Capítulo 3

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La biblioteca Laurence.

Navidad ya había pasado, dando así la llegada de un nuevo año. Las hermanas March se preparaban para el inicio de un día nuevo.

-Chicas apúrense, llegaremos tarde- gritó Meg.

-Ya voy- gritó Emily mientras bajaba corriendo las escaleras.

-¿Ya están listas?- preguntó la mayor.

-Yo si, Jo también y Emily acaba de bajar las escaleras así que supongo que también- dijo Amy.

-¡Ya estoy!- gritó la pelirroja con una tostada en la boca.

-Deberías peinarte- la regañó su hermana Meg.

-Bueno, ¿no estabas apurada?- preguntó como respuesta al regaño de su hermana.

-Adiós Hannah, adiós Beth- dijo Meg, Emily abrazó a Beth y salieron de su casa.

Las cuatro hermanas March iban caminando entre la nieve con los brazos entrelazados entre si.

-Que lástima que tengamos que volver a nuestros deberes- dijo Jo.

-Yo estaba tan a gusto en las vacaciones- dijo Emily.

-Odio tener que volver a la escuela, más cuando le debo muchas limas a las niñas de mi salón- protestó Amy.

-¿Limas?- preguntó Meg.

-Si, limas.

-¿Y para que sirven?- inquirió Jo.

-Es para intercambiarlas con las otras chicas y hacer amigas, ellas me dieron limas a mi y ahora yo debo darles a ellas, pero no tengo ninguna- respondió Amy. Después de que la pequeña dijera eso, Meg y Emily sacaron monedas de sus bolsillos.

-¿Por qué le dan monedas?- preguntó Jo.

-Se lo que se siente querer tener cosas lindas como las otras chicas y no poder comprarlas- respondió Meg dándole sus monedas a Amy.

-Descubrí que tener amigos es algo lindo- dijo Emily con una pequeña sonrisa mientras le daba sus monedas a Amy.

-¡Gracias chicas!- dijo la rubia mientras las abrazaba, Meg le dio un beso y Emily un abrazo.

Siguieron caminando las cuatro hasta que Jo se fue a la casa de la Tía March, Meg se fue para las casa de los King y Emily acompañó a Amy a la escuela.

-Que te vaya bien Amy- dijo Emily mientras se despedía de su hermanita y veía como entraba a la escuela. Luego de eso Emily fue a comprar comestibles y volvió a su casa. Su tarea principal era ayudar a Beth con la escuela y educarla.

Unas horas más tarde, Laurie estaba sobre una silla, mirando por la ventana.

-Señor Theodore...- empezó a decir el señor Brooke pero fue interrumpido Laurie.

-Laurie- le corrigió, el señor Brooke resopló.

-En fin, deje de estar ahí parado y preste atención, hoy en día el Latín es algo muy importante para...- Brooke fue interrumpido de nuevo.

-Hay una chica- dijo Laurie mirando a la chica que estaba en su patio dando vueltas y llorando.

-No hay ninguna chica señor...- intento decir pero fue interrumpido, otra vez.

-Hay una chica, venga a verla- dijo el chico acercando una silla.

-Hay una chica- dijo el señor Brooke cuando se subió a la silla y la vio. Laurie abrió la venta y gritó.

-Hola...

-Soy Amy- dijo la chica que estaba en el patio.

-Hola Amy, soy Laurie.

-Ya se quien eres, estuviste en mi casa el día de la fiesta, mi hermana Meg se torció el tobillo, a mi nunca me hubiese pasado eso, tengo pies pequeños y lindos, creo que eres amigo de mi hermana revoltosa, Emily- dijo la niña entre lagrimas

-Oh, eres una March, vives en frente ¿Qué haces aquí?- preguntó.

-Jamás podré volver a mi casa, mira- dijo mostrando su mano, en esta tenía una lastimadura que se extendía por toda la palma.

Al ver eso, Laurie hizo que entre a su casa y curó su herida, también mandó a llamar a la familia March quienes no tardaron mucho en llegar.

-Por Cristóbal Colón- exclamó Emily al ver todos los libros. Al entrar, Laurie comenzó a mirarla.

-Son solo libros, no se puede vivir de ellos- dijo Laurie cuando estaban al lado de la pelirroja en la biblioteca, esta la miraba anonadada.

-Yo podría hacerlo- le respondió -¿Este es tu abuelo?- preguntó señalando el cuadro que estaba colgado.

-Si, es él.

-Mi abuelo es más guapo- dijo la chica.

-¿El abuelo de quien es más guapo?- preguntó el Señor Laurence mientras se acercaba a ellos.

-El mío señor, pero por supuesto que usted tiene sus encantos señor, lamento mucho si lo ofendí señor- dijo la chica rápidamente mientras su cara se tornaba de un leve color rojo.

-Yo conocí a tu abuelo, tienes su espíritu- dijo con una risa.

-Gracias señor- respondió y bajó la cabeza, Laurie rio.

-¿Qué pasó Amy?- preguntó su madre al entrar.

-El profesor me pegó- dijo Amy sollozando y mostrando su mano.

-¿Te pegó?, tengo que ir a esa escuela y darle su merecido a ese idiota- dijo Emily acercándose a Amy.

-El vocabulario Emily- dijo su madre.

-Lo siento, pero es la verdad, si el señor sigue pegándole a sus alumnos lo único que hace es enseñar que la violencia es la única solución, lo cual, claramente no es cierto- explicó una Emily un tanto enojada.

-Creo que debería sacarte de la escuela, Emi podrá educarte, como lo hace con Beth- dijo Marmee.

-En lo personal, creo que educar a las mujeres en casa es más efectivo- agregó el señor Brooke y todos se callaron.

-Eso es por que las escuelas para mujeres son muy malas- dijo Meg.

-Tiene razón- respondió en un tono bajo.

-Lo cual no es justo, las mujeres tenemos el mismo derecho y deberíamos tener las mismas posibilidades de educación que tienen los hombres, no nos tienen que educar para ser esposas, nos deberían educar para cumplir nuestros sueños, para que podamos ser alguien en la vida, no somos objetos que tienen que ser seleccionados por un hombre para desposarnos- dijo Emily, estaba realmente furiosa.

-Le escribiré una carta a la escuela, anunciando que no asistirás a clases nunca más y dándole su merecido... de una forma un poco menos abrupta- dijo Marmee haciendo referencia a las palabras que su hija dijo hace un momento.

-¿Me puedo llevar uno de estos libros Laurie?- preguntó Emily tras el pequeño silencio incomodo que se formó en la biblioteca de los Laurence.

-Claro, puedes llevarte el que quieras, cuando quieras- le respondió mientras ambos caminaban hacia los libros. Emily escogió un libro para ella y otro para Jo.

-Vamos chicas, ya tenemos que volver- dijo su madre al terminar su charla con el señor Laurence. Las cuatro March se fueron a su casa.

-Señorita Meg, su guante- dijo el señor Brooke tomando el guante que se había olvidado Meg en el sillón. No lo escuchó, Laurie y su abuelo se rieron de esta situación.

My lover || Laurie Laurence y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora