Una vez llegando al palacio del emperador, nuestros héroes no se interesaron en lo hermoso que era el palacio, si no que les intrigaba la parte faltante de la historia.
Po: Y bien, ¿qué es lo que paso después con Serapis?
(Contando la historia)
Yuan Di: Después de que se aseguraran únicamente que estaba viva, unos cuantos guardias se suicidaron, por lo general eran los que le llevaban de comer, y no les culpo, ir a ver el estado de una niña de 4 años ha de ser insoportable.
Siguiendo con la historia, Serapis crecía dentro de ese calabazo, pues habían pasado 10 años, donde increíblemente Serapis lo único que hacía era meditar.
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Ella meditaba para no perder la cabeza, pues estar 10 años en total soledad y sin poder ver algo más, sabía que tenía que tener la mente ocupada para no caer en la locura, y así empezó su meditación, y no solo descubrió todo por sí sola, tenía pensamientos muy verdaderos y filosóficos, y se volvió una prodigio, las historias cuentan que ella desglosaba los temas, y así estudiaba, al no tener cosas que estudiar, estudiaba su cuerpo y mente, se dice que un guardia un día menciono la frase ''esta pobre niña muere de hambre'' y se centró en la palabra ''hambre'' preguntándose ¿Por qué el cuerpo tiene que alimentarse para vivir?
Pensó tanto que supo que es porque necesita energía, pues realiza muchos procesos el cuerpo, supo que esa energía viene y se va, pero que la podemos ocupar de diferentes maneras, como al cargar cosas con los músculos de los brazos, supo inmediatamente que su cerebro es un musculo, que era especial, pues los músculos se hinchan cuando se acalambran y la musculatura así se consigue, pero en este caso entre más información le llegara al cerebro, más sabio se hacía.
(Pausa en la historia)
El emperador los ve a los ojos a Tigresa y a Po.
Yuan Di: Ella quiso evitar caer en la locura, pero termino obsesionándose con entrenar su cerebro, así supo que talvez no podría estudiar ciertas cosas en el mundo pues ni siquiera las conoce, pero tenía un cuerpo, y sabía que debía entrenarse, empezó por la mente, medito y medito... hasta que un día.
Ella escuchaba algo, era una conversación, ella no estaba acostumbrada a que la gente se quedara a hablar, a lo mucho decían una palabra llena de tristeza o una pequeña expresión acerca de su condena, pero nada más, de repente, pudo escuchar palabras fluidas convirtiéndolas en oraciones.
Cuando miro por la pequeña reja donde pasa su comida se dio cuenta que era un señor que vino a traer su alimento, escuchaba una conversación en su mente pero veía al hombre, y tal hombre nunca abrió la boca.
Entonces lo entendió, pudo leer las mentes, sus oídos no captaban nada, pero su cerebro escuchaba como si fueran sus propios pensamientos, ella sentía una gran satisfacción, una chispa de esperanza, pues aun en su estado podría hacer algo con su vida.
