La Tía March.
Las chicas llegaron a la mansión y tocaron la puerta. Un señor con bigote la abrió.
-Bunas tardes, estamos buscando a la señora March- dijo Emily intentando sonar lo más formal posible. No tenía mucha relación con Tía March, pero lo que le cuenta Jo le pareció más que suficiente como para saber como tratarla.
-En un momento- dijo el señor. Se fue y unos minutos después apareció.
-Emily, Amy ¿A qué se debe esta sorpresa?- preguntó. Como la pelirroja era la mayor debía explicarle porque estaban en su residencia.
-Beth enfermó, fiebre escarlata. Debido a que nosotras no hemos contraído dicha enfermedad en el pasado se nos exigió salir inmediatamente de la casa. Como sabrá, nuestro padre enfermó por ende nuestra madre se fue con él. No tenemos con quien ir, por eso recurrimos a usted. Para tener un lugar donde dormir hasta que nuestra hermana se recupere- después de decir eso respiró, quería sonar muy formal para que ella diga que si.
-Entiendo, pasen.
-Muchas gracias- dijo Amy, pero su hermana se quedó viendo la casa, era mucho más grande que la de los Laurence.
Después de eso, las dejó en la habitación de invitados, Emily pensó que esa habitación era como la de sus hermanas y la de sus padres juntas.
(...)
Pasaron los días y Emily aprendió algo de la Tía March, es una mujer muy exigente que acostumbra a vivir con el ceño fruncido.
Sus días se basaban en cosas simples, Amy pintaba, si, la Tía March le dio muchas pinturas y lienzos. Emily leía, aunque los libros que Tía March le permitió leer eran aburridos para su gusto. Y ella no hacía nada, se dedicaba a criticar a la madre de las chicas, a Emily y a Jo, que mujer tan simpática.
Un día estaban en una de las tantas habitaciones de esa enorme casa, Amy estaba pintando y Emily leyendo un libro supremamente aburrido hasta que escucharon la voz de la mujer.
-Amy, ven un segundo- dijo y Amy fue con cara rara, usualmente nunca les hablaba. Habían estado ahí por dos días y solo intercambiaron pocas palabras.
A Emily le dio mucha curiosidad, ya sabía que espiar conversaciones estaba mal pero de todos modos lo hizo.
-Si te portas muy bien, un día este anillo te pertenecerá- le dijo la Tía March y la pelirroja rodó los ojos.
-¿Enserio?
-Si es que sigues siendo una jovencita correcta, sin duda lo será. Eres la esperanza de tu familia, Beth esta enferma, Jo y Emily son causas perdidas y sé que Meg está cautivada por un pobre tutor, así que de ti va a depender que todos se mantengan a flote. Debes casarte bien. Salva a tu familia. Eso es todo lo que quería decirte, puedes volver con tus pinturitas- le dijo y después Amy se levantó.
¿Cómo esa señora se atrevía a decirle todas esas cosas a una simple niña?
Amy vio a su hermana escondida escuchando todo.
-No creas lo que dice, no eres una causa perdida Emi- le dijo con una sonrisa.
Le devolvió la sonrisa intentado olvidar lo que dijo sobre ella ¿Desde cuando lo que otros dicen de ella le afectaba?
(...)
Más tarde ese día tocaron la puerta en la hora del té, la Tía March tenía costumbres un tanto británicas.
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My lover || Laurie Laurence y Tú
FanfictionLaurie pasa tiempo con las March, pero una capta su atención, la pelirroja, Emily. Se hacen amigos, pero entre la amistad y el amor hay una línea tan delgada que es prácticamente imposible ver cuendo se cruza por esta. "Tengo miedo" "¿De qué?" "De a...