Mala decisión, viejo come caramelos...

Sirus Black

Tres meses más tarde, casi cumpliendo seis meses, todo seguía medianamente igual. El vientre de Harry había crecido adaptando el tamaño de uno de cuatro meses, esta, se podía esconder fácilmente mediante el collar que los goblins le dieron aunque a veces le gustaba dejar ver un poco su vientre -truco que había aprendido a hacer hace poco- que se podía esconder medianamente bien con simplemente la camiseta blanca, aunque tenía que abstenerse a usar el polo complementario por mucho frío que tuviera, por eso, logró que entre los gemelos y Hermione le pusieran un hechizo calefactor a su capa para los días que decidía dejar ver un poco su vientre. A pesar de todo, algunas personas se percataron de la subida de peso y le hacían preguntas que no sabía como responder, por eso, para evitar que más gente -cercana a él sobre todo- se diera cuenta del grosor de su barriga cuando no llevaba esa parte del glamour, no dejaba que nadie le abrazara como solían a hacer para darle las gracias y con ayuda de Hermione, hizo un boquete en el colchón de su cama para poder esconder mi vientre por las noches sin tener que llevar el glamour ni que fuera incómodo.

Además de la subida de peso, muchos también se fijaron en que comía más e iba más al baño, cuando preguntaban, él les respondía que era por el estrés de los exámenes que estaban a prácticamente un par de semanas de ser realizados y aunque muchos no le creían o no estaban conformes con la respuesta, no volvían a preguntar

En el cuarto mes, todo fue totalmente normal a parte de la constante vigilancia que tenía sobre él por lo del fugitivo Sirius Black, las consultas no habían mostrado ningún problema con el avance de crecimiento de los trillizos y no había obtenido ninguna detención durante ese mes. Los gemelos, le prestaron un mapa que al parecer enseñaba todo el castillo con los pasadizos secretos incluidos y en donde estaban las personas en cada momento y lo había utilizado para dar paseos por Hogsmeade con los gemelos y relajarse un poco de todo lo que estaba pasando a pesar de saber que era peligroso.

Durante el quinto mes, se hizo amigo de Luna Lovegood, una chica de Ravenclaw de carácter bondadoso que, a pesar de que mucha gente la criticaba, ella siempre iba con una sonrisa en su cara y bajo nunca circunstancia se inmutaba de los comentarios que mayoritariamente le hacía su propia casa, a menos por supuesto, que se metan con alguno de sus pocos amigos. Ella valoraba mucho más la amistad que las preferencias, una de las razones por la que se había vuelto cercano a ella.

Acababa de llegar de su visita mensual con Grace, Cameron solo había estado para la visita de su cuarto mes aparte de la otra visita y todo con los bebés había estado bien, hoy habían tenido el encuentro más pronto de lo normal y ahora se encontraba hablando con Hermione sobre su visita con Grace en la sala en desuso cuando llegaron los gemelos.

-Hola chicos, ¿de qué hablaban?- Preguntaron ambos.

-De la visita de Harry hoy con Grace - Respondió Hermione por Harry.

-¿Y cómo están nuestros sobrinitos?- Preguntó George.

-De momento todo bien, el nacimiento está programado para el día 23 de septiembre, aunque Grace dice que lo más probable es que nazcan antes, aunque no sabe con certeza si nacerán días, semanas o meses antes.

-No podemos esperar a que nazcan. Por cierto, debes de ser más discreto a la hora de comer, alguna gente nos está preguntando a nosotros el porqué comes tanto y tan raro, ya han notado que somos más cercanos que antes. Debemos tener cuidado.

-Si tienen razón, yo hace poco me encontré a algunos alumnos hablando en susurros y creí oír las palabras "Harry" y "comer" en la misma oración pero como no estaba segura no te dije nada, se lo impulsivo que puedes llegar a ser con la gente que habla mal de ti. Por cierto, ¿para que habíais venido? Normalmente los viernes os quedáis haciendo deberes en la biblioteca.- Comentó demostrando curiosidad.