Mala decisión, viejo come caramelos...

Draco Malfoy

Al final, todo había ido bien. Durante el verano Harry había logrado hacer las cosas que tenía a medias. Había amueblado el apartamento y la otra habitación que tenía en su baúl, que se había acabado convirtiendo en un laboratorio de pociones. También hechizó la mochila nueva que se había comprado con un hechizo de expansión indetectable y un hechizo de pluma para que no pesara y pudiera llevar todas las cosas de los bebés y cosas escolares a mano y de manera ordenada.

El embarazo había avanzado perfectamente, aunque había descubierto que las gemelas estaban mal colocadas creando así un pequeño riesgo en el parto. Ahora, si Harry se quitaba el glamour que le proporcionaba el collar no había duda de que estaba gestando al menos un bebé.

Había llegado el 1 de septiembre y con ello la vuelta a Hogwarts, y Harry estaba asustado de lo que le podía pasar este año.

-Y recuerda Harry, cuídate y no hagas ninguna tontería- Le dijo Petunia, con quien se había acercado y hecho bastante unidos estos últimos meses.

-Si tía Petunia, no me va a pasar nada, y menos a los trillizos. Te mandaré una carta si pasa algo.- Ella le abrazó. Algo que se había vuelto algo regular en su día a día.

-¿No te olvidas nada? ¿Cuna, ropa, biberones, libros..?

-No Dudley, lo llevo todo.

-Bien, el expreso de Hogwarts está apunto de salir, ten un buen viaje Harry.

Harry subió al tren y buscó un compartimento vacío, al haber llegado un poco tarde, sólo encontró uno al final del tren. Rápidamente se metió en él y colocó su baúl de forma apropiada, con su varita cerró la puerta y las cortinas con un Muffliato y un encantamiento que impedía que nadie entrara.

Durante el verano había estado reforzando su capacidad intelectual y su conocimiento y práctica en hechizos y otras asignaturas como runas antiguas y alquimia por mi propia cuenta.

Un rato más tarde, el tren comenzó a moverse y Harry se sintió con la libertad de quitarse el glamour.

Todo fue bien hasta que hacia la mitad del viaje oyó las voces de Draco Malfoy y su pandilla de amigos fuera.

- Mi padre se enterará de esto, un miserable día que viajamos en tren y no hay compartimentos para estar, encima, no encontramos a San Potter- Se oyó a Draco hablar.

Harry se encontraba desconcertado, ¿Malfoy lo estaba buscando? ¿Y lo admitía? Volvió a sí cuando alguien intentó abrir la puerta.

-¿Está cerrado, Pansy?- Preguntó alguien

-No puede ser que esté cerrado, nadie puede hacer magia fuera de Hogwarts a parte de últimos años y esos están un vagón más adelante, debe de estar solo enganchado.

-Déjame a mi Pans, se necesita fuerza bruta para esto.

-Si, la misma fuerza bruta que se presenta cuando me pides que pare cuando te he pegado un golpe.

Deja de burlarte de mí y muévete, además siempre podemos probar con un alohomora.

Harry estaba en estado de shock, por lo que apenas le dió tiempo a girarse para que no vieran su abultada barriga cuando lanzaron un alohomora y abrieron la puerta.

-Pues al final resulta que sí que estaba ocupado, perdón por molestar ¿nos conocemos? No me resultas familiar- Preguntó Pansy. Con ella iban Draco, Blaise, las hermanas Greengrass, Goyle y Crab.

Harry, quien no tenía su collar a mano y sin otra opción les contestó.

-No pasa nada, fue mi culpa. ¿Podrían salir un momento por favor?

Los otros le miraron extrañados.

-Oye ¿estás bien?- Preguntó Pansy acercándose a él.

-¡Si! Todo bien. No te acerques por favor.

La chica no le hizo caso y acabó de acercarse y se dió cuenta de su muy abultado vientre.

-¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien? ¿Qué te han hecho?

-Si, no ha sido nada.

-Espera- Interrumpió Draco- Yo conozco esa voz, es la voz de San Potter.

-¿Potter? ¿Qué te ha pasado para estar así? Los gemelos no se han movido en todo el rato de su compartimento por lo que se.- Dijo la chica que tenía al lado.

-¿Pero por qué tanto empeño con eso, Pans? Si solo le ha cambiado el aspecto- Dijo Blaise, quien comprendiendo la privacidad había cerrado la puerta.

Pansy le hizo darse la vuelta a Harry dejando a la vista su nuevo aspecto.

-¿Potter, qué te ha pasado?- Preguntó Crab

-Nada que les importe- Respondió Harry intentando buscar una excusa.

-¿Sabes que somos de fiar, cierto? No por ser de la familia que somos significa que tenemos los mismos ideales que ellos.

-¿No los tienen?

-La gran mayoría de Slytherin's no los tenemos, nosotros nos incluimos. ¿Puedes confiar en nosotros?

-Bien, se los contaré pero bajo un juramento de magia. No es porque seáis vosotros, es una medida de seguridad que utilizo para todos los que sepan el secreto.

Todos se miraron, alzaron sus varitas y formularon el encantamiento, que al final hizo que saliera un hilo dorado de estas.

Harry, satisfecho del resultado, les contó todo, del principio al final. Todo a sabiendas de que ese hilo dorado prometía verdad y lealtad a él.

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-¿Y ya sabes los nombres que les vas a poner?- Preguntó Astoria, quien estaba sentada delante de Harry.

-La verdad, lo he estado pensando y me gustaría que el niño se llamará Mateo Adel y las niñas estoy entre varios nombres.

-Suena bien; Mateo Adel Potter - Dijo Goyle

-Gracias Greg

En muy poco tiempo, se habían hecho muy unidos, incluso se llamaban por sus nombres de pila, aunque acordaron que solo lo harían en privado.

-¿Y entre que nombres estás para elegir de las niñas?- Preguntó Daphne, la hermana de Astoria.

-Me gustan los nombres Eileen, Grace, Erea, Dione, Aroa, Julianne, Lilianna y Ebere, pero me gustan todos por igual.

-Supongo que les quieres poner segundo nombre igual que a Mateo ¿no?- Blaise preguntó y Harry asintió- Entonces Julianne y Lilianna están descartados, es un infierno tener que escribir un nombre muy largo, lo digo por experiencia propia. ¿Hay alguno en especial que les quieras poner?

-Bueno, Eileen y Grace me gustan y fueron de los primeros que pensé. Pero no me gustaría ponerlos en el mismo nombre.

-Entonces decidido, su primer nombre será Eileen y Grace, y teniendo en cuenta que los nombres deben ser elegantes, yo optaría por Eileen Dione Potter para la primera que nazca y Grace Ebere Potter para la segunda que nazca o al revés.- Dijo Vincent participando en nuestra conversación

-No sabía que sabías sobre moda y elegancia Vin- Dijo Draco de manera burlona

-Te sorprendería las cosas que sé hacer

Poco después se fueron a cambiar ya que estaban apunto de llegar a Hogwarts, aunque Blaise y las chicas se negaron a dejar que Harry se pusiera el collar sin antes haber sentido que los pequeños daban pataditas.