Capítulo 4

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El club de las March.

-Muchachos, muchachos, doy por iniciada la reunión de hoy- exclamó Emily, las hermanas March estaban en el ático disfrazadas de muchachos, cada una con una pipa, camisa, pantalones y sombreros.

-¿Qué temas discutiremos hoy Sir Paul?- preguntó Meg refiriéndose a Emily.

-Hoy quería que discutamos la admisión de un nuevo integrante al grupo- exclamó con una gran sonrisa.

-¿A quién?- preguntó Amy.

-Propongo a ¡Laurie Laurence como nuevo miembro del grupo!- gritó e hice una clase de referencia.

-¿Qué? Emi, es un muchacho- dijo Meg.

-Oh vamos Meg, es Laurie- dije sonriendo.

-Me cae bien, pero este es un club de señoritas ¿Verdad?- dijo Amy.

-¿Y eso qué? ¡Yo cambiaré las reglas! Y exijo una votación, aquellos que estén a favor levanten las manos- dijo Emily sonriéndole a sus hermanas.

-Yo estoy a favor- dijo Jo y levantó la mano.

-Vamos chicas ¡Es Laurie!- dijo Emily insistiendo un poco para que sus hermanas lo admitieran.

-Ya, ya- dijo Meg y levantó la mano, luego la levantó Beth y por ultimo Amy.

-¡Qué bueno y como no hay mejor momento que el presente!- gritó Emily, las hermanas la miraron confundidas pero de pronto Laurie salió del closet y la chica hizo un movimiento con las manos.

-¡Señores, señores, gracias por admitirme!- dijo Laurie con una voz un tanto graciosa. Las hermanas estaban avergonzadas porque un muchacho las estaba viendo disfrazadas de esa manera.

-¡Un aplauso para el primer muchacho admitido en el grupo!- dijo Emily para romper el silencio. Las hermanas aplaudieron y Laurie sacó una caja de su bolsillo.

-Tengo un pequeño presente, seis llaves para la casilla que coloqué en el bosque- dijo dándole una a cada hermana, violeta para Meg, rosada para Beth, celeste para Amy, roja para Jo y verde para Emily.

-¡Que joven tan atento, por favor tome asiento!- dijo Emily con una sonrisa, estaba muy feliz de que Laurie este aquí, se habían hecho muy unidos en estos días.

Y así Laurie se sentó y junto a las March siguieron divirtiéndose en el ático de la familia.

(...)

Unos días después Laurie y Emily se encontraban caminando por los bosques, era un hermoso día de invierno.

-¿No da gusto estar vivo en un mundo en dónde existen mañanas de invierno como estas?- exclamó la chica con una gran sonrisa.

-Da mucho gusto, sobre todo cuando estas con personas que quieres- le respondió, la chica pelirroja se ganó su corazón en tan poco tiempo, el nunca había sentido una conexión tan especial como la que siente con ella, quería decírselo, pero nunca fue bueno con las palabras, no como Emily.

-¿Guerra de nieve?- pregunta la chica cuando agarra una bola de nieve del suelo.

-Guerra de nieve- le responde dándole comienzo a una guerra de nieve entre los dos. Risas, sonrisas y sobre todo, buenos recuerdos crecieron en ese bosque aquel día.

Tiempo después de jugar con la nieve el chico se fue a su casa ya que tenía que estudiar, era sábado, pero su tutor era muy exigente.

-¡Buenos días familia!- gritó la chica cuando entro a la casa. Su hermana Meg la vio y abrió los ojos.

-¿Qué te pasó Emily March?- preguntó, la chica estaba con su vestido mojado y sucio con tierra.

-Guerra de nieve con Laurie- respondió indiferente.

-Pues ve a cambiarte antes de desayunar- le exigió Meg y la pelirroja se fue sin antes decir "Si madre" de forma sarcástica.

Bajó las escaleras con un vestido limpio y su pelo despeinado como de costumbre.

-¿Dónde estabas?- preguntó Beth cuando la vio.

-En el hermoso bosque, hoy estaba más blanco y glorioso que nunca- respondió mientras se sentaba en la silla para poder desayunar.

-¿Estabas con Laurie?- preguntó Amy.

-Por supuesto que si, que bueno que ya esta el desayuno, estoy famélica, repito, famélica- dijo la chica cuando vio el desayuno.

-¿Te vas a casar con el?- preguntó tímidamente Beth haciendo que la pelirroja se atragantara con la leche que estaba bebiendo.

-¿Qué? Yo nunca me casaré, el romance esta en el último puesto de cosas que me importan en esta vida, incluso la tía March me importa más que eso- se defendió la chica.

-Siento que terminaras casada con él, es rico Emi- dijo Amy.

-Primero que nada, que sea rico no lo define como persona y segundo, el es solo Laurie, mi gran amigo, creo que somos almas afines- confesó mientras comía un pan con mantequilla.

-Nuestros planes jamás serán interrumpidos por un chico- dijo Jo.

-Exactamente- Emily le dio la razón.

Aunque el cometario de su hermana menor la dejó un poco inquieta, nunca había pensado en casarse, es más, ella era una fiel creyente de que llegará soltera hasta la tumba. Pero en ese entonces no conocía a Laurie, pero ¿Casarse con él? No lo creía, es decir, de seguro Laurie tiene millones de pretendientes. Mejor se quita esa idea de la cabeza.

-Basta cerebro- se dijo a si misma mientras lavaba los platos del desayuno, no podía pensar en él de esa manera, pero por alguna razón, cuando queremos dejar de pensar en algo nuestro cerebro interpreta que deberíamos pensar en eso, todo el día.

Dejó de lavar los platos y salió corriendo hacía la casa de al lado.

-¡Emily!- le gritó Meg al ver que se fue. "Luego le explico" pensó la chica, tenía que aclarar  su mente.

Tocó la puerta y el mayordomo de los Laurence le abrió.

-Buenos días señorita ¿Qué se le...- comenzó a decir pero esta lo interrumpió.

-Lo siento, será rápido- dijo y entró a la mansión, fue a la biblioteca ya que ahí era donde el chico estudiaba.

-¿Emily?- preguntó cuando la vio.

-Laurie, eres mi mejor amigo ¿Sabes?- preguntó y dejó confundido al chico.

-Si ¿Por qué?- preguntó este, era extraño, la chica nunca había actuado así.

-Solo quería confirmarlo, que tengan un buen día- dijo y se marcho a su casa, dejando a Laurie totalmente confundido.

-Que muchacha tan extraña- dijo el señor Brooke.

-Si, pero la quiero tal como es- suspiró Laurie mientras miraba la puerta como si la chica siguiera ahí.

My lover || Laurie Laurence y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora