Tigresa se encontraba en un cuarto oscuro, en donde solo un rayo de luz podía atravesar la única puerta que aquel cuarto tenia, aquel tragaluz que venía siendo una rejilla con barrotes de metal la hacían sentir sofocada, era como revivir su dura niñez, pero viéndose a sí misma confirmaba que era una adulta, sin embargo pareciera que jamás superaría aquel miedo incontrolable a la soledad, no tenía escape de aquel lugar, no le quedo más que sentarse en una esquina a esperar y pensar acerca de todo, todo con el objetivo de no perder la cabeza en esa completa desesperación, sus agudos oídos acostumbrados al silencio total lograron escuchar pasos, ella sintió una leve emoción dentro de ella, con la esperanza de que fuera un rostro conocido, en especial el del maestro Shifu, alguien parecía que con su llave, intentaba abrir aquella puerta de metal, y cuando el primer gran rayo de luz entro por la puerta, cegó la mirada de Tigresa quien esta se cubría con el brazo los ojos para no seguir lastimándoselos, tenía la esperanza de que Shifu fuera por ella, sin embargo solo vio una figura deforme bastante sombría que se arrastraba como podía hacia ella lentamente, Tigresa estaba asustada, quería escapar pero el miedo la paralizo, además de que estaba arrinconada, saco sus garras del susto pero sin embargo sus brazos no se movían, aquella figura sombría sin figura alguna, extendió lo que parecía ser un brazo con enormes garras en la punta de sus dedos parecía que anhelaba hacerle daño a Tigresa.
Ella rápidamente despertó del sueño aterrada, estaba muy sudada y se dio cuenta que seguía en la enfermería del Palacio, no sabía cómo interpretar aquella pesadilla, pero no quita el hecho que la espanto demasiado.
Shifu abrió la puerta de la enfermería lentamente mientras Tigresa se alertó con un pequeño susto.
-Perdón si te espante.
Tigresa se sentía inquieta –No hay problema, que sucede, ¿Hay noticias de Po?
-Nada aun, pero no pienses en eso –Shifu la miro, sus ojos estaban ojerosos, su pelaje había perdido brillo, y sus ojos parecían siempre estar alerta por la forma de su pupila, la cual estaba alargada dándole una apariencia salvaje. –Necesitas descansar Tigresa.
-Y-yo estoy bien... solo dígame si está bien.
-Tenemos a todos buscándolo, no te preocupes, todo saldrá bien.
-Maestro, sé que está molesto conmigo pero, no era mi intención que nada de esto pasara... yo solo quería, pasar un momento agradable. –Tigresa se sentía muy triste.
-Lo sé, te veo muy contenta con Po, por eso respete su relación, y como te dije ayer, te comprendo muy bien, yo también tuve un amorío, es bonito el apoyo que se brindan, pero el enemigo puede utilizarlo como un arma.
-Pero es que, ¿porque no podemos estar tranquilos maestro?
-Es la vida que elegimos...
Tigresa le dijo a punto de romper en llanto -Pero yo nunca pude elegir.
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Descubriendo el Amor
FanfictionHistoria originalmente escrita por Fharkas, los personajes de Kung fu panda no me pertenecen y esta historia es sin fines de lucro.