TRES

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En otro lugar

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En otro lugar

—Elijah. Lo que digo es encerio, mire a una niña junto a Damon y Stefan.

—¿Tratas de decir que es su hija? Porque si es así sabes que eso no es posible.

—¡Puedes dejar de interrumpirme! No es lo que trato de decir, me refiero a...

Puertazos constantes y ruidosos sonaron haciendo eco en la gran casa de los Mikaelson. Se voltearon a ver confundidos pues ninguno esperaba alguna visita, sin embargo se acercaron para abrir.

—Vaya que horrible te vez.

Fue lo primero que soltó Niklaus al ver el aspecto de ambos hermanos Salvatore, pero el comentario iba más para el mayor.

—Ocupamos su ayuda.

Los ojos rojos de Damon pedían en un tono desesperado. Abrían la boca y la cerraban, no lo esperaban, menos que viniera de aquel hombre el cual tenía el orgullo hasta las nubes, ahora se miraba devastado.

—Tengo que admitir que está broma me está gustando.

—Niklaus, controlate. Adelante, pasen. Adentro podremos hablar mejor.

.

—Así que ocupan de nuestra ayuda para encontrar a alguien. Los ayudaremos.

Niklaus volteo su cabeza bruscamente para ver a su hermano ¿Así tan fácil lo ayudaría?. Elijah movió su mano y enseguida llegó una bruja. Le dieron unas cuantas explicaciones y comenzó a acomodar todo lo que necesitaria.

—¿A quién buscan?.

—A.. mi hija—Hablo sin titubeos tratando de proteger a su pequeña sobrina.

—¿Hija? Desde cuándo tu tienes una hija—Niklaus alzo una ceja divertido.

—No sabemos dónde está ya la hemos estado buscando por todos lados pero no encontramos nada—Stefan hablo desesperado queriendo ir directo.

—Solo ocuparemos un poco de la sangre del padre—Hablo la bruja viendo al Salvatore con una sonrisa.

Miro a su hermano, Stefan asintió y se acercó a la bruja dejando que cortará su mano. Tan solo cayó un poco de sangre se comenzó a mover en el mapa haciendo un percamino, curiosamente está vez dió un lugar exacto.

—En ese estúpido lugar estuvo nuestra hermana—Susurro con desagrado Niklaus.

—Es un lugar lleno de brujas—Elijah termino la oración, sospechando.

—Si, bueno. Gracias por su ayuda.

Termino y salieron para ir con Davina. Le contaron todo lo sucedido y suspiro tranquila.  Davina, Bonnie, Stefan y Damon ahora se encontraban enfrente del lugar, el primero en reaccionar fue Damon que comenzó a golpear el mural invisible que no lo dejaba pasar. No sé detania, los nervios lo mataban solo quería tener a su pequeño bicho junto a ellos.

—¡Damon, tranquilo!—Se acercó Davina preocupada —Aunque le pegues no lo derribarás, lo intentaremos Bonnie y yo.

—Esperen, creo que no será necesario—Stefan soltó confundido y señalo—Esta abierto por allá.

—Tengan cuidado puede ser una trampa—Advirtio la bruja sin perder la guardia.

Lo primero que vieron fue mujeres en el piso, desmayas. Se disparsieron para buscarla pero no parecía estar ahí, Davina se acercó a la puerta trasera y miro como desde ahí hasta el bosque estaba completamente quemado.

—Creo que tienen que ver esto—susurro impresionada.

.

Una explosión fue lo que lograron ambas juntas, antes de todo habían desmayado a todas las brujas dentro de ese lugar. Salieron del lugar con una sonrisa divertida, entre medio de todo el desastre.

—¡Esa salida fue épica, tendremos que repetirla!—Damaris soltó emociona sin perder su postura, pues no quería arruinar su salida triunfal.

—Claro, pequeña—Freya sonrió y le dió una mirada cálida —ahora tenemos que irnos antes de que despierten.

—Espera. Tía Freya, me prometiste que cuando saliéramos iríamos con mi mamá —susurro y se detuvo para cruzarse de brazos.

—Y lo haremos—pauso pensando sus palabras —solo que antes tengo que ver a mis hermanos.

—¿Bueno pero le puedes mandar una carta a mi mamá diciendo que estoy bien?—Miro como hacia una mueva— No quiero que esten preocupados cuando no me miren a dentro de ese feo lugar.

—¿Cómo sabes que irán a ese feo lugar?.

—Porque son mi familia. Ellos siempre están para mí, como yo estoy para mi mamá y tíos—Sonrio recordándoles—Nos amamos mucho.

—Parece que tu familia si te quiere a tí —Susurro dolida.

—Yo te quiero, Tía Freya. Ahora eres mi familia—Abrazo sus piernas—Si tratan de lastimarte yo te cuidaré.

« Ay, pequeña. Eres un amor, mereces saber la verdad. Pero ahorita no es el momento indicado » pensó Freya recibiendo el tan cálido de su pequeña sobrina.




Perdón por no haber actualizado pero no tenía ideas y estaba más concentrada en terminar una de mis historias, pero ahora estaré más activa en esta historia


Sangre MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora