Sangre Mikaelson

SIETE

Davina se volteo a ver a la bruja con notable miedo. Todos los demás estaban alerta por si hacía algún paso en falso y Damaris pues solo mirada todo con una sonrisa.

—Hija porque no vas por algo de tomar para tu amiga—miro a su hija sonriendo.

—Claro mamá. Ahora vuelvo Tante—camino feliz a la cocina.

—Antes de que hablen y comiencen con sus preguntas—Freya hablo—No pienso hacerle daño, al contrario, estoy tratando de protegerla.

—Nosotros podemos cuidar del Bicho —Stefan soltó.

—No de mi madre y mi tía—Miro cómo se tensaron—Desde el día que nació todas supimos y no descansarán hasta tenerla.

—En que me metí —Davina dijo preocupada por su hija.

—Tante—Extendió su mano dándole un vaso de agua.

—Gracias, peque.

—Tío Dam, vamos tengo que contarte—hablo en voz baja a Damon.

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—Se que prometí no ir a una fiesta sin ti pero no fue porque quisiera—recordo que ella decidió el lugar—pero lo mejor de todo es que me dieron su protección
¡las manadas más poderosas!.

—Eso no se puede Bicho—miro incrédulo a Damaris.

—¿Qué, cómo que no?—se cruzó de brazos —Esto no miente.

—Te hiciste un tatua.....

—No se cómo me salió—sonrie—Entonces mire a la rubia bonita y dijo algo a lo que yo le contesté ¿Como el pulgoso de tu hermano? Ella me afirmó y le dije que entonces no gracias y ¡pum! Invoque al pulgoso.

—¿Estas hablando de Niklaus?—miro a Damaris con una sonrisa burlona.

—¿No se llama Nicolás?—nego Damon—Ah, entonces si es él.

—Y cómo te cae los Mikaelson —espero paciente la respuesta.

—El señor Elijah y Rubia bonita genial. Y el híbrido, que puedo decir no hay nada que decir—resopla—aunque el otro señor es un poco raro.

—Porque raro Bicho.

—Me miraba raro hasta que me arto y le dije que me dejara de ver porque me iba a desgastar—encogió sus hombros.

Damon se quedó pensando. Lo más probable era que ese hombre fuera Kol, su padre y ella no sabía nada. Agarro su pequeña mano y volvieron a dónde todos estaban platicando.

—Lo mejor será pedirle ayuda a mis hermanos—Freya susurró bajo al verla entrar.

—No podemos ir se dará cuenta.

—No ir no es una solución aunque no lo quieran ella estará mejor allá.

—Dav, Freya tiene razón —Bonnie susurró con una mueca.

—¿Iremos de vacaciones?—Damaris preguntó emocionada.

—Algo así, cariño—Davina se acercó a Damaris—puedes meter ropa en tu mochila.

—Si, mamá—Asintió y corrió a su cuarto para empacar.

—Es la mejor opción —Freya miro a la familia que no se miraba convencida.

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—Yo pensé que íbamos a unas verdaderas vacaciones—murmuro decepcionada al ver dónde se encontraban.

—Pues salimos de casa eso es bueno—Stefan trato de animarla.

Cuando estaba Freya apunto de tocar la puerta fue abierta por Elijah que tenía una sonrisa al ver a la niña y a su hermana. Para cuándo se percató de los Salvatore abrió la boca sorprendido y bajo su mirada a la niña.

—¿Es ella?—Miro a Damon quien asintió —Señorita Estefanía —sonrió.

—¡Hola, señor Elijah! Que bueno volver a verlo—agito su mano feliz—ahora si podemos tocar la pieza que le prometí cuando estuviera lista.

—¿Ya podemos pasar?—Damon se acercó a Damaris y miro a Elijah.

—Claro, adelante. Pueden pasar—se hizo a un lado dejándolos pasar.

—Muchas gracias, señor Elijah—entro primero Damaris.

Davina sonrió nerviosa al ver que el trajeado la miraba sorprendido. Todos ya habían pasado y los estaban viendo, a penas habían llegado y ya se querían ir junto a su pequeña niña.

—Cuanto tiempo Elijah—saludo nerviosa.

—Davina, me alegro verte—sonrió a un sorprendido.

—Es tu....

Damaris regreso al sentir que dentro de la casa estaba alguien más así que se acercó a su madre, para ver si salían un poco a explorar Nueva Orleans. No se fijó con quién estaba solo hablo.

—¡Mamá, no quiero ver al perro pulgoso podemos ir a—miro como su mamá estaba nerviosa y Elijah abrió los ojos como plato.

Ups