Al día siguiente bajé a desayunar con mi abuelos muy temprano, pues teníamos que ir a despedir a Brad al puerto. Aunque después de nuestra discusión de anoche, estaba considerando seriamente no ir.
Entré al comedor, y mis abuelos me miraron algo preocupados, pero decidí ignorarlos y sentarme junto a mi abuela.
Margaret: Creí que te gustaría desayunar el trozo de pastel que...
Natali: No lo quiero.
Margaret: Estás segura? -Asentí- Brad dijo que es tu favorito del lugar a donde van a cenar.
Natali: Brad no sabe nada.
Robert: Natali -Dijo en tono de regaño-Desayunamos en un incómodo silencio, lo cual nunca nos había sucedido antes y ahora que lo vivía era algo extraño.
Robert: Brad habló conmigo. -Lo miré- En cuanto llegue Jennifer llegaremos a un acuerdo y le informaremos.
Natali: Van a enviarme con él? -Dije con miedo-
Margaret: Esperemos que no. Cierto, Robert?
Robert: Haré todo lo que pueda... Pero ambas deben entender que es tu padre, Natali. Y como todo padre tiene derechos con sus hijos.
Natali: Él no puede obligarme a ir allá.
Robert: Y nosotros no podemos obligarlo a quedarse aquí... Además, legalmente tú eres menor de edad y debes ir donde tus padres estén.
Natali: Pero mi madre está aquí.
Robert: Considerando que tu madre no le informó de su estado a Brad no creo que tengamos muchas posibilidades de ganar el caso.
Natali: Él abandonó a mamá!
Robert: Pero Jennifer debió haber informado de su embarazo.
Natali: Le rompió el corazón!
Margaret: Basta los dos!... No creo que peleando solucionaremos esto.
Robert: Princesa... -Dijo suspirando- quiero que veas esto desde la postura legal. A mí también me duele lo que él le hizo a tu madre... pero es tu padre... Y traté de hacerlo cambiar de opinión, pero por lo que hablamos ayer, no creo que acepte mi oferta de venir aquí en lugar de llevarte.Terminamos de desayunar en silencio y después todos nos preparamos para ir al puerto.
Una vez ahí, pudimos ver a Brad desde lejos. Levantó su mano saludándonos y nos acercamos hasta él.Brad: Buen día, señores Walker y Natali. -Me sonrió- Llegan justo a tiempo... el barco partirá en unos minutos.
Robert: Que tenga un buen viaje.
Brad: Gracias.
Margaret: Igual le deseo un buen viaje, señor Harper.
Robert: Te esperamos en el carruaje, pequeña. -Sonrió acariciando mi cabeza- Nos vemos, señor. -Dijo dirigiéndose a Brad-Mis abuelos se fueron, dejándonos a Brad y a mí en una incómoda situación.
Lo único que deseaba era salir corriendo de ese lugar, pero Brad lo impidió llamándome y sacándome de mis pensamientos.Brad: Voy a extrañarte... mucho... Realmente estoy agradecido de que tú seas mi hija. -Lo miré- Y espero que podamos convivir y conocernos mucho más cuando vayas a Avonlea.
Natali: Puedo irme? -Suspiró y se inclinó hasta quedar a mi altura-
Brad: Tal vez no soy el padre que esperabas, pero prometo mejorar cada día hasta lograr tus expectativas.
Natali: No tengo expectativas porque nunca necesité un padre.
Brad: No empecemos, Natali. No quiero que estemos discutiendo siempre por algo que es normal, como el querer que vivas conmigo una temporada. -Dijo acariciando levemente mi hombro- Ya debo irme. Mucha suerte en la escuela. Y sigue practicando en el piano y pintura y todo eso.
Natali: Gracias. -Lo miré- Que tengas un buen viaje, Brad.
Brad: Puedo darte un abrazo? -Negué- De acuerdo. -Suspiró y tomó su maleta- Nos veremos dentro de algunas semanas. Sé que Avonlea te encantará.
Natali: Lo dudo.Di la media vuelta y comencé a caminar hacia el carruaje. Una vez dentro de este, arrancó, tomando el camino directo a casa.
Cuando llegamos, subí directo a mi habitación para colocarme mi ropa para ensayar un poco de ballet. Y cuando estuve lista, fui hasta el cuarto de música y comencé a estirarme, pero una voz interrumpió mi calentamiento.
Margaret: Tal vez podamos tener un poco de paz después de esto. -Se acercó a mí- Quieres practicar el baile de la última vez?
Natali: Aún hay algunos pasos que no me aprendo.
Margaret: Quieres que te ayude? -Asentí- De acuerdo. Empecemos!
Natali: Tú crees que debería irme?
Margaret: Nunca te voy a querer lejos de mí, pequeña. Pero si tú algún día decides irte...
Natali: Sabes que no me refiero a eso.
Margaret: Si dependiera de mí, haría hasta lo imposible por evitar que él te llevara... Pero tu abuelo dice que...
Natali: Es un asunto legal. -La interrumpí- Lo sé.
Margaret: No depende de mí... Pero ten por seguro que tu abuelo y tu madre tratarán de convencer a Brad para hacer lo que es mejor para ti. -Sonrió- Ahora... qué pasos son los que aún no te quedan claros? Es sábado y tenemos todo el día para que practiquemos... o para hacer lo que tú quieras.El resto del día y parte de la tarde la pasé junto a mi abuela practicando. Y por poco logré olvidarme totalmente del asunto de alejarme de mi hogar.
La cena estuvo mucho más tranquila que el desayuno. Todos evitamos tocar el tema incómodo y nos enfocamos en mi práctica de ballet y en algunas melodías que mi abuelo iba a enseñarme en el piano.
Luego de desearles buenas noches a mis abuelos, subí a mi habitación, y apenas entré, lo primero que hice fue subrayar otro día más en el calendario para la llegada de mi madre. Sonreí al ver que faltaban pocos días, y decidí avanzar un poco a mi pintura, a la que no había dedicado mucho tiempo. Pero prácticamente me perdí en cada pincelada, pues cuando menos me di cuenta, el reloj marcaba las 3 de la mañana, así que me puse la pijama rápidamente y me dormí.

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H E A V E N [Gilbert Blythe]
RomanceH E A V E N | »Pero, si decides quedarte... me encantaría que fuera junto a mí«