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Tres semanas habían pasado de la partida de Brad y definitivamente las cosas no iban mejorando.
Mi abuelo había contactado a uno de los mejores abogados que conocían a mi madre y para nuestra mala suerte, no daba muchas esperanzas para no tener que irme de Nueva York. Y a pesar que hacía su mejor esfuerzo, la ley parecía favorecer a Brad en estas circunstancias y no creía que hubiera más solución que pasara un mínimo de un año junto a Brad, tal vez más, lo cual definitivamente no quería hacer, y mantenía la esperanza de que cuando volviera mi madre arreglaría todo esto.Luego de un día muy largo en la escuela, me dirigía a mi casa para poder descansar un poco y tal vez ensayar un poco de piano con mi abuelo.
Al llegar, dejé mis cosas en el recibidor y fui a la cocina por un vaso de agua. Después regresé a la estancia e hice lo que mi abuela siempre me prohibía hacer, gritar para avisar que había llegado.
Natali: Volví de la escuela! -Dije recostándome en el sillón-
Escuché los pasos apresurados de mi abuela por la escalera y cerré los ojos fingiendo estar muy cansada.
X: No planeas darme un abrazo?
Abrí mis ojos al tope y me levanté lo más rápido que pude del sillón mirando en la dirección que había venido la voz.
Natali: Mamá! -Corrí a abrazarla y ella me recibió en sus brazos- Volviste!
Jennifer: Ya volví. -Rió- Te extrañé muchísimo, mi niña. -Me miró- Estás llorando?
Natali: Es que también te extrañé demasiado. -Reímos- Tenemos mucho de que hablar.
Jennifer: Sin duda! Te parece si comemos y me cuentas qué tal todo por aquí? -Asentí- Pues vamos! Ya está lista la comida.
Natali: Y mis abuelos?
Jennifer: Salieron, me parece que tenían algunos asuntos pendientes.Caminé junto a mi mamá hasta el comedor, nos sentamos en la mesa y esperamos a que nos sirvieran la comida. Una vez servida, comenzamos a comer.
Natali: Y bien? Cómo te fue en el viaje?
Jennifer: Excelente! Tengo nuevas telas y muchas ideas nuevas.
Natali: Me gustaría ver todo lo que trajiste de Paris.
Jennifer: Lo harás después de comer. -Me sonrió- Qué me dices tú? Cómo va el ballet, el piano y la pintura?
Natali: Mi abuelo me enseñó una nueva canción y he practicado mucho en el ballet junto a la abuela... Y terminé una nueva pintura.
Jennifer: Y vas a mostrármela? -Asentí- Bueno.Nos quedamos en silencio unos minutos, no fue incómodo, pero se sintió un pequeño cambio en el ambiente.
Jennifer: Regresé antes porque recibí la carta de tu abuela. -La miré- Así que ya conociste a tu padre?
Natali: No sé si podría decir que lo conozco.
Jennifer: Sabes a lo que me refiero... Qué te pareció?
Natali: Fue muy atento conmigo... Hablamos mucho estas semanas y se veía muy interesado en saber de mí.
Jennifer: Y a ti te gustó convivir con él?
Natali: No me disgustó.
Jennifer: Tienes alguna duda sobre él? Alguna pregunta que quieras hacerme?
Natali: Me enviarás con él?
Jennifer: Natali...
Natali: No me envíes allá. -Me miró- No quiero ir, quiero quedarme aquí... Brad puede venir.
Jennifer: Brad?
Natali: Él me dijo que podía llamarlo así.
Jennifer: De acuerdo. -Asintió- Escucha, este es un tema delicado... Hay muchos factores que debemos tomar en cuenta para resolver este conflicto.
Natali: Solo dile que venga aquí.
Jennifer: No es fácil... Él tiene una vida en su pueblo...
Natali: Y yo tengo una vida aquí!Mi mamá me miró sin saber que responderme y bajó la mirada a su plato de comida ya vació.
Jennifer: Sé que no quieres irte y prometo hacer todo lo posible por evitarlo... Pero si no puedo hacerlo, no habrá más opción.
Terminé de comer en silencio y después me levanté de la silla para ir directo a mi habitación.
Estaba enojada con Brad por querer cambiar mi vida, y además estaba enojada con mi mamá, pues el pensamiento de que quería deshacerse de mí no salía de mi cabeza.
Luego de unas horas, unos golpes en la puerta me hicieron dejar de prestar atención a mis pensamientos.
Jennifer: Vine a ver tú pintura. -Dijo entrando a mi cuarto- Dijiste que podría verla después de comer.
Señalé el cuadro con mi cabeza y mi mamá se acercó a verlo de cerca. Una sonrisa se escapó de sus labios y caminó hasta sentarse al borde de mi cama.
Jennifer: De verdad que tienes un talento con la pintura. -Me sonrió- Es precioso. -Dijo refiriéndose al cuadro-
Natali: Aunque nunca podré exhibirlo en una galería.
Jennifer: Estoy segura que algún día lo harás. -Me abrazó por los hombros- Mientras tanto, espero que me permitas colgarlo en la tienda... Te parece? -Asentí-
Natali: Quieres deshacerte de mí? -Me miró sorprendida- Quieres que me vaya con Brad.
Jennifer: Escúchame bien Natali Harper. -Tomó mi rostro entre sus manos- Yo jamás, jamás voy a querer deshacerme de ti... Eres lo más preciado que tengo en esta vida... Nunca vuelvas a pensar eso.
Natali: Es que me imaginé...
Jennifer: Pues no lo hagas... Reconozco que la única culpable de que estés viviendo esta situación soy yo... debí de haberle informado a tu padre sobre mi estado y tal vez no...
Natali: No fue tu culpa, mamá. -La miré- Perdón por pensar lo que te dije.
Jennifer: No necesitas pedir perdón, mi niña. -Me abrazó- Te quiero.
Natali: Y yo a ti.Mi mamá se quedó conmigo hasta que anocheció, y cuando llegó la hora de dormir, se despidió diciéndome que entre todo lo bueno que tenía en su vida yo era lo mejor.
Entendía que no era su culpa lo que estaba pasando, sabía que quería tenerme a su lado, y por eso no pude evitar sentir tristeza cuando accidentalmente, la escuché llorar mientras sostenía una conversación con su abogado esa noche.
...
Jennifer: Debe haber algo que se pueda hacer. -Dijo con la voz entrecortada-
X: En esta situación no lo creo, señora... El padre realmente tiene derecho a estar con su hija.
Robert: Y no puede hacer otra manera de solucionar esto? Tal vez que él venga aquí...
X: Considerando que la señora Walker nunca informó de su estado y ocultó a su hija de su padre, no creo que estemos en posición de pedirle que venga y negarnos a su petición.
Jennifer: Pero no puede llevársela. Es mi hija! -Dijo llorando-
X: Si, señora... Pero también es hija del señor Harper.
...
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H E A V E N [Gilbert Blythe]
RomanceH E A V E N | »Pero, si decides quedarte... me encantaría que fuera junto a mí«