Davina Claire, bruja de la Cosecha. Se enamoró perdidamente de Kol Mikaelson dándolo todo por amor. Al enterarse que solamente estaba jugando con ella, destrozada decidió irse a un pequeño pueblo llamado Mystic Falls.
Al estar allí se hizo buenas am...
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Bebía alcohol y movía los brazos agitandolos. Se encontraba solo y al estar nervioso decidió tomar un poco, su pequeño bicho llevaba fuera de casa ya más de un mes y no la han podido ver ni un jodido momento.
—Porque no vuelves bicho —susurro dolido—¿Enserio? Una carta diciendo que te encontrabas bien y encima una foto con una rubia desconocida.
Volvió a sumergirse en el alcohol una vez más, a pesar de que no podía emborracharse. No supo cuánto tomo hasta que llegaron los demás.
—Damon apestas a alcohol —Stefan arrugó la nariz y se acercó para quitarle la botella.
—¡Oye, que haces!.
—No puedes seguir así, Damon—Davina hablo preocupada por su amigo.
—¿Cuál es el problema? No me embriagó.
—No te puede ver así—susurro Bonnie con una sonrisa—Ya está en camino junto a su nueva amiga.
—¿Por qué no me dijeron antes? Acaso siempre soy el último en enterarme—Dramatizo parándose rápido y entrando al baño.
Tal vez era común verlo en ese estado pero desde que llegó Damaris, dejo esa etapa a un lado cuando estaba con ella. El alcohol y sexo desaparecía cuando era su pequeña compañía del día y no le importaba en lo absoluto.
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—Espero que no me castigue mamá—susurro Damaris con una mueca.
—¿Por qué te castigaría?—Miro a su sobrina.
—Mas bien porque no—conto las razones con sus dedos— me fui por más de un mes, solo le mandé una carta y encima con una foto, me fui a un bar y salí con unas marcas que parecen tatuajes, no le llame por teléfono e hizo que me lo aprendiera por cualquier cosa y encima tuve que convivir con el hombre que casi la mata.
—Bueno.. así hasta yo lo haría —sonrió al ver la mueca de Damaris.
—Tia Freya, tienes que ayudarme para que no me castigue.
—¿Pero todo va enserio? Creí que era una simple broma.
—Mi Tío Dam me va apoyar pero cuando mamá se enoja muy pocas veces se mete así que ocupo más ayuda por si las cosas salen mal.
—Como se que....
—¡Ya llegamos, esa de allí es mi casa!—apunto emociona corriendo a la puerta.
Uno, dos toques y la puerta fue abierta porque Stefan que sonrió y se lanzó a Damaris para abrazarla. Ella sonrió mientras lo abrazaba con fuerza.
—Casi nos volvemos locos—susurro—no vuelvas a irte nunca más bicho.
—Los extrañe, Tío Stef.
Un chillido se escuchó y Davina corrió a los brazos de su hija sollozando. Damaris se encogió al ver como su mamá lloraba.
—Como pudiste solo escribir una carta, Damaris—reclamo al seguirla abrazando —por eso te aprendiste el número de memoria. Te amo, hija. No vuelvas a darme otro susto así .
—Perdón, mamá. No quería hacerlos sentir mal—susurro quitando las lágrimas en la mejilla de su mamá.
—Y no creas que se me va a olvidar estás castigada pero en otro momento lo hablaremos —miro a su hija quien solo sonrió.
—Estoy muy dolido pequeño bicho—Hablo Damon entrando, suspiro aliviado al verla sin ningún rasguño.
—¡Tío Dam!—corrio a los brazos de Damon —Tengo muchas aventuras que contarte—miro a su tío—A qué no adivinas que me pasó.
—Espero que no sea nada malo y no tenga que matar a alguien—Damon sonrió al escucharla reír.
—Los extrañe mucho, Tío Dam—lo volvió a abrazar—perdón.
—Bueno, lo importante es que ya estés con nosotros bicho.
Bonnie, Elena y Caroline se acercaron emocionadas a Damaris y la abrazaron diciéndole cuánto la habían extrañado. Aunque no evitó algunas quejas por parte de sus tías que le reclamaron el haberse ido con una desconocida
—Mama, tíos y tías—llamo la atención de su familia—Les presento a la mujer con la que estuve desde aquel feo lugar—se quedó callada viendo a la bruja.
—Soy Freya, Freya Mikaelson—trato de sonreír al ver que la estaba viendo su pequeña sobrina.
Davina se puso pálida«¿Otra Mikaelson?» pensó confundida. Todos se tensaron y se comenzaron a poner nerviosos. Freya ahora sí les dió una sonrisa y les dió una mirada.
