡Eres un cobra Kai! ¡Obvio que todas quieren salir contigo!

—No lo sé...

—Mira, debes confiar en ti.

—Pero no lo hago.

—Entonces finge que si tienes confianza. Así llega la confianza—intervine yo.

—Mira, nunca aceptes un no como respuesta.

—Pero...

—Obviamente, si la cosa se pone física, no es no.

Y aquí estábamos, un día después de esa charla.

—Ok, en tres minutos ella debe de estar en su casillero buscando el libro de ciencias.

—¿Que?—pregunté con una mueca de confusión.

Miguel sonrió como un angelito.

Miré mi celular y vi que tenía un mensaje de Eli. Eli se había puesto un corazón en su nombre. Cosa que a mi no me disgustaba.

<<En esta vida todo me parece que va demasiado deprisa. Pero todo se detiene cuando estoy contigo y disfruto tu sonrisa>>

Eli tenía la costumbre de mandar piropos en la mañana. No pude evitar sonreír al ver el mensaje.

—Me encanta tu sonrisa. —Levanté la mirada de mi celular y me encontré a Eli con una sonrisa pícara en sus labios.

—A mi me encantas tú.

¿Que Es Esto? /Eli Moskowitz/ Halcón ¡Pausada!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora