Mi pequeña abejita ~ Jooheon - Monsta X ~

Cap.3

Leah llegó a la oficina feliz de la vida, con la decisión tomada ya no había nada ni nadie que podía arrebatarle esa felicidad...o al menos eso creía.

Dejó sus cosas en el escritorio fuera de la oficina, tomó su iPad de trabajo y entró después de llamar a la puerta.

-Buenos días, señorita Su.

-Eres tú. –dijo sin mirarla.

Estaba pintándose las uñas de las manos.

Leah miró enseguida el itinerario para informarle de sus actividades a realizar en el día, pero extrañamente no había ninguna.

-Cancelé todas mis citas. –habló leyendo su mente. –Tendré únicamente dos comidas de trabajo y necesito que te quedes aquí.

-De acuerdo. –dijo Leah confundida.

-Vendrá el nuevo aspirante de tu puesto, Chae Hyungwon.

-¿Perdón? –preguntó asustada.

Aún le quedaban menos de dos meses.

-No pongas esa cara. –dijo la mujer con una mueca de disgusto. –Estará bajo entrenamiento para después tomar tu lugar cuando te vayas.

-Menos mal...-respiró aliviada.

-Le enseñarás todo lo que debe hacer y que tiene que hacer un buen trabajo. –ordenó la mujer.

-Sí, señorita Su.

-Bien.

La señorita Su hizo un ademán para que Leah saliera.

La chica hizo caso y salió de la oficina, apenas cerró la puerta se recargó en esta cerrando los ojos.

-Solo dos meses y alguien más será su víctima. –susurró para sí misma.

Después de respirar profundo abrió los ojos.

-¿Te encuentras bien?

Un chico, mucho más alto que ella, la miraba con la cabeza ladeada.

-¿Mmh? Oh, sí. ¿Puedo ayudarte en algo?

-Sí, vengo con la señorita...-leyó el papel en su mano. –Su, con la señorita Su.

-Debes ser Hyungwon.

-Así es, mucho gusto. –hizo una reverencia.

Leah lo analizó un poco, era lindo y parecía amable, alguien responsable y sumamente adorable.

"Te comerá vivo" pensó.

-Almorzaré con el señor Han. –la señorita Su salió de su oficina. –No es necesario que nos acompañes... ¿Tú eres? –miró al chico de pies a cabeza.

-Chae Hyungwon, un gusto. –hizo otra reverencia.

-Oh. –su semblante cambió. –Eres el nuevo aspirante. –sonrió con picardía. –Bueno, es un placer que trabajes para nosotros.

-El placer es mío señorita...

-Su. –dio su mano.

Leah no podía creer lo que sus ojos estaban presenciando, la señorita Su, estaba coqueteándole a ese chico. ¡Era un niño a su lado!

No podía negar que ese chico, Hyungwon era muy apuesto...demasiado en realidad, pero la señorita Su le llevaba fácil veinte años.

La mujer era una sínica.

-Señorita Park, muéstrele al joven Chae las tareas de las que estará encargado en su ausencia. –sonrió mirando al chico.

Las mejillas de Hyungwon se tornaron rojizas.