—Mamá ¿Por qué mis tíos no paran de ver raro a los niños que estaban invitándome a jugar?—pregunto confundida al tener a todos sus tíos sentados mientras ella disfrutaba de los juegos.—Es que tienen hambre cariño.
—¿Y por qué no compran comida? Esa sería la mejor opción—dijo dudosa.
—Mi vida, hija mía ¿No crees que es hora de irnos? Podemos hacer un parque en el patio solamente para ti sin necesidad de venir hasta acá—susurró por último mirando mal a los niños.
—Pero acabamos de llegar.
Susurró triste mientras fruncía su ceño.
—No creo que esté mal que nos quedemos un rato más hermanito—Niklaus animó a su hermano.
—Supongo que no.
Se giró y sentó a un lado de sus hermanos para seguir observando a su hija jugar y estando atentos de cualquier cosa.
—Basta, dejen de hacer eso—los apunto Davina sería—Es solo una niña y les están espantando a sus amigos.
—¿Espantando? Si solo estamos observando.
—Pues que rara forma de describir su observar.Y por cierto, han llamado de un florería ¿alguien sabe algo?.
Kol sonrió y alzó su mirada.
—La llamada fue a mi. He pedido ramos de flores para todos los días.
—Eso no me lo sabía—Elijah miró interrogante a su hermano.
—Para mi niña.
Fue lo único que dijo para encogerse de brazos y comenzarse a reír junto a Niklaus, acababan de ver como un niño se cayó al haber recibido un pelotazo y no pudieron evitar burlarse.
Damaris preocupada corrió al niño y lo ayudó.
—¿Te encuentras bien? Parece que hoy no es tu día de suerte—divertida lo volteó a ver y se mostró sorprendida al verlo.
—Estoy bien—sonrió mientras se tapaba su nariz que comenzaba a sangrar—Pero más al volver a verte Dam.
—En eso tienes razón. Suelo alegrar los días—palmeó el hombro de su amigo—¿Pero seguro que estás bien? Está sangrando tu nariz. Podemos ir con mi mamá y ver si te puede ayudar.
—Lo estaré, soy un príncipe, por lo tanto tengo que ser fuerte.
—¿Eres un príncipe?—miro al niño con curiosidad.
—Lo soy ¿Y usted, eres solo una pueblerina?—preguntó cortésmente y amable sonriendo amistosamente.
Jadeó y lo miró mal. Aquello lo había ofendido y no pudo evitar que se le notara.
—¿Yo una simple pueblerina? Prácticamente soy como una reina, lo soy. Algo más alto que lo tuyo e de decir—se cruzó de brazos.
—Lo lamento no quise ofenderte. No quisiera perder a mi única amiga por mi imprudencia—susurró—No estoy acostumbrado a tratar personas humanas. Digo, solo personas. ¿Por qué todos somos humanos, no?—rasco su cuello nervioso.
—Pues lo hiciste. Me caías bien Sam hasta que me di cuenta que no tienes buen olfato. Te reconocí, tu olor ¿cómo no pudiste darte cuenta? Tan pequeño y te estás quedando sin olfato ¿Qué pasara cuando estés grande?.
—Espera... ¿Cómo que me reconociste?.
—Eres uno de ellos. Un y el único hijo de uno de los Alfas me dio su protección, eres tan fácil de reconocer.
—Así que tú eres Blue padre habla mucho de ti.
—Eso he oído.
—¿Seguimos siendo amigos?.
—Nunca dije que lo fuéramos.
Se dio la vuelta y dejó al niño pensativo.
Hoy era una de las tantas noches que su cuerpo dejaba su alma por unas largas horas. Las cuales no eran muy comunes pero cada vez que le sucedía sabía que eran importantes.
Noches en la que su abuela la visitaba y platicaba con ella hasta que despertara o simplemente se acabara la conexión.
—Hola abuela ¿Me extrañaste tanto que no pudiste aguantar verme?—abrió sus brazos para abrazar a Esther Mikaelson quien tenía una radiante sonrisa.
—Mi hermosa y favorita niña—besó la frente de su nieta favorita—En esos momentos es donde no dudo de quién eres hija.
—Suelen decirme mucho eso ¿Sabes que el tío Nik me ayudó en mi transformación? Es genial y sé que me ama aunque no lo quiera admitir.
—La esperanza de la familia. El equilibrio de la humanidad y sobrenatural.
—¿Sabes, abuela? Ahora lo entiendo.
—¿El qué mi hermosa niña?.
—Por qué me dejan vivir y no han venido por mí.
Ella lo sabe. Esther palideció y no pudo evitar tragar en seco, ella aún no había dicho nada y ella lo supo, esa sonrisa confiada le hizo saber que era verdad.
Fue en ese momento que Damaris supo que era el momento de cortar la conexión y despertar.
Holaaa, una vez más estoy por aquí. Por el momento habrá un poco de misterio por un corto tiempo ¿Que creen que ya entendió Damaris?.

ESTÁS LEYENDO
Sangre Mikaelson
RandomDavina Claire, bruja de la Cosecha. Se enamoró perdidamente de Kol Mikaelson dándolo todo por amor. Al enterarse que solamente estaba jugando con ella, destrozada decidió irse a un pequeño pueblo llamado Mystic Falls. Al estar allí se hizo buenas am...