Todavía no me puedo creer lo que me dijo Alex que alguien me explique, como coño se metió Jimena en todo esto estamos hablando de secuestro ¡por dios!. Salgo corriendo de la cama y me pongo lo primero que pille, necesito solucionar esto lo antes posible.
- ¿A dónde vas cariño por qué tan rápido?, ten cuidado con la herida.
- Tengo que saber en qué demonios estaba pensando Jimena cuando decidió tomar esta decisión... digo agarrando mi celular de mesa de noche.
- Espera cariño, nosotros te acompañamos... dice Max levantándose a toda prisa.
- Chicos, dejen que de esto me encargue sola, por favor no se preocupen que voy a resolver esto como de lugar, y si Jimena decidió ser parte de esto tendrá que afrontar las consecuencias de sus decisiones no puedo seguir protegiéndola por más que quiera... digo con todo el dolor de mi alma.
Tomo el celular de la mesa de noche y las llaves de la moto que robe ayer saliendo a toda prisa paso por la sala que está llena de guardaespaldas, pillo el primer casco que veo y salgo por la entrada principal.
- Señorita, si necesita que la llevemos díganos, nosotros no encargamos de su seguridad.
- No necesito que nadie me cuide, yo me puedo cuidar sola... escucho grito de los chicos que viene desde las escaleras a toda prisa.
- Cariño, deja que los chicos te acompañen, recuerda lo que paso con Max, no podemos descuidar tu seguridad.
- Ok, si mantienen mi ritmo no tengo problema con ello, pero si no pueden mejor que no me molesten entendido... estoy enojada de tener gente detrás de mí, pero se los prometí a los chicos, no puedo preocuparlos sin necesidad.
Arranco mi moto saliendo de la casa a toda velocidad.
- ¡Que demonios hacen hay parados como estúpidos y no van detrás de Victoria!... es todo lo que escucho cuando salgo de la mansión con destino a casa de mis padres, sé que allí es donde voy a conseguir noticias de mi hermana.
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- ¡Magnus que carajos pasa con estos guardaespaldas! Primero se llevan a Max en sus narices si hacer nada y ahora se va Victoria y ninguno pudo detenerla que clase de guardaespaldas estamos preparando que ni los que están a nuestra seguridad sirven.
- Entiendo jefe hay muchas cosas que por lo visto debemos solucionar, a partir de hoy todos los que estuvieron el día del secuestro de Max quedaran degradados y los que vieron a la Señorita en este momento salir sin mover un solo pie también perderán sus puestos.
- ¿Qué vamos a hacer hermano?, ella no debe estar bien emocionalmente, y se fue así sola y si le pasa algo y no estamos a su lado para ayudarla.
- Debemos confiar hermano, es hora de que confiemos en ella y por ende en sus decisiones... digo con un suspiro.
- Así es mi querido hijo, me alegra que comprendieran que la confianza es la clave de toda relación en la vida.
- ¡Papá!... grita Max a penas ve a nuestro papá en la entrada
- ¿Qué debemos hacer si se lastima?, papá, no quiero que le hagan daño de ninguna manera y sé que todo esto de su hermana es un duro golpe.
- Lo acaba de decir tu hermano, querido confía en ella cuando ella los necesite vendrá a ustedes y en ese momento ustedes serán sus muros de protección, pero tienen que dejarla tomar sus propias decisiones, recuerden que son dos y puede llegar el día en el que se agobie y ninguno quiere eso, así que tienen que dejarle su propio espacio cuando así ella lo quiera.
- Vamos chicos, vamos a desayunar que todavía tenemos cosas con las que lidiar... dice mi padre una vez los conoces te das cuenta de que mi papá Sergio es de carácter dulce y amable y mi padre es de carácter fuerte y enérgico por eso será que se complementa tan bien.
Luego del desayuno bajamos hablar con Andrés, Max quiere descargar su ira y tiene motivos de sobra, no solo lo secuestro sino que victoria recibió un tiro por culpa de él por poco y la mata si se hubiera desviado un poco más, no quiero imaginar que pudo haber pasado. Cuando abrimos la puerta lo primero que vemos es un hombre amarrado en una silla gritando, se nota los golpes, pero nada grave, todo superficial.
- ¡Suéltenme que demonios están haciendo esto es contra la ley, pueden ir presos por secuestro!
- Que casualidad lo mismo podría decirte yo.
- ¿De qué diablos hablas?.
- Mira Alex no sabe de qué estamos hablando... dice Max caminando hacia Andrés en lo que está a un paso de distancia levanta su pie pateando el pecho del hombre, el impacto es tan fuerte que cae de espalda con todo y silla rodando hasta la pared soltada un gemido por el impacto.
Doy un paso hacia delante dando la orden para que lo levanten y lo pongan en su posición original.
- ¿Sabe Victoria lo que están haciendo?, esto es ilegal... Cuando escucho el nombre de mi mujer saliendo de su boca en cuestiones de segundo, mi mano voltea su cara rompiendo su boca en todo el proceso.
- No pronuncies su nombre imbécil, tienes idea de lo que le pudo haber pasado por tu culpa, sabías que recibió un disparo que la pudo haber matado... grito no tiene ni idea que está vivo solo porque así lo quiso Victoria, lo que no sabe es que de esta casa no va a salir vivo esa es su triste realidad.
- No sé de qué hablas, cuando Victoria se entere de esto se va a enojar, ella me ama, y nunca permitiría que nadie me haga daño, ella está con ustedes por puro despecho, pero a quien realmente quiere es a mí... ahora si lo mato, quien se cree esta basura que es por favor, que va a estar queriendo Victoria una escoria como esta, si fuera antes dudara, pero siempre nos ha demostrado que quiere estar con nosotros nunca voy a volver a dudar de ella.
- Cállate imbécil, ella ya sabe que estás detrás de todo esto, si estás aquí es porque tenemos pruebas suficientes en tu contra, todos los mensajes y llamadas entre tú y los secuestradores están en nuestras manos, todas las transacciones que realizaste con ellos tenemos todo.
En eso se escucha el ruido de la puerta siendo abierta, y es Victoria que entra en la habitación ¿Qué carajos tiene en la mano?, es una llave inglesa, no nos da oportunidad de preguntar cuando vemos a Victoria golpear Andrés en las bolas con eso.
- ¡Mierda!... gritamos todos al unísono
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Security Guardian por que amar a dos no es pecado
RomanceSinopsis Alexander y Máximiliano dos hombres fuertes, posesivos hermanos, cuidan lo que consideran suyo hasta la muerte dueños de una de las empresas de seguridad más grande del mundo. Son fieles el uno al otro, pero que pasa cuando a la ecuación...