Ella quería darles placer a los dos, desde el primer momento que los conoció, su deseo por ellos alcanzaba su punto máximo, ya no podía seguir esperando, una vez en la cama luego de besos que encendieron cada chispa de excitación en mí, bajo por el cuerpo de Max dando besos por cada parte de su pecho lamo su abdomen dejando chupones por donde sea que pase retiro la ropa hasta la cinturilla de su pantalón el cual bajo junto a su ropa interior dejando su gruesa erección a mi plena disposición, observó sus venas y su grosor es espléndida una polla grandiosa la verdad no sé si puedo usar esa palabra para describirla.
- Nena deja de verla así.
- ¿Así cómo?.
- Como si te la vas a tragar en cualquier momento.
- Eso es lo que pienso hacer
Bajo mi cabeza lamo la punta que ya suelta, líquido pre seminal, probándola y
tentándolo al mismo tiempo, el sentimiento de dar placer a tu hombre te hace sentir un tipo de placer más grande porque sabe que es gracias a ti que su rostro se contorsiona de esa manera.
La introduzco completa en mi boca, respirando por la nariz, para evitar ahogarme, lamiendo cada rincón de ella, llevándola hasta mi garganta, y observando su cara en todo el proceso. La saco con un sonido de succión y observo a Alex que estaba sentado en un mueble junto a nosotros, tocándose por encima de su ropa la cual baja dejando en mi vista su gran polla, dispuesto a masturbarse con la escena frente a él.
- No cariño eso es mío ven aquí... se levanta y se dirige a la cama a lado de su hermano, agarro su polla igual de grandiosa que la de su hermano, donde una es gruesa, la otra es más larga con venas a su al rededor, su punta morada de la excitación, las pongo una a lado de la otra una húmeda con mi saliva la otra seca esperando por mí, desciendo sobre el cuerpo de Alex, lamiendo como si fuera una paleta de helado saboreando cada parte de ellas disfrutando de su olor almizclado, que me vuelve loca. Alterno entre lamidas y chupadas.
- Mierda más despacio nena vas a ser que me venga rápido... murmura Alex
- Ah cariño, me voy a venir quita tu boquita.
Cuando siento que se van a retirar, aprieto mi agarre, e intensifico mis movimientos. Escucho sus gemidos y gruñidos a juego, cuando aprieto la base de sus pollas se vienen juntos, y chupo cada gota que sus pollas sueltan hasta dejarlos totalmente secos, es un sabor picante y almizclado disfruto de cada momento.
- Ahora te toca a ti nena... dice Alex, terminando de quitarse su ropa, me acuesto boca arriba para observar bien todo lo q es mío.
- Te cansaste de mirar cariño, ahora nos toca a nosotros... quitan mi ropa lamiendo y chupando cada parte de mi piel expuesta sin dejar un solo lado descuidado, suelto un chillido cuando me pellizcan un seno, Alex abre mis piernas dejando al descubierto todo mi coño a plena vista de los dos me ven hasta el alma en esta posición, y no siento ni un poco de vergüenza porque estoy segura de que soy toda de ellos .
- Mira Max, dime has visto un coño más perfecto que este.
- No hermano, ni el coño más perfecto, ni la mujer más perfecta, Victoria, mi querida Victoria estás hecha para nosotros prepárala Alex, hoy los tres tenemos que ser uno.
Alex se agacha chupando cada rincón de mi coño lamiendo mi clítoris y usando su lengua como una lanza perforando mi interior, Max se ocupa de mis pechos lamiendo y amasando como si fuese un bebé amamantándose, en la habitación solamente se escuchan mis gemidos y los sonidos de succión introduce un dedo en mi culo cubierto con mis jugos chillo cuando llego a un orgasmo épico no puedo respirar ni dejar de temblar de pies a cabeza.
- ¿Listo Alex? No puedo aguantar más... dice masajeando su erección, ya están duros, otra vez.
- Si Max, es hora de comenzar.
Me levanta Alex colocándome encima de él, me penetra poco a poco hasta estar completamente dentro, cuando llega hasta la base soltamos un gemido de satisfacción, nos quedamos inmóviles mientras Max me prepara para entrar por mi culo, estoy tan excitada que no puedo evitar querer moverme y empalarme yo misma.
- Despacio cariño, no te quiero lastimar... dice aguantando la respiración.
- Apúrate Max, me está apretando cada vez más.
- Relájate cariño, déjame entrar.
Entra despacio, se siente como una eternidad hasta que me llena por completo, no puedo evitar aguantar la respiración cuando me sentí tan estirada, es un poco molesto al principio, pero poco a poco la molestia se va pasando dando paso a una excitación mayor necesito que se muevan y así se los hago saber.
- Rápido, chicos, necesito que me lo den.
Cuando termino de hablar se mueven al unísono, mientras uno sale otro entra, Alex chupa mis senos y hace que mis sentidos se amplifiquen con toda estas sensaciones, gimo y grito, ambos nombres.
- Mierda Max se siente como el cielo... dice gimiendo y mordiendo mi labio
- Si hermano es la mejor sensación del mundo... los olores de almizcles, los choques de cadera y el sonido de húmeda que viene con ello, los jadeos todo hacen una combinación perfecta.
Escucho los gruñidos de los chicos cuando se corren dentro de mí y en ese instante me vengo yo, estoy tan agotada que no puedo evitar caer encima de Alex respirando agitada de todo el ejercicio que he realizado, siento que voy a morir, pero si así he de morir bienvenido sea.
- No puedo más, no quiero mover ni el dedo gordo del pie... dice Max encima de mi
- Vamos hermanito, sal y ve a lavarla mientras yo cambio las sábanas para que no se acueste incómoda, creo que ya hasta se durmió.
- ¿Quién coño se durmió? Solo dame cinco minutos y prometo moverme... digo bostezando
- Ven cariño, vamos a lavarte... Max sale de mi cuerpo mientras me levanta y Alex también sale, no puedo evitar el escalofrío que recorre mi cuerpo y el deseo que comienza a invadirme cuando me siento vacía.
- Más tarde cariño, vamos a descansar, sé que tu cuerpo está agotado... dice Alex, a penas me ve, sabe lo que quiero.
Max me carga hacia la ducha lavándome de arriba abajo sacando todo lo que dejaron en mi cuerpo y recuerdo que menos mal que uso anticonceptivo porque en la emoción del momento no nos cuidamos ninguno.
Luego de lavarme, me carga, me seca, y me sienta en el lavado, mis piernas aún están inestable de todo lo qué pasó hace unos momentos, se lava rápido, se seca, y me lleva a la cama, Alex levanta la cobija, y me ubica en el medio de la cama, Max se mete conmigo mientras Alex se ducha, cuando sale del baño nos envolvemos los tres fuertemente
- Buenas noches, cariño, te amo... dice Max dándome un beso en la cabeza.
- Buenas noches, nena que descanses te amo...dice Alex besando mi frente
- Buenas noches, chicos, los amo... digo cerrando mis ojos lentamente es el mejor día de mi vida.
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Security Guardian por que amar a dos no es pecado
RomanceSinopsis Alexander y Máximiliano dos hombres fuertes, posesivos hermanos, cuidan lo que consideran suyo hasta la muerte dueños de una de las empresas de seguridad más grande del mundo. Son fieles el uno al otro, pero que pasa cuando a la ecuación...