CUATRO

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Ahora se encontraba su tía Freya siendo casi ahorcada por el híbrido

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Ahora se encontraba su tía Freya siendo casi ahorcada por el híbrido. Damaris frunció el ceño y alzo su mano, solo eso basto para que cayera retorcido al piso.

Tante, Freya. ¿Te encuentras bien?—se acercó preocupada tocando mejilla de la mayor.

—Lo estoy, peque. No fue nada—Sonrió orgullosa tocándose su adolorido cuello.

—¡Tu no eres mi hermana, ella murió hace mucho tiempo!.

—Lo puedo electrucar si quieres—Susurro Damaris viendolo seriamente—Que él y yo tenemos cuentas pendientes.

El era el hombre que intento matar a su mamá, lo recuerda pues solo se encontraba a dos metros cuando asustada se escondió detrás de la barra pensando que su mamá moriría. Esa vez sintió como su corazón se apretaba dolorosamente viendo como la atacaba y no podía salir a defenderla.

—Se que es difícil de creer pero todo fue una mentira de.....

« Y el gritón seguía y seguia » pensó Damaris viendolo desde las escaleras.

—Te puedes quedar sin voz si sigues gritando—Sugerio Damaris al híbrido, Niklaus solo se quedó callado un segundo.

—¿Por que está niña de cinco años se dirige a mí?—Miro mal a Freya.

—¡Tengo diez perro pulgoso!—Miro al híbrido indignada dándole una vez más una mirada sería.

—Este.. me la encontré —Sonrio nerviosa—Lo siente, solo que está nerviosa.

Tante, mentir es malo. Además yo no lo siento—Alzo sus brazos despreocupada— lo dicho dicho ya está y ya.

Niklaus no podía contestar pues estaba sorprendido y a la vez enojado. Miro como la niña le regala una sonrisa y lo hizo irritar más.

—Quiero que se largue ahora mismo—susurro sin dejar de mirar mal a la pequeña Damaris.

—Todavia no terminamos de hablar—Freya frunció el ceño.

—Ya se acabó.

—Deja al perro pulgoso. Tante—toco su hombro en forma de consuelo—tengo un contacto con el que puedas hablar, creeme que es más cortes .

Freya al ver la sonrisa de Damaris no resistió y decidió irse con su pequeña sobrina. La pequeña brujita le dió la mano y le sonrió.

—Nos vamos porque queremos no porque nos lo pediste—Damaris le aclara al híbrido antes de irse de la mano de Freya.

—Pero y está niña de dónde salió—susuro aún irritado—Y quien se cree para hablarme así.

.

—¡Señor Elijah, que bueno que aceptó venir!—Damaris se acercó sonriente al hombre trajeado.

—Señorita Estefanía—Sonrio a la niña enfrente de él— a qué se debe tan soprendente llamada.

—Mi Tante quería hablar hablar con un Original y que mejor que con usted.

—¿Esperen.. se conocen?—Miro a su sobrina y luego a su hermano.

—Claro que sí.

—Se podría decir que me salvó —Sonrio una vez más un poco avergonzado.

—Muy fácil la pelea a decir verdad—Miro a su tía que parecía sorprendida.

—Bueno, los dejo. Yo iré a tomar algo de beber.

Después de casi dos horas miraban como Damaris tomaba shots de soda y miraba a personas que pasaban a un lado de ella. Sonrió cuando escucho como comenzaba su canción favorita, estaba dispuesta a pararse a bailar cuando llegaron enfrente de ella.

—Vamos, Tante. Solo está canción, es mi favorita.

—Solo una, tenemos que irnos antes de que se haga más tarde.

—¡Agarrense tiesos que ya voy! —Grito emocionada acercándose a la pista.

—¿Es una buena idea, hermana?—Mirando cómo se acercaba al círculo donde bailaban seres sobrenaturales.

—Lo es—sonrio al verla bailar.

Todo el círculo que estaba enfocada en una pareja les dejo de hacer bulla pues cuando entro Damaris comenzo a bailar y todos emocionados comenzaron a gritar.

—¡No, no, no. Eduardo ya te explique cómo tienes que poner el pie!—Exclamo cansada Damaris al ver que los pies del hombre eran ambos pies izquierdos.

—Me llamó Edwin—susurro el vampiro.

—Fue lo que dije, Edgar—hizo una mueca—última vez que te explicó.

Todos miraban atentos intentando aprender un nuevo paso para el momento de bailar.

—Ahora lo intentaremos todos—todos los del cierculo asintieron—¡Regresa la música DJ!.

El dj asintió y le dió un saludo. Cuando la regreso pareció que estaban coordinados pues el único paso que les enseño les había quedado bien, sonrió satisfecha y siguió bailando.

—Esa no es la Señorita Estefanía —Elijah apunto donde se miraba un pequeño cuerpo arriba de una mesa y todos los demás al rededor de él gritando como locos.

—¡Oh, dios mío. Sí, si es ella!—Casi corrió por su sobrina.

La bajo con delicadeza y comenzaron a quejarse los demás.

—¿Que pasa, Tante?—Miro a su tía confundida.

—Es hora de irnos, peque.

—Esta bien—suspiro derrotada—¡Adiós amigos, nos vemos luego!.

—¡Adios, blau!.

Elijah se rió en todo momento, le pareció gracioso como es que tan solo la habían dejado sola un rato ya había hecho todo un descontrol.

—¡Me dieron la protección de las manadas más poderosas de Alemania, Francia y Rusia!—Miro a su tía emocionada—Hasta ya tengo contactos de brujos y vampiros.

—¿Cómo te comunicas con ellos?—Elijah se metió a la conversación curioso.

—¿Cómo? Yo soy bilingüe. Se muchos idiomas—sonrio orgullosa.

Sangre MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora